Aquel joven murió
Con las ganas de un pastel,
El cariño no conoció,
Lo despreciaban a él.
Creció con muchos desengaños,
No conoció las caricias,
Eran golpes y regaños
O a veces una paliza.
Le negaron el cariño
Que le brindaban a otros,
Así creció aquel niño,
Con la tristeza en su rostro.
Lo acompañaba su perro,
Jugaban con una pelota,
Y el niño José Alfredo,
Le compartía de su torta.
Dondequiera lo rechazaban,
Nadie le daba un abrazo,
Toditos lo despreciaban,
Nunca conoció un aplauso.
Cuando ingresó a la escuela,
Le empezó a ir peor,
Lo despreció la maestra,
Tan sólo por su color.
Buscó los brazos de mamá,
Buscó los brazos de papá,
Y no pudo encontrarlos,
Es una cruel realidad.
Ni su abuela lo quería,
Siempre lo hacía menos,
Y aunque feo el sentía,
Trataba de ser niño bueno.
Que cruel es la vida esta,
Y no encontramos salida,
Ahora si parece fiesta
Y hay bastante comida.
Ahí se encuentra un pastel,
Pero no hay quien lo parta,
Se murió el joven aquel,
Ya no hay quien lo reparta.
Que te sirva la lección
A ti que estás escuchando,
Regala tu corazón
Y no te la pases despreciando.
Dale un abrazo al que sufre,
Tú no debes de juzgar,
Y si en tinieblas vive,
Tú lo debes ayudar.
Ya se murió aquel niño,
Dicen que fue un accidente,
Pienso que no le dimos cariño,
Yo me cuento entre esa gente.
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