Cuando se encuentra el amor, nuestro mundo interior se paraliza... cuando lo perdemos, la vida ya no tiene mucho sentido. Yo encontré mucho calor en ti, me ofreciste toda tu belleza interior. Hiciste que mi vida se enriqueciera y por eso te doy las gracias, amiga. Sé que Dios te puso en mi camino con un propósito. Supe ver Su mano divina en nuestro encuentro a través de la distancia. La vida es muy dura, y a veces, muy injusta... eso tú lo sabes muy bien. Yo te conocí y pasaste a ser lo más importante en mi vida... ¿por qué? No lo sé exactamente. Quizá nunca lo sepa... así son los designios de la vida. No me equivoqué contigo porque eres un ser extraordinario, una mujer buena y noble y quiero pensar que de verdad llegaste a quererme o quizá hasta a amarme un poquito. Pero ese amor llegó un poco tarde porque tú te debes a tu esposo y tu familia y eso yo tengo que respetarlo. Sí, siento una tristeza que me consume el alma, pero debo seguir adelante. La vida me mostrará el camino a seguir. Confío en ella, pero sobre todo, confío en Dios. El nunca me ha abandonado.
Yo aprecio todo lo que me brindaste, honro tus sentimientos y el valioso tiempo que me dedicaste. Somos seres imperfectos y cometemos errores, aunque yo no considero el amar un error, porque el mismo Dios creó ese hermoso sentimiento en nuestros corazones. Tú fuiste un oasis en mi vida, aún lo eres. ¡Gracias! En ti encontré mucha paz y mucha ternura, hacía mucho tiempo no sentía lo que tú me hiciste sentir, lo que aún siento. Me hiciste sentir querido, valorado y sobre todo, respetado. Me hiciste realizar que aún estaba vivo. Le doy gracias a la vida porque me dió la oportunidad de explorar el amor con alguien tan maravilloso como tú.
Sólo le pido a Dios que me perdone por haberte amado tanto y también por haberte deseado tanto siendo tú una mujer casada. Dios sabe que en mi corazón no existe maldad. Te conocí demasiado tarde, pero no me arrepiento porque te entregué algo muy preciado para mí y te lo di sinceramente. Ese algo fue... mi amor. Sigue tu vida junto a tu esposo, él es merecedor de tu amor y tú eres también merecedora de él. No sé si tú lo amas pero creo que el te ama a ti... él es el verdadero amor de tu vida. Han estado juntos por muchos años y deben terminar juntos. Yo sólo fui un rayito de sol en un día de lluvia... recuérdame así... Yo nunca te olvidaré.
No quiero decirte Adiós porque aún te considero mi amiga del alma... siempre lo serás. Quizá oigas de mí de vez en cuando, si tú me lo permites. Si puedo ayudarte en algo, por favor, déjamelo saber. Yo buscaré rehacer mi vida... siento que Dios tiene algo más para mí... no creo que mi misión en la tierra haya terminado aún... todavía existe mucho amor en mi corazón y quizá pueda volver a amar... ¡quién sabe!
Este es un fin de semana largo. Que lo disfruten y que lo pasen bonito en la bohemia. Mis mejores deseos para ti y para él de una larga y fructífera vida juntos, salpicada con mucho amor y felicidad.
Siempre tu amigo |