Los familiares y amigos de Edelmira no podían concebir la extraña actitud de la mujer. Treinta y cinco años casada con Celedonio en los cuales; al menos treinta fueron de maltratos físicos y psicológicos.
Los primeros cinco transcurrieron como los de cualquier matrimonio "normal", los otros treinta; después que a Celedonio le dio por tomar alcohol,fueron de una terrible tortura para la pobre Edelmira. Celedonio no solo la maltrataba dándole tremendas "palizas" a la indefensa mujer , también la torturaba con sus interminables discursos "filosóficos" de borracho.
En múltiples ocaciones la despertaba a mitad de la noche, a su llegada del bar, donde "justificaba" que estaba con sus amigos, para descargarle con sus alcoholizadas charlas sus conceptos filosóficos sobre como debia y tenia que comportarse la mujer ,aclarando siempre que la mujer debe ser la esclava de su marido y soportarle todas las verraqueras que le salieran en ganas; como aquella de tener su amante y no tener necesidad de ocultarlo a su mujer.
Todo lo aguantaba en silencio Edelmira. Reprimía el asco que experimentaba cuando lo sentía "encima" de ella,sin ella sentir ni atracción ni deseo. con aquel insoportable aliento etílico mezclado con tabaco,cebolla y sudor. De lanzarle el plato con la comida al rostro,cuando decía que estaba mal cocida o fría o muy caliente ; de desgarrar sus vestidos,porque los consideraba cortos,aun cuando estos cubrían la mita de sus pantorrillas ; de no dejarle rasurar sus axilas ni sus piernas por entender que solo las putas eran lo que lo hacían . Muchas veces la golpeo por considerar que su ropa estaba mal planchada. ! Cuantos vómitos pestilentes tubo que recoger del piso o de su propia cama..!
Y... ahora. despues de muerto, esa extraña actitud...levandole flores a su tumba dos veces a la semana sin ,aun ,las primeras haber marchitado.
!No..! No lo podían concebir, ni los familiares ni los amigos mas cercanos que conocían el drama vivido por la noble y "santa" mujer,que,religiosamente,vestida de negro caminaba hasta el cementerio para llevarle,siempre, un ramo de frescas y radiantes rosas rojas,de tallo largo y sin espinas, a su difunto marido.
Los mas "entendidos" le atribuían al "síndrome de Estocolmo" su santa y humilde actitud; otros a la religiosidad de la mujer, calificándola de compasiva y anegada ante los designios de Dios......Lo que no sabían era que Edelmira tenia un secreto: Celedonio tenia una enfermiza aversión por las flores rojas....
|