CANTO A TERESA
Amaneció en Portugal el primero de Mayo.
Día de la madre y día del trabajo. Nunca mejor
Conjuntado, porque, aunque no lo parezca,
La mujer, en el hogar, es la que más trabaja
Y, además, sin salario. Y llegó el lunes, día dos…
Ya levantados del dulce lecho, mi
señora comenta: “para todo hubo poesía, menos
para una servidora”. Y tenía toda la razón.
Así que, ni corto ni perezoso, procedí a dedicarle
lo que sigue:
Madre Teresa, ya pasó tú día,
El mismo de la obrera y del obrero…
La lluvia, te dejó melancolía,
Junto con mi cariño más sincero.
Ya no puede faltar mi poesía,
Para decirte lo que yo te quiero,
Cuánto te añora siempre el alma mía,
Año tras año, desde Enero a Enero.
Y, aunque te enoje mi temperamento,
Mi pose cantarina y bullanguera,
Sabes lo que por ti, muy dentro, siento…
La flor más singular de primavera,
Te ofrece, mitigando tu lamento,
El hombre que mejor, a ti te quiera…
EMILIOSALAMANCA
2 mayo 2011
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