PRISIONERO
(Sugonal)

El pensamiento íntimo, a diferencia del agua retenida en una represa que aguarda obediente su liberación para suplir infinidad de necesidades, a veces se proyecta hacia fuera y hace florecer la pretensión y la esperanza de un mundo mejor, más justo.

El ser humano, esclavo de la monotonía de una actividad obligada, muchas veces producto de las circunstancias y con escasas perspectivas, trata de huir de lo habitual, lo rutinario, de la aberrante cotidianeidad de su vida.

Y sueña. Se ve realizándose a sí mismo sin dejar de ser él, llenando los espacios infructíferos de su vida…y al despertar se compara con esa agua prisionera en el tranque, bloqueado, incomunicado, paralizado…y la burbuja íntima se desvanece.

A veces, como lo hago yo ahora, logra escribir algo de lo que siente para indefectiblemente prepararse para una nueva semana de trabajo que está ahí, a la vuelta de la esquina…