Él estaba contemplando el cielo un crepúsculo de otoño, y un pájaro pasaba por encima suyo, hermoso e imponente volaba sobre él. Que libres son, pensó. Luego el ave hizo un giro con la intención de cambiar de dirección su vuelo, y fue a posarse cercano a su observador, caminó, e hizo entrecortados movimientos de ave. Por qué teniendo la libertad de ir a cualquier lugar viniste a donde yo me encuentro, se preguntó. Y el pájaro seguía sus movimientos sin rumbo fijo, levantó vuelo y quedó cara a cara con quien lo observaba envidioso y dubitativo por la elección del mismo. Pensó que no podía ser azar, nadie querría ir ahí sólo porque sí, tenía que haber una respuesta. Por qué. No recordaba un hecho similar, pensó en cucarachas, ellas si elegían así, pensó en arañas, alacranes, lagartijas, algún que otro gato o perro, pero nunca un ave, nunca.
Se imagino siendo una, se elevaba eterno entre las nubes, las rompía furiosamente, o las atravesaba con suave melancolía, rodeaba montañas, o simplemente contemplaba el mundo desde la copa del árbol más viejo, visitaba distintos países, e iba de aquí para allá a velocidades imposibles, los miraba con desden a todos porque podía volar y nadie jamás lo iba a detener en su libertad. Se salio del eje principal de su pensamiento pensado y sintiendo esas cosas y luego volvió a él. Por qué. Pensó y pensó pero no pudo llegar a ninguna conclusión, se dijo que si era libre estaba entre las opciones descansar un poco ahí, pero no se conformo con esa respuesta, se dijo que tal vez buscaba algo, pero entendió que allí no había nada para buscar, y se rió aprobando esto ultimo, se habrá confundido, capaz era la primera de muchas otras visitas, pero esa conclusión lo desespero porque para saberlo habría que esperar, y él quería algo inmediato. Supo que nada iba a sacar en claro, ya era tarde y estaba cansado de pensar, se fue a acostar y un leve rencor hacia ese ser volador corría en él, la envidia también estaba presente; y el ultimo pensamiento fue que el pájaro fue obligado a ir ahí, entonces sintió lastima, y con esta alivio y al fin descansó.
Soñó con el hecho, pasó lo mismo en el sueño, y se sintió feliz, porque ya no había sorpresa, esta vez lo esperaba, y esta vez la vio hermosa y libre de verdad al ave, consciente de su elección y feliz de estar allí, gracias por venir hacia mi dijo llorando de alegría en aquel sueño y corrió hacia ella.
Se levanto excitadísimo por lo que pasó, feliz, alegre, como hace tiempo no le pasaba, y que cruel fue la verdad cuando se dio cuenta que había sido un sueño. Después se acordó del hecho real, y se dijo que el pájaro volvería, y ahí terminaría todo, ahí seria feliz como en el sueño, porque ahora entendía el lazo que los unía, ahora comprendía la verdad de la visita.
Y así se le fueron pasando los años y quien sabe cuantas cosas más, y el ave nunca volvía, pero no le importaba, mañana volverá, se decía, mientras se acordaba con ojos lacrimosos del encuentro, y luego dormía y a veces soñaba con ello.