Subo, despego,
salgo de mis ojos cansados.
Paso la niebla,
la muerte,
entro en la luz,
el enorme horizonte de la nada
y divago.
Subo, despego,
salgo del divagar cansino.
Paso la oscuridad,
paso el azul,
entro en el silencio.
Silencio vacío de dolores,
floto a la deriva mansamente,
mansamente.
Me precipito al abismo,
caigo abruptamente
y paso y repaso los oscuros azules,
la luz, la niebla, la muerte.
Me estrello en el rojo.
sangre que hierve y palpita.
Me esparzo en un arco iris atónito.
Me aferro a la utopía de una sonrisa
que me llama.
Escapo ileso de una noche de espantos,
de inviernos afilados,
de una oscuridad rabiosa que mi llanto busca.
Despego, subo...
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