Volviste a desearme y viniste a por mi de nuevo, tal fue tu osadía que te metiste entre mis sabanas. Acariciaste mi cuerpo con tal ímpetu que hiciste que despertará de mis sueños. Acaricie tus oídos echando fuego por mi boca. Te sentías orgulloso por lograr tu propósito, pasar la noche conmigo y ver juntos amanecer. Tu presencia me perturba. Insomnio.
Texto agregado el 18-05-2011, y leído por 274 visitantes. (9 votos)