Vaya con Dios
Con su alma de poeta
Con la tristeza en su rostro
Por el dolor de no poder remediar
Lo irremediable
Vaya, poeta, a un mejor lugar
Donde moran los gnomos y las ondinas aladas
Y déjenos a nosotros
Los maldecidos habitantes del infierno sulfuroso
Sufrir aún esta condena.
Pero si en su viaje de ensueños
Se recuerda
Que al igual que Dios
Creò un universo paralelo al suyo
Entonces, espérenos
Que allí pronto estaremos
Sin lágrimas en los ojos
Sin tormento.
Déjeme seguir el diálogo con Simeón
Que se ha muerto un abogado de nombre Víctor Villegas
Adiós poeta
Texto agregado el 25-04-2011, y leído por 232
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