Sigo llorando, sin consuelo alguno... Me doy cuenta de que se está formando el campo de batalla de nuevo; recojo la "espada"... ahora es un palo: "Una vara que no sirve para nada," pienso, "como yo."
Creo que llevo llorando demasiado tiempo; me enjuago las lágrimas con los puños cerrados con furia y juro que nunca más lloraré por eso; me levanto y avanzo poco a poco. El terreno que recorro me es muy familiar... Demasiado. "Este parque te trae tantos buenos recuerdos como malos ¿eh?" me dice mi yo joven. "¡OLVíDAME!" le grito, "¡OLVIDADME TODOS! ¡QUIERO ESTAR SOLO!"
"Como quieras" dice mi yo infantil, y acto seguido se marchan.
Vuelvo a estar solo. Observo detrás mío y veo lo acontecido anteriormente: me veo encorvado en el suelo, con la cabeza en el suelo, llorando desconsoladamente; aunque es un recuerdo, me acerco... "No seré como los demás... Si tengo que consolar a alguien lo haré por vergonzoso que sea, empezando por mí mismo." Pero cuando me acerco a él, me grita "¡OLVÍDAME!¡OLVIDADME TODOS! ¡QUIERO ESTAR SOLO!" Me sorprendo un poco... Pero sigo andando. "¡¿NO ME HAS OÍDO?! ¡QUE TE MARCHES!" "No" le digo en un tono amigable cuando estoy con él. Recibo unos cuantos puñetazos, pero me aguanto... Tengo el estómago machacado; "Sigue ahi, Miguel, aguanta sólo un poco más." digo para mis adentros.
Ya se ha cansado, y se echa a llorar sobre mis hombros "Lo siento, tio" me dice...
"Tranquilo." le contesto, "¿Para qué están los amigos, sino?"
Ya me doy cuenta de todo lo que debí haber hecho... De que lo que hice estaba mal.
"Os váis a tragar mis puños, capullos" digo pensando en las partes de mi que me acompañaron. "Sólo son ilusiones" dice de repente "mi" yo del momento, "y en tus ilusiones y sueños no puedes morir."
Te vas a cagar, subconsciente de mierda. |