Cuando Perdonamos. 70 X 7 70 X 7

Cuando hace falta el perdón, no esperes mucho.
Debemos empezar a perdonar porque, si no perdonamos,
interrumpimos el gozo; matamos la propia alma.
Las personas que tiene odio y resentimiento puede
sumergirse tanto en esto que poco a poco se definen
por esas condiciones.

Cuánto más esperas, más riesgos corres de ser solo
alguien agraviado. La ofensa y el odio resultante comienzan
a poseerte hasta que tu identidad queda práticamente
poseída por el resentimiento.

Cuando el perdón es en verdad necesario, perdona lo más
rápido posible porque el perdón tiene dos buenos resultados:
el primero es tu propia liberación, y el segundo es la
posibilidad de reconciliación entre tu y la persona ofendida.