Mi mente se resquebraja en el delirio invertido
Entre los sueños eternos del no regresar
Y la distancia sumisa entre mi cuerpo y lo celeste
Divago en los pasillos oscuros y tortuosos
Me suspendo en los aires inertes sin respirar
Miro los techos pintados en fluorescente verticales
Corro sin moverme cual matriz en otras eras
La luz se me aleja y se me acorta la esperanza
A lo infinito se hace incalculable mi llegada
Inmutado en el lecho que ya no me pertenece
Entre torpes movimientos parapléjicos
Miro las mañanas que se me van por la ventana
Entre noches petroleados y chispazos de focos tenues
Mi vida ya no es mía hace tiempo
Ya la vida se cansó de mi cuerpo
Ya los hombres me miran cual desecho en los suelos
Y los ojos infinitos se recogieron a otros cuerpos
Mi vida que ya no es mía se aferra a la vida que ya pertenece
Enllagados están las espaldas, ennegrecidas
Ya los pies se rindieron a su forma de caminar
Las plantas se marchitan a mis miradas
Las aguas se enturbian a mis ojos flechados
La tierra se entumece porque sigo postrado en el trono sin corona
El ambiente se calcina enmohecido y húmedo
Porque el sol se aísla al despertar mis poros entre pieles sobrantes
Se ahuesan mis manos cual piel transparente
Se me ha caído la cara por ya no querer vivir más
Por esperar a la diosa negra encapuchada
Que no quiere venir por mí y se aleja
Volteando la vista maquinando más castigos
Mis ojos que brillan y saltan como último esfuerzo
Espera que lean su aviso de ruego lagrimoso
Pido ayuda a los otros ojos que me miran resignados
A seguir su camino infinito que esta ya trazado
A cortarle la respiración desesperada que desespera
A bajarle los ojos con la palma del adiós
Y vestirle de viaje al lugar del nunca jamás
Mi mente que chispazos de conciencia da
Quiere descansar para siempre en las estepas de junio
Quiere dejar la desdicha para otros que la soporten
Y acuarelarse en los cuadros de paredes familiares
Con los mil un rostros de conformidad caprichosa
Entre las cenizas sobrantes amalgamadas del abril
Encandilado en una vitrina caoba primaveral
Que guardará mi mirada para siempre en reflejos de pared gris.
Terrible y perfecta descripción.
me ha gustado el ritmo solemne que salia al irla leyendo. un salud mongar
28-04-2011
Hoy escuché a una comunidad de aborigenes reclamando por su pedazo tierra de donde fueron expulsados. Sostienen que ellos le pertenecen a la tierra, por tanto deben estar allí.Creo que la falta del sentido de pertenencia es lo que nos quita el sabor de la vida.
Gracias porque tocaste un tema muy profundo. azucenami