Siempre escribiendo de esperanzas, de promesas que algún tipo de Dios nos ayudara a cumplir, siempre demostrando que el camino se puede completar con miedo, que dí todo lo que pude dar, a una sola persona, no a dos, no a tres, a una solamente, en cualquier lugar, a cualquiera hora que pudiera, dejaba un papel en su ventana, lleno de frases que la enamoraban, lleno de frases que con sus ojos felices y sus dulces y tiernas lágrimas me llevaban mas allá de 7 mares de sueños y 5 océanos de colores.
Esa vida sin miedos que las masas predican, esa vida sin miedos, es como amar sin los ojos, cegado en una realidad en la que no puedes presenciar la belleza de todo.
Abriendo un par de puertas, las flechas en el camino promueven el olvido, las flechas en mi mente? promueven el destino, de tomarme de tu mano aunque sea en las gotas de lluvia, aunque sea en esa sombra que ha tomado tu figura, soy solo un cretino en una pirámide, sin un botón de pánico, no lo necesito, tengo pétalos con letras, y un montón de grietas en las paredes, grietas en donde voy guardando esas letras, y con las que sobran te dejo pistas, y una eternidad para que con tiempo descubras lo que siento y pienso por ti.
Armaba escenas con marionetas, pintados con perfectas sonrisas, como la que ella tenía, que con nerviosismo, demostraba que el tiempo sí se detuvo cuando la vi. Marionetas que no podían sufrir, que vivían abrazadas, y yo con recelos las miraba, sintiendo solo la mitad de mi ser, deseando poder reconstruir esa preciada sonrisa, en mi mente, en el viento, o en ella misma. |