Sé que eres terca a veces, mas que Dios. Y que luces natural tanto como crece el cabello. Para el amor, hambrienta e insaciable. Por eso y aún mas es que te quiero. Cómo quiere un secreto a los momentos felices. Cómo la risa quiere a la alegría de dos. Por eso no me marcho y contigo me quedo. Para gozar esas tardes en que tomas mis manos hasta perderte en ellas. Cuando te metes tan adentro de mis ojos cansados hasta que no logre verte. Como nunca y hasta siempre.
Texto agregado el 14-05-2011, y leído por 207 visitantes. (3 votos)