La casa luce desierta también marca el silencio. A lo lejos hay palabras todas ajenas. Las palomas de ciudad gordas y ennegrecidas sobrevuelan el jardín buscando alimento. Las hojas ondulan desde los árboles de otoño que se desvisten sin temor alguno. Ciudad del sur en ella estoy con los recuerdos de hace tanto ya. ¡ De los deseos ni hablar !
Texto agregado el 23-04-2011, y leído por 84 visitantes. (2 votos)