De que sirve pedir perdón, cuando las palabras dichas arañaron como lija el corazón. De que sirve bajar la guardia, si no se es inmune al dolor. De que sirve un día soleado, cuando al alma no le llega la luz. De que sirve caminar entre las olas, cuando la mente anda perdida en desiertos. De que sirve derramar lágrimas, cuando sabemos que la angustia seguirá ahí. De que sirve contemplar la luna cuando solo se ve oscuridad. De que sirve derrumbarnos, cuando sabemos que la fortaleza que se oculta en nosotros sera la que nos ayude superarlo todo.
Texto agregado el 28-04-2011, y leído por 255 visitantes. (7 votos)