En una noche de esas, que sales a la calle y hasta el viento parece césar en que los árboles ya no se acarician porque la noche esta triste y serena, la luz de la luna se interesa mas en jugar a la escondida con las nubes y esperar un nuevo día.
En ese preciso instante me pregunto si yo pudiera cambiar el destino de esta noche y convertirla en una fiesta, en ese momento me decido a salir de casa y buscar una aventura que pueda hacer que esta noche triste y serena se convierta en un momento agradable, es aquí que me pregunto nuevamente, si yo despierto la noche la hago alegre y bulliciosa, alguien lo notaria?.
Es por eso que sigo mi camino y sin pensar a donde voy me topo con un señor que entraba en una casona vieja y que a primera vista no llamaría la atención de nadie, me dirijo hacia ella y en una de sus ventanas veo, a cuatro mujeres semi-vestidas bailando y bebiendo al compás de otros caballeros que se encontraban en el lugar, en ese momento vuelvo a pensar por un instante, yo habré despertado a la noche que estas personas están alegres y bulliciosas, o solo descubrí que la noche tiene tanta vida que a mis ojos escondida esta porque cuando salgo a mirar no se nota a simple vista.
Entonces nuevamente decido emprender el camino hacia donde me llevasen los pies y nuevamente llego desde donde partí y veo que como antes no hay alegría ni bullicios, entonces vuelvo a pensar, yo habré dormido a la noche que todo esta triste y sereno, o solo descubrí que no puedo cambiar el destino de las cosas para ser la noche alegre o triste pero si puedo cambiar mi propio destino y sentir que la noche es lo que yo quiero que sea.