Una mirada serena y corazón intranquilo
Aceptaron lo intangible de tus palabras,
Accedí al susurro de lo que fue tu amor
Y comencé a jugar con este destino,
Junto a nosotros estaban nuestros pasados
Atemorizando al futuro que se entrelazaba
Con cada carta que dejábamos pasar.
Caíste en mis ojos ciegos que te mentían
Mientras yo descendía impávido
A tus infiernos de amor y de locura,
A tu calidez fría por esencia.
Mediante fichas se acrecentaba nuestro amor,
Bajo miradas falsas se desnudaba la pasión
Y bajo un silencio tenue se planeaba la traición.
Logré percibir una perfecta partida
Que te haría caer ante mi amor de una vez
Sin antes beber de tu dulce veneno,
Kaiser y as en mis manos asomaban
Cuando la felicidad se ocultaba bajo llave,
Creí haber ganado tu corazón
En el momento que un diez una jota y un dos
Se alzan como vestigios de un final cercano
Que te daba por enamorada al fin.
La siguiente daga en tu maltrecho ser
Debía ser esa reina que ya alucinaba,
Aposte mi vida por verla
E hipotequé nuestro amor ante ella.
Vislumbré una jota adicional
Empañando mi plan perfecto,
Al instante que te levantaste
Y el reloj de arena se quebró dando fin
Al juego verídico de nuestro amor
Observé aquel cuatro burlesco, maligno
Que en bancarrota amorosa me dejó,
Llorando por mis dos reinas,
Una que se fue y otra que nunca llegó.