Si me preguntas que fue lo que me enloqueció de ella, probablemente te diría que sus piernas, pero te estaría mintiendo. Fue la manera en que come chocolates. Es algo difícil de explicarlo, los toma con la delicadeza mas fina para meterlos en su boca, y termina rozando con sus labios sus dedos. Pero, ahora que lo pienso bien, no fueron los chocolates en si, probablemente ni siquiera es como los come, si no la mirada que me da después de comer uno, como diciéndome que yo seguía.
Asi que, me vi en la necesidad de recargarla sobre la pared y besarla.
Estábamos en una pista de patinaje, de esas viejas donde aun tienen patines de 4 ruedas y una rueda disco. La gente ya no frecuenta estos lugares, la verdad era que solo estábamos nosotros y otro grupo de personas; una fiesta infantil, con unas 10 personas. El resto de lugar estaba desolado y sombrío, con muchos rincones oscuros, perfectos para escabullirnos y hacer nuestra propia fiesta privada.
Era la primera vez que la besaba. Los primeros contactos fueron inocentes e ingenuos, con la usual torpeza y respeto de un primer beso. No puedes hacer lo que tus instintos te dicen, siempre corres el riesgo de que te consideren un enfermo, pervertido, violador que solo quiere acostarse con ellas. Inclusive cuando esas no son tus intenciones, la mujeres ya traen un como barrera de protección sobre cualquier indicio de ese tipo de patanes.
Pero la seguí besando, perdido entre sus suspiros y memorizandome su piel. Su piel se desliza en mis manos, lisa y suave, delicada y fragil. Superyo recomendaba "tranquilo, respira, besala pero con respeto, debes de ser un caballero, recuerda ella nos gusta no la queremos asustar...", sin embargo, Ello interrumpia "ARRANCALE LA ROPA CON LOS DIENTES Y TOMALA!". Uff! tentadora opción.
- Tu me habias dicho que te gustan los ombligos verdad?- me pregunto con la respiración pesada, mientras yo besaba su cuello.
- Si, mucho- conteste sonriendo, muy apenas entre jadeos.
- Quieres ver el mio?
Me quede mudo un segundo. Ello y Superyo dejaron de hablar, se voltearon a ver a si mismos y luego se tomaron de las manos empapadas en sudor mirando fijamente, como dos adolescentes viendo una película de terror donde alguien esta a punto de acuchillar a la protagonista.
- Si por favor!- conteste rápidamente. "Si por favor?" Que imbécil! eso! buena manera de no parecer un pendejo!
Se levanta la blusa lentamente hasta dejar notar la silueta perfecta que un entre sombras notaba esa circunferencia linda y perfecta, acompañado de ese abdomen firme y duro. Ello se esta comiendo las unas de las manos y Superyo ya esta empezando a temblar, saco un pañuelo se limpio el sudor de la frente, pero siguió observando (mira nomas, el muy cabrón, dejando de hacer su trabajo).
Instintivamente me mordí un labio y la acaricie con muy apenas las yemas de mis dedos, lleve mi dedo indice desde donde se habia levantado la blusa hasta donde empezaba su pantalón. La volteo a ver a los ojos y veo que esta sonriendo, tramposa, sabe lo que hace y a sabiendas sabe que me vuelve loco y se da el lujo de juguetear conmigo, pero deja de sonreír y muy seria me pregunta...
-Y quieres ver... mas?- se levanta la blusa enseñandome su brasier negro...
-Amm..... yo.... amm.... uff... - sin palabras, sin comentarios, solo un marro dentro de mi pecho golpeando fuerte.
Superyo esta desmayado y Ello ya ni siquiera puede articular una palabra, solo esta brincando en círculos y haciendo sonidos de mono. Yo? Perdido en las curvas de sus pechos, totalmente en piloto automático.
La tome de las piernas, la cargue y la meti al cuarto de los patines. Totalmente a oscuras a excepción de un letrero verde señalando la salida de emergencia. La recargue sobre uno de esos estantes llenos de patines. Desesperados y perdidos entre respiraciones, nos besamos...
Mas tarde, salimos cuidadosamente por la puerta trasera para evitar que el resto de la poca gente nos viera y fuera a sospechar algo. La tome de la mano y salimos corriendo hacia el estacionamiento, nos subimos al auto y salimos disparados de ahí, muertos de la risa.
Solo seguí manejando, pensando en ella, en silencio, siguiendo un camino de luces marcado por los postes a los lados de la calle, luciérnagas urbanas, celosas testigos de las historias que pasan. Lo único que compartíamos eran nuestras miradas y sonrisas, yo solo veia como ella se quedaba fijamente mirando mi boca y yo sus ojos. Tenia una mano en mi pierna y la otra acariciándome el cabello.
De pronto, empecé a sentir un pánico reconfortante. Esto va en serio, ella va en serio, no es alguien con quien pasar solo un rato, es una persona a quien aferrarse y no dejarla ir. Esto que estaba sintiendo no era lujuria, no era deseo, no era capricho, si no algo mas, sentia las ganas de estar con ella y tomarla de la mano, las ganas de platicarle como diablos me fue en mi dia, y escuchar como fue el de ella. De ir manejando con ella y que me pregunte cosas como "en que piensas?" y yo contestarle típicamente como cualquier hombre "en nada", y que se enoje conmigo por eso.
Sea lo que sea, lo mas importante es que quería que ella supiera eso, quería que supiera como me sentia al respecto, pero no quería decirlo mientras manejaba, quería estar en el momento perfecto y decírselo a sus ojos y tenerla entre mis brazos para hacerlo. El momento perfecto estaba a la vuelta de la esquina.
-Quieres hacer algo ilegal?- le dije, tratando de evitar sonar como un violador.
-Algo ilegal?- pregunto dudosa.
-Si, bueno... no me refiero a drogas... no es nada malo, pero si es ilegal, solo di que si...- respondí tratando de calmarla.
-No nos tardamos mucho? tengo que llegar pronto a mi casa...- pregunto un poco inquieta.
-jajaja te preocupa mas llegar temprano a tu casa que ir a la cárcel?- tenia ese encantadora cualidad, de concentrarse en absolutamente las cosas mas equivocadas del mundo.
Me sonrió, tomo mi mano y recargo su cabeza sobre mi hombro.
-Vamos...- dijo suspirando, tranquila y segura de si, como siempre.
Nos dirigimos hacia los complejos industriales, donde las grandes empresas maquiladoras estan establecidas. Manejamos justo hacia dos maquiladoras las cuales tenían en medio de ellas un canal de agua olvidado, acompañado de un camino de tierra por donde muy apenas cabe mi auto. Seguimos por el caminito de tierra a un costado del canal hasta que topa con el estacionamiento de unos tractores, pero el canal de agua sigue por un lado del estacionamiento. El problema de este canalito, es que a partir de que el camino de tierra topa con la empresa maquiladora, es propiedad privada.
Estacionamos el auto donde terminaba el camino de tierra, nos bajamos y caminamos por un pequeño sendero cementado, aun lado del canal, de muy apenas unos 30 cm, literalmente teníamos que avanzar pegados a la reja o caer al canal de agua, que muy probablemente llevaba agua llena de desechos radioactivos.
Finalmente llegamos a nuestro destino, un puente de cemento (que en realidad es un filtro a desnivel donde cae el agua como cascada), nos sentamos al borde del puente para ver el agua correr, nos abrazamos y permanecimos quietos unos 10 minutos, solo ahí sentados viendo las estrellas.
La volteo a ver. Ella siente mi mirada y voltea también.
- Yo... - comencé a hablar, pero me calle.
Que tal si soy el único que siente esto, que tal si digo lo que siento y ella dice lo mismo, pero solo lo dice por ser cortes, pero no lo siente en realidad. Que tal si hago lo que siempre hago, atribuirle un mundo de fantasía y esperanza a todo, veo la vida de color de rosa y creer que todo es posible. Que tal si...
- Que pasa?...- me pregunta suavemente.
- Solo... solo no...
- Que? dime- me dice preocupada.
Deja de sobre pensar las cosas, que importa a fin de cuentas, el punto es que esta aquí contigo y es todo lo que importa. Esta aquí por que quiere estarlo. Que diferencia hay entre lo que ella sienta o no. Las palabras o títulos, o lo que se debe o no hacer a fin de cuentas no importa, lo único que importa es el momento.
- Creo que me estoy enamorando de ti- Lo dije rápido, pense que seria mejor hacerlo como quitarse un curita.
Me regalo la mas tierna de la sonrisas, y recorrió su mejilla una lagrima turista, de pasada llego a saludar.
- Que pasa? dije algo malo? que pasa?- me quede anonadado ante semejante respuesta, de todo lo que hubiera podido haber hecho, no me lo esperaba.
- Solo... solo que yo también, y me da mucho gusto haberte encontrado.
Limpie sus lagrimas con mis manos, y nos sonreímos. Nos besamos y nos quedamos abrazados.
Lamentablemente tenia que meterse temprano, asi que nos fuimos... tomados de la manos y con una gran sonrisa en el rostro. |