Era su debut. Aquella noche se la había pasado en vela repasando los mil y un detalles de su actuación, rogando que su guitarra no le jugara una trastada y se cortara una de sus cuerdas en el momento preciso en que su voz alcanzara la nota más alta, aquella que los auditores están esperando desde que un cantante abre su boca, la que lo corona como un intérprete de fuste. Se levantó siete, diez o cien veces. Un dolor agudo de estómago no le permitía conciliar el sueño. “Que niñito tan nervioso” decía su abuela y le preparaba una aguita de menta para que se disipara el malestar y el niño no se ensuciara los pantalones en plena clase. El chicuelo aquel creció, se hizo hombre pero muy pocas cosas cambiaron en su interior. Se imaginaba en aquél entonces que cuando fuese adulto, sus ideas serían de adulto, nada de juegos de pelota, luche, tombo y carreras desatadas sino pensamientos eruditos, gravedad en los gestos, conquistas amorosas, formación de un hogar, madurez.
-¿Qué cosa es eso de la madurez de la que tanto hablaban sus padres y que era tema recurrente cuando hacía alguna travesura que dejaba contusos o destrozos de todo tipo?
Fue la noche más larga de toda su vida. Pero lo que venía por delante ameritaba el despiadado insomnio, el raconto de sus primeros años, las acciones fallidas en su itinerario de vida y el corolario final, el que lo colocaba justo en la antesala de su nuevo destino.
Aquella mañana, desayunó algo liviano, no quería sorpresas de ningún tipo, se acicaló y tomó aquella guitarra pulcramente barnizada que parecía vestida de gala para la ocasión. El día estaba algo nublado y frío. ¿Cómo lo recibiría el público, esa abigarrada masa de rostros expectantes, taciturnos, impenetrables?
El microbús se detuvo justo delante suyo. Respiró hondo, se aferró a la manilla y se encaramó en la máquina. Su corazón comenzó a latir apresuradamente. Era la primera vez. Sacando fuerzas de su escuálida fortaleza, tragó saliva antes de pronunciar las consabidas palabras: -Señores pasajeros, el tema que les voy a interpretar…
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