Entre la niebla se dibuja hasta aparecer, toca tu alma, deja sus sueños y se difumina hasta perderse entre el rocìo de la tarde nublada. Es La Duendecita Ron, que solo se deja ver por los borrachos, los indigentes, los pobres mas marginados entre los pobres,la gente humilde, pura de corazòn y los soñadores. Entre las copas de los àrboles en medio de la ciudad convulsionada, en la plaza, entre los rayos de sol està la duendecita Ron. esperando, agazapada, enamorada,lista para sembrar en tu alma sus esperanzas de un mundo sin hambre, sin miserables y sin miserias. Busca tus ojos para darte su luz de estrellas y si te dejas, te hechiza para que seas un soldado mas del ejèrcito de transformadores de mundos, de vidas, hacedores de dignidades, luchadores que solo desisten cuando estalla el corazòn. Ese es su hechizo. La Duendecita Ron es de cabellos rubios, vicera roja, de una raza cuarterona, indìgena y del futuro, lleva botas montañeras, franela ancha y pantalòn ajustado, un bolso grande lleno de libros, medicinas de primeros auxilios y alimentos para sus pobres. Aparece en cualquier lugar de la ciudad donde la tragedia la llame para logra lo que aspira. Desaparecer la pobreza. La Duendecita Ron, se crece en las palabras,pero mas se crece en los hechos, entre los pueblos anàrquicos, que solo ven necesidades y no soluciones legales, se crece entre esos pueblos que no son escuchados en otro momento que no sean elecciones, aparece en la batalla y la resuelve con una olla de ideas de oro que a nadie se les ocurre antes porque solo vienen del cielo, "las manda Papà Dios" dice sonriente. Su imagen flota en la ciudad, se difumina, voltea y su sonrisa de diente de oro ilumina las calles," la muerte hace al santo", grita desde la copa de los àrboles de la plaza, frente a la iglesia y se pierde en la luz que se filtra entre las hojas y el rocìo de la tarde nublada.
Para Lina. |