Mayo 2011. Síntoma de estupidez.
Costumbre.
Del lat. Cosuetumen, hábito, modo habitual de obrar o proceder establecido por tradición o por la repetición de los mismos actos y que puede llegar a adquirir fuerza de modelo.
Aquello que por carácter o propensión se hace más comúnmente.
¿Se aplicara para la menstruación o regla de las mujeres?
Conjunto de cualidades o inclinaciones y usos que forman el carácter distintivo de una nación o persona.
Mientras no sepa para qué vine al mundo, seré mi mejor objetivo.
Puedes dedicar tu vida a rendir cuentas familiares y/o sociales.
O pasártela tratando de imitar las portadas tapas de Vanidades, Chicas Cosmos, etc.
También puedes elegir tener miedo.
A la muerte, por ejemplo… miedo que las religiones se encargarán de aliviar con una mano y alimentar con la otra.
No olvides leer el diario todos los días también, para tener más información de la vida ajena, más que de la tuya.
Y poco a poco, te vas a ir acostumbrando a que hay un gran sistema encargado de decirte como hablar, caminar, comer, que lugares visitar, como vestir, divertirte, aburrirte, etc.
Y así, sin querer, ni poder darte cuenta, remplazarás paulatinamente tu instinto y auto-confianza, por el control remoto, un bronceador que no sabes si en realidad te beneficia, un yogurt que no sabes si te gusta o te hace bien.
De ahí en adelante: Acción y Reacción.
Acción motivada por la publicidad, una compra la Reacción...
Y vas pasando de ser la protagonista de tu vida a una simple y vacío espectadora reaccionaria
Acción: bombardeo informativo acerca de la inseguridad en las calles.
Reacción: miedo.
Así es como se toma el sendero de la Costumbre.

Ser un autómata de costumbres tiene una parte mala y una buena: lo malo es que tus tardes se vuelven terriblemente aburridas.
Lo bueno es que tv, se encarga de compensarlas...
Una vez acostumbrad@, todo se vuelve más sencillo.
Las preocupaciones importantes desaparecen dando lugar a las inventadas.
Te va a llevar una vida elegir, para al final elegir lo que eliges siempre.
¿Por qué? Porque estás acostumbrad@.
Así las costumbres pasan a decidir por ti, y todo se vuelve más cómodo.
Y ahí vas…
Con los años, vivir acostumbrad@.
Años durando años.
Años aparentando estar viv@s.
Teniendo la posibilidad de elegir, todo lo que un@ haga por costumbre, es síntoma de estupidez.
Al final, creo que la costumbre no es ni buena ni mala, es sencillamente un hábito.
Claro que para entender el mecanismo de este hábito no sólo debemos desmenuzar todas las acepciones de la palabra, sino también sus significados e implicancias.
Hay algo que mata la costumbre, es la improvisación, cuanto mayor criterio y libertad interior tengamos, más pasos damos hacia esta, al azar, a la magia de la improvisación.
La costumbre lo mata todo, incluso al amor.
Mientras tanto, me aventuro a creer que la costumbre tiene un elemento peligroso: su fanatización.
Andrea Guadalupe.