grillo entro a bañarse y se ahogó en un tambo de agua, entonces raúl se disparó en el pecho.
raúl alumbró una lengua de amor a la tormenta, nacerá de nuevo en el río humaya y será un pez diamante, la miseria se le pegó a la cara y nadie lo supo de un esqueleto cualquiera, raúl y su muerte eran una cópula exhibida como todos los funerales, las mujeres llorando los niños al fondo sin enterarse, y grillo? ven, párate, javier trajo balón! grillo, párate mi amor, ya vámonos
por qué dejé que te llevara? porqué no supo cuidarte? él te mató mi amor, él tuvo la culpa.
grillo no pateará el balón ni irá a casa pero también renacerá en el humaya, rio humaya lo volverá un pez.
porque río humaya es el ángel de la muerte y cumple deseos a los niños que se le adentran temprano, una cavidad se abre, entra de golpe una bala de agua una cascada se precipita a los pulmones, rebota y estalla el pecho del padre, el testamento se habita de balas, llueve sobre él la noche militar de sinaloa, un tropel resplandeciente invade su boca, su boca esta llena de agua su pecho lleno de agua, parece la lluvia una consciente metralla que invade los oídos lagrimales fosas nasales.
raúl se caga de pronto, su hijo alcanza el rigor mortis.
ambos están empachados de hastío, con un poema baleado en el pecho, con el humaya entero en el pecho:
sangraron la noche y la muerte la sangraron hasta morirse desangrados.
cecilia, invita a tu novio al funeral de tu hermanito, traigan café y refrescos, y un sueño fármaco que envuelve a la madre, no sonríe, no llora, tras su rostro hay un vacío interminable, ni tristeza, nada, un sueño fármaco de piedra, inquebrantable abnegado y enorme sueño de sedante que le ha durado una noche de 10 años, juntos son un poema que se extiende bajo un cielo mestizo de yaquis y negro olivo, los cerros iguana y frutos decapitados espectadores silenciosos de la lluvia que se torna roja cuando toca el piso,
alejandro, ve a buscar una cripta bonita y grande,
alejandro camina al panteón, descubre que las criptas son monoblocs subterráneos y sonríe, hace el trato, una cripta sin papeles, para 9 cuerpos, ahí enterrarán a sus abuelos, quizá otros tío, en la iglesia un sermón sobre el pecado capital del suicidio, raúl, suicida, ladrón, raúl robó su manzana por hambre, raúl creyente, condenado al infierno por los siglos de los siglos, una familia de luto recibiendo en el corazón el escupitajo negro de un párroco podrido.
procesión, un camino de polvo, amarillo, algo recuerda al mago de oz, debo ser dorothy o el hombre de paja, raúl sin duda es el hombre de hojalata que quiere un corazón, al llegar tromba la tambora: comienza siempre llorando y así llorando se acaba"
pobrecito, pobrecito, trac una lata sobre el montón de latas, trac cadáveres lata, trac cadáveres familiares, la mamá de raúl se tiende sobre el cajón, una majestuosa bola negra de nobles intensiones envuelve el cajón, qué madre piensa alejandro, qué inmenso pájaro!
alejandro mira a su madre sentada en una tumba fumando, imagina el día, la saluda hacia arriba desde una vitrina, su madre invade el cielo y llueve y dice te quiero, tonto, regresa, (algo le muerde, unas ganas, de hablar con raúl, de entender, de contrariar, de no ser tentado).
la familia llora con raúl, trac, abre una cerveza, trac, apila los cadáveres. |