De todas las cosas que he leído aquí en RAD y en otras coberturas socialistas, identificadas con el proceso me parece que es necesario sacar una conclusión:
Alguien en este gobierno revolucionario, bolivariano y con tendencias al socialismo siglo XXI tiene que explicarle a la opinión pública, a los camaradas, al pueblo, a los colectivos organizados, a los medios comunicacionales populares, que fué lo que pasó con este ciudadano JOAQUIN PEREZ BECERRA, porque de verdad alguien se equivocó, metieron la pata, tomaron una decisión y después no supieron cómo echar para atrás algo tan obvio, se apresuraron, se dejaron presionar por la cancillería colombiana, no averiguaron bien, no consultaron, no se asesoraron, no buscaron información en Internet, etc. etc. etc.
Las excusas y los argumentos de entregar a JOAQUIN PEREZ BECERRA pueden ser bien complejas y largas de explicar. Pero se cometió un error, y cuando se tenía todavía tiempo de corregirlo no se hizo. No se accionó la protección revolucionaria a los mismos soldados, mujeres y hombres, luchadores de años y de todos los días que sufren persecuciones inclementes de parte de los poderes establecidos, de parte de la hegemonía que quiere enclaustrar a los seres humanos a niveles miserables de explotación, combates milenarios que a nivel nacional e internacional tienen ya más de 500 años.
Cualquier camarada con algo de curiosidad, al leer la cronología, la biografía de este ciudadano colombiano, ahora nacionalizado en un país europeo, se hubiese dado cuenta que era un auténtico luchador social. Y que era meter en problemas de manera directa la imagen del gobierno bolivariano y revolucionario. Se atentó contra un refugiado político.
¿Qué camarada, o acusioso de los procesos vanguardistas, de cambio, noticioso, o un sencillo y cotidiano lector de prensa o internet en los últimos años no ha leido las noticias y las luchas de Anncol? De verdad que hay que ser bien caído de la mata para ignorar estos acontencimientos, y sobre todo si hay alguna duda. ¿Qué cuesta preguntar? ¿Qué pasa con informarse y asesorarse? ¿ Dónde estaban los asesores políticos?
¿ Estaban de vacaciones en Semana Santa? ¿Supieron de esta decisión y no la discutieron? ¿Sabían que el gobierno se iba a meter en problemas de imagen ante la opinión pública revolucionaria y no lo previeron? ¿No les importó?
¿La pregunta es quién dará la cara ahora ante los colectivos nacionales e internacionales por este dantesco error?
¿Quién asumirá la política de defender lo indefendible, cuando nos estamos jugando infinidad de cosas importantes para la revolución, junto con el poder popular, no sólo en Venezuela sino en otros países de América Latina y el mundo?
¿Quién garantiza la vida y la integridad de JOAQUIN PEREZ BECERRA?
Nos sentaremos a esperar una respuesta sensata, revolucionaria, racional, no acomodaticia de parte de los responsables de esta decisión. Mientras tanto ahora mismo ya JOAQUIN PEREZ BECERRA, seguro que debe estar en manos de las autoridades colombianas.
Con este error se acaba de fracturar y quebrar de manera violenta y contundente el legítimo derecho internacional de los derechos humanos, es un atentado directo contra los derechos de los perseguidos, contra los exiliados, contra los que piensan que pueden cambiar el mundo en la batalla de las ideas.
Si lo hablamos muy duro nos damos cuenta que son nuestros mismos derechos los que están siendo conculcados.
...¡Esto de verdad es un retroceso en la Revolución, tienen la palabra Camaradas! ... |