No una tarde cualquiera Esta tarde hemos quedado. Una única tarde. Por la noche, volverás con ella. ¿Me he de conformar con un puñado de horas condenadas ya desde su origen? Una tarde no es más que una tregua. E inexorablemente, vendrá la noche. Y sin asomo de piedad, la engullirá feroz. Algunos llaman a este crimen —eufemismos del lenguaje— atardecer.
Texto agregado el 24-04-2011, y leído por 292 visitantes. (2 votos)