Quisiera hermosura, anochecer contigo,
a tu ardiente cuerpo poder acariciar;
absorber si pueda todo aquel abrigo
y hacerla energía que me haga volar.


Quisiera en la noche claroscura disfrutar
el olor y calor del cómplice refugio amoroso;
más lo que tus divinos senos me puedan dar
para demostrarte que eres mi absoluto gozo.


Quisiera, me hablaras con lenguaje de tus caricias
y desnuda me tocaras con el tacto de tu piel;
así alegrarme como al recibir idílicas primicias
que vienen de un mundo donde ya nada es cruel.


Quisiera amanecer contigo desde lo más oscuro,
ver que resplandeces con claridad que alumbra;
que desnudas pasión al amar, sin decir: ¡Lo juro!
pues, es eso a lo que mi yo mortal se acostumbra.


Quisiera anochecer mi bien, solo por tí lo digo:
para amarnos, soñar juntos y juntos despertar;
quisiera amanecer mi FLOR, siempre contigo,
y decirte cada día que por siempre te he de amar.