La garúa de tus anhelos sobre mi techo me llueve, pisa mi alpargata breve el resplandor de tu suelo. Mi falda de tela tierna sujetando mi corpiño, se agrieta con tu cariño y pone prisa a mis piernas. Hila fino el zapateo con que resuenan tus flores y me envuelven tus amores al oído, si te veo. Ah lluvia, sigue cayendo sobre mi rancho encendido mientras de todo me olvido, pues por su amor... voy muriendo.
Texto agregado el 01-05-2011, y leído por 296 visitantes. (23 votos)