Jinete Esta manía del sol de montarse a mis espaldas cuando sabe de tu silencio. Y no conforme con eso... lleva su equipaje de fríos desconsuelos. Y cabalga sobre mis hombros hasta dejarme exhausta, sin aliento hasta que la sal atorada en mi garganta emana fecunda por los espejos. Entonces soberbio se aleja dejándome postrada en mi lecho.
Texto agregado el 22-05-2011, y leído por 348 visitantes. (27 votos)