Obsérvame con cuidado... Voy , en forma persistente en tu dirección y no cejo aunque me espantes. Sigo insistiendo y no claudico adoleciendo por mérito propio de la consecuencia de mis manías. No, no son mis manías... son mis ansias. Ellas, las perseverantes las reinas que no abdican las que son y permanecen las dominantes...
Texto agregado el 28-04-2011, y leído por 94 visitantes. (1 voto)