–Capítulo 11–
Cita con los recuerdos
–Nidhogg eliminó a tus padres, y lo hiso de la misma manera que viste acabó con Selene.
Solo podía ver a Nid tapándose los oídos, yo no escuchaba nada. El tiempo se detuvo un momento, un largo momento, para luego comenzar a avanzar, y rápidamente. La imagen del Dragón avanzando hacia mí por el pasillo se me vino a la mente.
–¿¡CÓMO!? –gritaron todos menos yo, aun seguía impactada.
–Lo que oyeron.
Lo siguiente que vi fue a Nid tumbarse en la cama sujetándose la cabeza.
-¿Intentas decir que Dragoncito mató a los padres de Nida?
–No lo intento, lo estoy diciendo, y puedo afirmarlo porque yo lo vi. Nidhogg fue enviado a este mundo ese mismo día y aunque no lo recuerde, él lo sabe.
–¿¡Pero cómo!? Mis padres murieron en un accidente, eso es imposible.
–Tampoco lo entiendo muy bien pero puedo imaginar que tiene que ver con lo que tienes escrito en tu portada.
–¿Libera tu alma?
–Hace 13 años Nidhogg se durmió… y como imaginas se transformó en el gigantesco dragón. Los arcángeles llegaron de inmediato e intentaron detenerlo. No preguntes por qué, pero el Dragón no tenía dificultades para enfrentarse a ellos. Se veían derrotados, pero de repente tus padres aparecieron de la nada en un destello de luz, al ver humanos los arcángeles bajaron la guardia y el dragón atrapó con las fauces a Lucifer…
–¿Se desmaterializó?
–Comenzó a hacerlo pero lentamente, creo que ni al Dragón le era tan fácil deshacerse de un Dios. Tus padres al ver la situación intervinieron de inmediato, combatieron al dragón sin éxito. Aunque Balmung milagrosamente le hacía heridas, estas sanaban inmediatamente. Finalmente pasó, el dragón escupió a Lucifer y dirigió su quijada a tus padres desmaterializándolos. Sin embargo después de hacerlo sus ojos cambiaron al color verde y comenzó a volver a la normalidad, pero lamentablemente se llevó a tus padres, a Balmung y la vara que portaba tu madre.
–Así que eso fue lo que pasó…
–Nida no deberías culpar a Nid, el no tenía idea –lo defendía Sanae.
–Ella tiene razón, recuerda que cuando se hace Dragonsote no está consciente.
Seguían dándome innumerables razones para no culparlo, por supuesto que no lo hacia... lo que me interesaba era…
–¿Qué significa que haya alguna esperanza para ellos?
–No sé, y dudo que alguien sepa adónde va a parar la gente que es desmaterializada por el Dragón. Debido a eso simplemente decían que estaban muertos. Cuando un ente muere este se desmaterializa, así que asumíamos que morían –explicaba Nemhain.
–Oye Nid, supongo que no se sentirás culpable por algo así…
–Quería llevarme eso a la tumba… era algo que nunca me perdonaría, simplemente intente olvidarlo... aunque no lo recordaba sabia que lo había hecho.
–No te preocupes, mañana podrás contarme de ello. Recuerda que tendremos una cita…
–¿¡COMO!? –Akira y Sephi gritaron.
–Nid me eligió, el trato que hiso fue a cualquier chica de la habitación y yo soy una chica y estaba ahí.
–¡PERO! –Nemhain tomó el hombro de Akira, Sanae hacia lo mismo con Sephi, estas guardaron silencio.
–Entonces Nid, ¿serviría de algo si te dijera qué no importa?
–Aunque me haga sentir mejor, eso no evita el hecho de que los desmaterialicé.
–Puede ser, pero que sepas que no necesariamente están muertos, o por lo menos preferiría pensar eso. ¿De todos modos sabes que hace el pacto este?
–¿Hablas del de 13 versos supongo?, la verdad no lo sé pero debido a lo que pasó hace 13 años podría deducir que lo que hace es trasladarte desde este mundo hasta Sairacue… Lo siento Nida, pero creo que por hoy ya es demasiado. Si me disculpas... estaré aquí mañana, tengo algo en que pensar –Luego de decir esto, abrió la ventana y desapareció entre las sombras.
–Vaya, quedé realmente impactada.
–Oye Nemhain, ¿en verdad era necesario que dijeras eso? –Akira preguntaba algo molesta–; al parecer a Dragoncito le afectó mucho…
–Ese chico guarda más cosas de las que imaginan, ¿crees que con su edad no sabe nada?, deberían agradecer que esto era algo que yo sabía, además no fue tan malo… Nidavel no lo culpa después de todo.
–Me pregunto que pasara si te come el Dragón… –Sanae se preguntaba voz alta.
–Tal vez te envíe a alguna parte… –dijo Firion haciendo un enorme esfuerzo por pensar–. Opino igual que Nemhain.
–Pero Nemhain no ha dicho nada… –dije mirándolo.
–Le hablé como dijiste que lo hiciera esta tarde...
–Ahora que lo recuerdo me dijiste algo cuando peleaba con Nid –Firion cerraba los ojos para recordar.
–¡Creí que solo yo podía hablarte!
–Yo también, pero al parecer Nemhain también puede.
–¿Sephi podrá? –Sanae alzaba a Sephi de la misma manera que ella lo hacía con Flippy.
–¿Hacer qué?
–Sephi, intenta hablar con Firion pero sin usar tu boca para hacerlo –le dijo Stella.
–No entiendo…
–Mmm, piensa en algo pero hazlo como si te estuvieras dirigiendo a Firion, dile algo.
–Bueno, lo intentaré –miró detenidamente a Firion sin decir ni una palabra, este sonrió.
–Flippy es genial.
–¡Ohh!, ¡me leyó la mente!
–¿Será que puedo oír lo que me dicen los Entes?, cuando piensan en hablarme claro…
–Deberíamos probar con Nid también cuando regrese.
–Sí, también creo eso. Oye Nemhain respecto a lo que dijiste a esta tarde… ¿era cierto? –Firion debía referirse a lo de salir con Sanae.
–¡POR SUPUESTO QUE NO! –gritó ella cruzando los brazos.
–Ams, bueno era de suponerse además perdí…
–Yo me pondré a dormir, quiero que llegue pronto mañana para oír que cosas tiene Nid planeado contarme, aunque dudo que sea mucho.
Los demás siguieron hablando sobre diferentes asuntos, incluyendo como nos seguirían mañana, aunque no logré escuchar como lo harían debido a que me quedé completamente dormida.
Al día siguiente desperté temprano, sin embargo me quedé dormitando en la cama esperando a que alguien más despertara. Para mi sorpresa el primero en hacerlo fue Firion.
–Buenos días Nida, ¿así que madrugaste? –dijo estirando los brazos.
–Sí, espero a que las demás despierten. Ir a desayunar sola no es algo que quiera hacer…
–¿Desayunar? Ahhh, es cierto iré a vestirme. No me molesta tener que elegir entre toda la variedad solo –intentó salir de la cama pero tropezó y cayó, con el grito que dio las demás comenzaron a despertar.
–¿Ya están gritando tan temprano? –Stella pasaba la mano sobre sus ojos.
–Que una no pueda dormir tranquila… ¿A qué se debió eso? –Sanae bostezaba.
–Lo que pasa es que Firion no podía esperar a que Stella se despertara, así que decidió golpearse el mismo.
–Ja… muy graciosa. Me dolió bastante.
–¿Nid aun no regresa? –preguntó Sephi, no había notado que usaba a Flippy como almohada.
–No, yo creo que aparecerá cuando estime conveniente. Por cierto, los oí hablar ayer que buscarían la manera de informarse…
–Jeje, me declaro culpable –dijo Sanae mientras iba a cambiarse. Una vez vestida volvió a su cama, después de ella comenzaron a entrar todos por turno–. Te alegrará saber que hayamos la manera, y una muy efectiva.
–¿Y que tienen pensado hacer?
–Así… –Nemhain se dirigió hacia Akira, esta le entregó la Hoz–. Dame el poder de decidir quién muere, Hoz de Thánatos…
Después de dicho esto, el mismo circulo negro apareció alrededor de ella, solo que después de que el portal desapareciera, no había rastro de Nemhain…
–¿Que le pasó?
–Cuando Nemhain usa la hoz se vuelve invisible todo el tiempo, incluso no puede hablar. Intentó hacer que la pudiéramos ver como dijo Nid, eso de querer que te vieran pero no tuvo ningún efecto.
–Si ese es el caso, ¿no sería mejor esperar a que yo les cuente más tarde?
–Pero yo si puedo escuchar lo que dice ella –alzó la voz Firion.
–Exacto, Nemhain le hablará a Firion y el nos repetirá lo que dice.
–Jo, Nid tiene razón, ¿habrá algo que no se les ocurra? ¿En todo caso como piensan burlar que el sienta la fuerza espiritual de Nemhain?
–Nemhain dice que no tiene en ese estado, ella no puede sentir su propio espíritu –contestó Firion.
–Hm, entonces podría funcionar.
Luego de cambiarnos nos dirigimos juntos al comedor, donde siempre había comida. Estuvimos hablando hasta medio día, cuando finalmente Nid se mostró.
–Buenas –Se veía preocupado por algo, aunque nada nervioso.
–Buenas.
–Entre más rápido acabemos con esto mejor –dijo mientras se apoyaba en mis hombros.
Me puse de pie y despedí de todos. Me dirigí junto a él a los jardines del palacio, el se sentó en una banca con los brazos tras las cabeza y las piernas cruzadas, yo me senté a su derecha en la misma banca.
–Que romántico –dije bromeando.
–Sí, no imagino el poder que debe tener una banca para juntar a la gente.
–¿Vas a estar así todo el tiempo?
Dio un suspiro comenzó a hablar.
–Oh Nida, desde el momento que te vi por primera vez en Brisnoa sabía que estábamos hechos el uno para el otro... sabes, creo que esto no va a funcionar…
–¿Y qué tal si me hablas de ti?
–¿Que quieres saber? –Esta era la oportunidad de mi vida.
–Háblame de cómo era Sairacue.
Separó las piernas y apoyó sus brazos sobre ellas, en una posición agachada.
–Pues, no era muy diferente a este lugar. También se le aplican las mismas leyes, existen arboles, aire, fuego, piedras, en resumen es lo mismo. La diferencia es que existen las almas de los entes que fallecen allá, aunque muy rara vez se ve alguna, supongo que por eso nos envían aquí. Imagina que el mundo se llenara de almas, las cuales no tienen fecha límite en años de vida, pueden morir pero no de edad.
–Vaya, entonces por eso se adaptan tan rápido a este mundo. Y qué hay de tu vida en el castillo, ¿podrías hablar de ello?
–Veamos... Todos los días eran bastante similares, las sirvientas siempre intentaban mantenerme ocupado, incluyendo de noche. Recuerdo que unas pocas veces algunas se quedaban dormidas durante sus turnos nocturnos, yo simplemente las miraba e intentaba hacerlo, pero no podía por más que lo intentaba. Cuando despertaban se ponían histéricas creyendo que habían metido la pata, simplemente les decía que no se preocuparan y que no diría nada. Durante el día normalmente me entrenaba con diferentes personas, recuerdo que había sirvientas que peleaban excepcionalmente bien, así es como aprendí a usar de formas diferentes la misma arma, y adaptarme rápidamente a situaciones desventajosas. En todos los años que entrené nunca nadie me hiso esforzarme demasiado, con excepción de un ente el cual era muy anciano y llevaba un reloj de arena en la mano, luego de girar el reloj todo se veía en blanco y negro y el tiempo comenzaba a avanzar lentamente, recuerdo que tuve que ponerme la bufanda para lograr vencerlo. Lo otro que recuerdo es que me encontré el castillo destruido en unas cuantas ocasiones, siempre enviaban gente a este mundo luego de ello y nunca me dijeron que pasaba exactamente, simplemente decían que yo lo había hecho por quedarme dormido. En resumen eso sería todo, bueno además de lo que te conté que siempre traían chicas a través de los años, las cuales evitaba. Me llevaba mejor con las sirvientas las cuales no intentaban intimar conmigo.
–Vaya, pedazo de vida que tenias…
–Si quieres saber algo mas deberías preguntarle a Nemhain, por lo que dijo ella estuvo presente cuando sucedió tu sabes qué...
–Supongo que ahora me toca hablar a mí, aunque no es nada especial. Desde los 3 años que vivo en Brisnoa. Firion siempre fue como un hermano para mí y el anciano como un padre, aunque era el padre de todos los huérfanos, que no eran pocos…
–Me pregunto… –Nid se veía muy concentrado en algo.
–¿Qué cosa?
–Sucedieron muchas cosas hace 13 años. Primero tus padres fueron a Sairacue, segundo era el mismo día que el Archimago obtendría el pacto de 13 versos, tercero el sello en ti fue roto dejando libre tu fuerza espiritual y debido a eso yo fui enviado a este mundo y cuarto me dormí –Era cierto, cuatro cosas muy importantes habían ocurrido el mismo día.
–Tienes razón… ¿Qué crees que signifique?
–Es lo que intento imaginarme, pero esas cuatro cosas no parecen tener relación directa. Creo que aun falta algo, debe haber algo que una estas cuatro cosas…
–¿Tal vez algo escrito en mi alma?
–No lo creo, si hubiera algo ahí lo habría notado. Ahora que lo dices creo haberte dicho que te contaría algo escrito en esos libros.
–Sí, pero no es necesario.
–Para nada, lo otro no lo sabremos hasta que llegue el momento. Supongo que podría contarte algo y luego ir a otro lugar, la verdad ya comienzo a aburrirme de hablar tanto. Digo está bien quitarse un peso pero no mucho al mismo tiempo.
–Entonces, ¿hay algo en mi alma que debería saber?
–Veamos, creo que iba algo así: “Estamos en Tartárius, hace bastante que no vemos a alguno de los poseedores de Demonios. La verdad no sé qué intención tengan pero por alguna razón pienso que están de parte del Archimago, aunque no puedo afirmarlo ya que él ha cumplido su palabra y apareció solo para recibir el pacto que debíamos darle. Mi Marido a acabado con dos de esos sujetos, ahora acostumbra llevar a Balmung siempre desenvainada, según él es la única forma de no dejar que se complete el maleficio. Sin embargo creo que deberíamos ser más cuidadosos, experimento la felicidad de tener a mi hija junto a mí pero también comienzo a sentir el miedo de perderla... tener ambos sentimientos mezclados es algo terrible... Espero que en esta ciudad logremos encontrar información sobre esos sujetos. Después de todo por algo la llaman la ciudad de los demonios.”. Eso es todo lo que recuerdo, me pareció que te interesaría saber que tus padres sospechaban algo de ese sujeto.
–Qué raro, al parecer mi padre estaba sujeto a una maldición, por eso llevaba a Balmung desenvainada.
–Así parece…
–¿Sucede algo, tienes alguna idea?
–No, nada, solo algunas cosas se me vinieron a la mente, deberíamos irnos ya –Se puso de pie al igual que yo.
Recorrimos el enorme jardín, de verdad que era impresionante. Flores de todos colores por doquier, algunas del tamaño de mi cabeza. No pude evitar quedarme mirando unos arbustos enormes cortados en forma de animales y objetos, incluso había una versión a escala del palacio hecho de arbustos. Luego de terminar de recorrer el lugar volvimos al palacio para salir a la ciudad por la puerta principal, al parecer la gente ya no acosaba a Nid aunque si lo miraban de reojo, y algunos se acercaban a saludarlo diciendo que era todo un honor.
–Entonces, ¿donde quieres ir?, estamos en la parte de la cita que te toca decidir adonde ir.
–Podríamos ir a alguna cafetería… hace tiempo que no como algo dulce.
–Como quieras.
Luego de preguntarle donde ir a la siguiente persona que se acercó a saludarlo, nos dirigimos a la cafetería más cercana. “Caferreria” se leía en un letrero colgado sobre la puerta.
–Vaya, al parecer estos tipos meten esa palabra en lo que sea…
Luego de entrar nos sentamos en una mesa, Nid eligió una pequeña mesa redonda con tres sillas en ella, estaba al lado de una ventana. Se me ocurrió preguntarle algo.
–Oye, ¿por qué te gusta tanto estar cerca de las ventanas?
–Eso es porque en el castillo acostumbraba mirar por ellas hacia afuera, era genial ver todo desde la torre más alta.
–Disculpen, ¿qué van a ordenar? Y no se preocupen por los precios, lo que pidan irá por cuenta de la casa –El hombre muy emocionado nos entregaba los menús.
Me dirigí a la sección de postres donde había una gran variedad, desde helados hasta tortas.
–Yo quiero un trozo de Pastel de chocolate ¿Y tu Nid que vas a pedir?
–Hmmp, ¿que es “Helado de Dragón”?
–Es helado de Melón con algunos dulces, tiene la forma de una cabeza de dragón –Al parecer era un helado para niños.
–Quiero ese.
–¿Algo para beber?
–Pues veamos… quiero… zumo de frambuesa.
–A mi lo mismo que a ella.
–Entonces seria Pastel de chocolate, Helado de Dragón y dos zumos de Frambuesa, denme un segundo –El hombre corrió a la cocina.
Nid seguía mirando por la ventana, parecía buscar algo…
–¿Pasa algo afuera?
–Me parece haber visto a alguien… tal vez nos están siguiendo –No quitaba la vista de la ventana, la silla vacía hiso un pequeño ruido, al parecer Nemhain estaba ahí sentada–. ¿Que fue eso?
–¿Qué cosa? Yo no sentí nada…
–¿En serio?, bueno... supongo que habrá sido mi imaginación –después de eso siguió mirando por la ventana, pero no habló más del asunto.
–Aquí está lo que pidieron, esperamos que lo disfruten –El camarero traía una bandeja con lo que habíamos pedido.
–Entonces Nida, ¿Así me veo? –Daba vuelta el helado para que lo viera, era una pequeña cabeza de dragón saliendo de la copa, era verde y tenía dos dulces rojos en donde debían estar sus ojos, la boca la tenía cerrada y con dulces blancos simulaban sus dientes. La verdad era bastante similar dejando de lado que el del helado no tenía las cicatrices.
–Sí, algo así, pero esa misma cabeza es del tamaño de un pasillo –le respondí mientras comía el pastel, estaba delicioso.
–Vaya, diría que son unos 2 metros y medio, si esa fuera la cabeza… debe medir en total unos 15 metros sin contar la cola –parece que lo pidió solo por eso, estaba más interesado en sacar cálculos que comerlo.
–¿Cuando termines de analizarlo podría comérmelo yo?
Pero seguía sacando cuentas… no escuchó lo que decía al parecer.
–¡Oye!, se supone que estamos en una cita, ¡deberías oír lo que te digo!
–¿Cómo?, Ahhh, es cierto, ¿qué pasa?
–Pregunte si te comerías el helado.
–Yo creo, por algo lo pedí ¿no? –por lo anterior dudé mucho que lo pidiera para comérselo.
Luego de que ambos termináramos agradecimos al camarero. Aunque hubiera dicho que era gratis Nid le dejó una porción de la pequeña montaña de fragmentos de piedra espiritual que había quedado después de todos sus intentos fallidos, el hombre saltaba de alegría. Después de salir nos dirigimos al Palacio, ya empezaba a hacerse tarde. Una vez ahí me sorprendió no hallar a nadie en el comedor.
–Vaya… quien diría que no estarían atiborrándose de comida.
Pero justo en ese momento los demás entraron por donde mismo nosotros lo habíamos hecho, Nemhain los acompañaba y Akira tenía la hoz sujeta a la espalda. Venían bostezando y estirándose, aunque me parecía sobre actuado.
–¡Hmmm! –Stella se estiraba, al igual que los demás–. Fue una excelente siesta…
–¿Durmieron toda la tarde? –preguntó Nid.
–Si, después de ayer estábamos agotados…
–¿Y podría saber porque vienen desde el pasillo que lleva hacia afuera?
–Pueess, es que fuimos a tomarla a la posada Herrera –contestó Sanae, al parecer no habían planeado nada por si pasaba esto.
–¿En serio…? ¿Entonces vienen estirándose y bostezando desde allá? –dios, no sé como escaparían de esta.
– Pues… preparábamos el cuerpo para la cena, solo de pensar en el trabajo de comer tanto nos da sueño… –Cualquier respuesta hubiera sido mejor que la que dio Firion.
–¿Así que es eso…? al parecer tendré que ser más directo… ¿Cómo explicas que la única arma que lleven encima es la única que te hace invisible...? –debieron dejar las demás en la habitación, después de todo la ciudad estaba llena de dementes por las armas.
–Eso es fácil Dragoncito, no puedo dormir bien si no la abrazo antes –dijo Akira, las respuestas que daban eran cada vez más poco creíbles.
Luego de que Akira dijera eso, Nid puso sus manos tras la cabeza y comenzó a caminar en dirección a los cuartos.
–Lo que digan, por cierto Nemhain, si quieres que te vean cuando usas la hoz basta que uses la cuchilla del arma para cortar un simple cabello de la persona, eso cuenta como atacarla… También sería conveniente que supieran que aunque no podía sentirla, si que podía sentir el espíritu de ustedes... –Y desapareció girando en el pasillo.
Todos nos quedamos parados mirándonos.
–¡Maldita habilidad que tiene! ¡Mi plan perfecto! a veces siento ganas de golpearlo –tomó a Flippy y comenzó a girar su puño en el estomago del pobre animal de peluche.
–¡Oye suéltalo!, Flippy no tiene la culpa de que no seas tan buena planeando cosas.
Luego de que todos discutieran y se echaran la culpa de que habían sido descuidados y que por eso los había descubierto, nos sentamos alrededor de la gran mesa.
–¿Y qué tal les fue?, ¿funcionó el método aunque fueran descubiertos?
–La verdad bastante bien, aunque era difícil saber si lo que decía lo alcanzaba oír Firion, después de todo había momentos en que no tenía idea donde estaba –explicaba Nemhain.
–Oye Nida. ¿Es cierto lo dijo Dragoncito?... que desde la primera vez que se vieron estaban hechos el uno para el otro ¿¡no me digas que en verdad le gustas!? –Lo decía como si toda su vida dependiera de la respuesta a esa pregunta.
–Lo dijo bromeando.
–Supongo que sabiendo que nosotros estábamos ahí, fue para molestarnos –dijo Sanae, no había pensado en esa opción antes.
–Sí, eso debe haber sido...
Luego de hablar de la “cita” junto a todos los demás, llegamos a las mismas conclusiones. Cuatro eventos en un día, y que faltaba una o más piezas para lograr encontrar una relación entre ellas. A Akira y Sephi les importaba mas saber mi relación con Nid, lo cual me aburría de repetirles que no era nada serio ni por supuesto lo que ellas imaginaban. Después de un par de horas de comida y conversación nos dirigimos a nuestros cuartos, ya era tarde y recordé que al siguiente me tocaría pelear contra Nid… Nos dirigimos a la habitación, las 8 camas seguían ahí pero todo estaba completamente ordenado.
–Y Nida, ¿tienes algo planeado para mañana? –Preguntó Sanae–; sin Nid presente podemos hablar libremente…
–Supongo que esforzarme al máximo, después de todo aun sé muy poco de Balmung. Ni siquiera sé si tiene algún elemento.
–Es elemento Aire –dijo Akira–; pensé que lo sabías, después de todo casi todo de esa arma refleja al aire… te hace ligera y te mueves rápido.
–Si ese es el caso tienes razón, de todos modos nunca me detuve a meditarlo… Jeje.
–¿Y tú Akira?, ¿crees poder ganarle? Después de cómo nos venció a mí y a Firion no sé si la Hoz de Thánatos te dé una oportunidad.
–Ustedes no ven lo que veo yo, Dragoncito me dio esta hoz para que lo venciera y poder besarme.
–Imagina que clase de idioteces decía después de oír lo que Firion decía esta tarde… incluso intentó golpearlo al principio –Sanae me decía en voz baja–. ¿Y qué hay de ti Nemhain? Al parecer serás la última.
–La verdad no he pensado mucho en ello, no me veo con mucha esperanza ya que fundirme en las sombras no es muy efectivo a plena luz del sol, incluso si hay mucho sol no podré usarlo.
–Bueno, era de esperarse que una habilidad tan genial tuviera sus limitaciones –dijo Firion–; aunque me gustaría saber de que es capaz esto… –Miraba su espada.
–A mi también, pero no tenemos ni idea de cómo se liberan –señaló Sanae–; tal vez hubiera tenido alguna oportunidad si supiera. Si lo recuerda le pediré la revancha.
–Nosotros también –Firion y Stella opinaban igual.
–Si apenas pudo contra nosotros sin liberarlas, imagino que no tendrá ninguna oportunidad si lo hacemos.
–Mi gigante no sirvió de mucho…
–Tal vez le pase como Akira con la hoz, su habilidad se traspasa. Deberías haberte enfocado en derrotarlo como si fuera un enemigo, ahí quizá el gigante hubiera sido mucho más fuerte –explicaba Sanae, tenía bastante sentido lo que decía.
–Oye sí, me pregunto qué pasará si uso la Hoz de Thánatos… –dijo Firion.
–Tienes razón, ¿por qué no probamos que hace con cada uno? –Akira se volteaba a recoger la hoz que reposaba a un lado de su cama.
Todos nos juntamos en el centro de la habitación, decidimos que probaríamos usando el mismo método de Nid saltándonos a Sephi debido a que decía que apenas podía levantarla cuando lo intentó, Sanae sería la primera, luego Firion, Stella y finalmente Yo.
–¿Como era que se hacía? –preguntó Sanae poniéndose de pie con la Hoz en la mano, todos nos sentamos alrededor para mirar.
–Junta las piernas y toma la hoz como lo hacía yo, luego recita “Dame el poder de decidir quién muere, Hoz de Thánatos”.
–Veamos… ¡Dame el poder de decidir quién muere, Hoz de Thánatos!
La hoz comenzó a desvanecerse lentamente, era algo que no había visto en ninguno de los intentos anteriores… sin embargo un tétrico ambiente llenaba la habitación, similar al sonido que se oía cuando los demás la usaban. Después de unos segundos la hoz desapareció completamente, Sanae nos miró diciendo;
–¿Qué pasó?, ya no la siento en mis manos… –Incluso cerraba los puños para demostrar que la hoz no estaba.
Pero lo que ella no notaba era que una figura similar a la de Nid usando la hoz estaba tras ella, sujetando el arma en alto, todo fue muy rápido… La figura bajó la cuchilla directa a Sanae, si no hubiera sido por Firion que saltó encima de ella, Sanae hubiera sido cortada por la mitad. La hoz quedó clavada en el piso y la figura que la empuñaba desapareció.
–¿¡Qué demonios haces!? –Sanae empujaba a Firion para quitárselo de encima– ¿¡A que viene saltarme encima!?
–¡Pero si casi te mueres! –Sanae tomó su vara y lo golpeó en el estómago, Firion cayó al piso por el golpe.
–¡Para que aprendas a no saltarme encima!
–Oye Sanae, Firion te salvó la vida –le dije señalando la hoz incrustada en el piso.
–¿¡Co–cómo?!
–Waaaahh, me dio mucho miedo. ¡Creí que nos dejarías! –lloraba Sephi sujetándola de la cintura.
Luego de explicarle lo que había pasado decidimos no volver a tocar la hoz, que seguía firmemente clavada, Sanae se disculpó con Firion unas cien veces antes de que llegara la persona que estábamos esperando…
–¿Que hacen despiertos tan tarde? –debían de ser cerca de la 1 de la mañana–; creí que tenían claro que hoy pelearía el resto de personas.
–¡Oye Nid!, ¡la hoz casi mata a Sanae! –le dijimos todos con diferentes palabras.
–¿¡No me digan que intentó usarla!? ¿¡Está bien!?
–Sí, estoy bien, Firion me salvó de lo que iba a pasar.
–Vaya, no pensé que se les ocurriría algo como eso, ¿por qué demonios creen que hago un arma para cada uno?
–Lo siento Dragoncito, no debí proponer que la usaran ¿pero qué fue lo que pasó?, no hemos tocado la Hoz desde entonces.
–Pasó que si la usa alguien que no sea de nuestro elemento la hoz lo ataca, algo similar a lo que hacen las campanas.
–Si alguien que no sea de mi elemento la usa, ¿pasará algo así?
–Si alguien las usa quedará inconsciente, el agua del escudo ahogará a la persona que realice el llamado hasta dejarlo inconsciente, de todas maneras es mucho menos grave que la hoz, la cual intenta tomar la vida de quien lo intente.
–¿Entonces las armas Alquímicas solo pueden ser usadas por gente del respectivo elemento?
–No, lo que digo es que solo pueden ser liberadas por alguien del respectivo elemento. Con excepción de lo que tienes en tu cintura –le dijo a Sanae.
–¿Qué pasa con mi vara?
–Se llama Laevateinn, y según lo que leí puede ser liberada por cualquier elemento –creí haber leído ese nombre en algún lugar, tomé el compendio pero no lo hallé.
–¿Recordaste como puedo liberarla?
–No, solo recordé su nombre, en todo caso no lo hagan de nuevo, ¿entendieron?
Todos prometimos no volver a hacerlo, Akira tomó la hoz con cuidado y la dejó al lado de su cama. Apagamos las luces y nos dirigimos a nuestras respectivas camas. Nid seguía mirando por la ventana, empezaba a creer que era alguien bastante predecible.
–Oye Nid, ¿entonces nunca podré liberar a Balmung?
–¿Y eso por qué?
–Pues, porque Balmung es elemento viento ¿o no?
–Es elemento luz, una cosa muy diferente es el elemento que emane al elemento del que esté hecha. La espada está hecha de elemento luz pero controla el viento. La verdad es bastante complicado y ni Ellheim lo explicaba bien, es por eso que debí utilizar información de la Biblioteca universal para poder completarla.
–Ams, de todos modos me pregunto cómo se liberará…
–Ni Ellheim lo sabía, el simplemente la pudo hacer y no tengo la menor idea de dónde sacó el conocimiento para hacerla –Nid miraba a la luna.
–Vaya, al parecer se suma un nuevo misterio a todo lo que ocurre…
–Como te dije hace tiempo, todo tiene explicación... O por lo menos espero que lo tenga.
–Opino igual, creo que debería descansar ya que por el orden seré la primera en pelear contra ti mañana.
–Y que sepas que mañana no te lo pondré fácil.
Luego de oír eso caí dormida, imaginando como seria la gran pelea de mañana.
Al día siguiente desperté de muy buen humor, y no era para menos ya que ese día podría mostrar mis habilidades y el día anterior había obtenido mucha información sobre el pasado de Nid. Lentamente iba conociéndolo mejor, según mi opinión claro. Cuando regresé de cambiarme pude darme cuenta que los demás comenzaban a despertar.
–Vaya Nida, que novedad, últimamente eres la que despierta más temprano –Firion se ponía de pie para cambiarse.
–Pues sí, la verdad no lo había notado ¿No es genial?
–El problema es que nos despiertas a los demás… Deberías hacer menos ruido –Sanae se incorporaba.
–Hoy serás la primera ¿crees que podrás? –preguntó Firion.
–Hm, no sé, la verdad yo tengo menos experiencia peleando pero tampoco creo que me la haga muy difícil…
–Te equivocas, planeo llevarte al límite hoy –la voz de Nid venía desde afuera.
–¡Oh!, Dragoncito me llevarás al límite… –Akira abrazaba su almohada, seguía dormida al parecer.
–Vaya, me pregunto que estará soñando… –dijo Nemhain mientras pasaba su mano por su espalda.
Luego de que todos despertáramos nos preparamos para dirigirnos al comedor, para el evento de mas tarde necesitábamos alimentarnos, sin embargo después de equiparnos nuestras respectivas armas la puerta de la habitación se abrió de golpe.
–Disculpen por entrar así de repente pero tenemos un problema… –Forgre se veía agitado, al parecer había llegado corriendo.
–¿Que sucede?
–Es Tyrfing, cuando cualquier soldado la toca, automáticamente recibe un corte en ese punto. Desde esta mañana que no podemos sacarla del estante, lo raro es que no tuvieron problema ayer para dejarla ahí.
–Supongo que esta maldita después de todo… –dijo Nid pensativo.
–Pero yo no vi nada de eso entre sus propiedades –afirmaba Akira.
–Una maldición no es una propiedad. Forgre, creo que tengo una manera de solucionarlo, ¿donde está ahora la espada?
Todos salimos de la habitación siguiéndolo, nos hiso avanzar por numerosos pasillos hasta que llegamos a unas largas escaleras circulares. Luego de bajar por ellas abrió una puerta usando una llave que llevaba al cuello. La habitación estaba completamente vacía aunque era de gran tamaño, por alguna extraña razón me recordaba al estudio de Valiant, solo había una cosa en la habitación y esta era un pequeño estante con Tyrfing enfundada.
–¡¿Qué rayos es eso que emana?! –gritó Sanae apenas entramos.
La espada, a diferencia de hace dos días emanaba un color negro, muy similar al humo que salía del circulo de Akira cuando usaba la Hoz.
–Pues no lo sabemos, simplemente cuando volvimos hoy a retirarla estaba así… ¿Tienen alguna idea de que le ocurre?
–Hm, pues sí, tengo una idea de lo que podría ser –Nid comenzó a avanzar hacia la espada.
–Te recomiendo que no la toques, si lo haces te lastimará…
–Descuida, observen esto.
Nid, que estaba frente a Tyrfing levantó la mano tomándola desde la empuñadura, sin embargo no hiso ningún gesto de que esta lo lastimara, es más, incluso la sacó del envaine. Al momento de retirarla esta comenzó a emanar mas humo el cual tomó forma, recordándome a cuando la extraña sombra que detrás de Negamos nos hablaba. La extraña forma seguía moviéndose y adaptándose hasta…
–¡EL DRAGÓN! –gritamos todos.
Sobre Nid se veía la cabeza del enorme Dragón, fantasmal y unida a la espada. Era impresionante, el Dragón sobre Nid nos observaba, incluso respiraba. Era bastante real solo que mucho más pequeño que el original.
–Con que así es como me veo… Nida tenias razón, es muy parecido al Helado de ayer.
–Vaya, es la cabeza de un Dragón, incluso se mueve –Forgre la miraba impresionado.
–¿Sabes que es lo que sucede con la espada? –pregunté.
–Puedo hacerme una idea, ¿recuerdan lo que dijo Akira, de las habilidades de Tyrfing?
–Pues, recuerdo haber dicho que las heridas que causa duran el doble, desenfundarla es mortal y que consume espíritu…
–Lo último, al parecer consumió mucho espíritu y parte de ese espíritu pertenece al Dragón… –Nid apuntaba hacia arriba–, lo supe al entrar a la habitación.
–¿Entonces es tu fuerza de espíritu lo que daña a los guardias?
–Seguramente, aunque me pregunto…
Nid comenzó a caminar hacia nosotros, con la larga espada apuntándonos, aunque más bien apuntaba hacia Forgre.
–¿¡Que es lo que intentas!? –Forgre comenzaba a asustarse.
–Descuida, simplemente no te muevas y no te pasará nada…
La Fantasmal cabeza ahora estaba frente a nosotros, salía desde la punta de la espada y apenas estuvo cerca comenzó a agitarse y abrir la boca.
–¡Nid detente! –le grité.
La boca abierta del Dragón comenzó a desmaterializar lentamente la barba de Forgre, pero muy lentamente.
–Disculpa que haya hecho eso, es que necesitaba saberlo. Al parecer si es el Dragón después de todo…
–¿¡Me acaba de desmaterializar la barba!? –Forgre se tocaba el sector donde le faltaba una pequeña cantidad de cabello.
–Como sea, volvamos la espada a la normalidad. Sanae y Nida, las necesito a ambas.
Volvía a dejar la espada en el estante, aunque sin funda. Yo y Sanae dimos un paso al frente y avanzamos hacia él.
–¿Para qué nos necesitas?
–Calma, hay que hacerlo paso a paso. Primero Nida, desenvaina a Balmung –La desenvainé como me pidió.
–¿Y ahora qué? –pregunté mientras apoyaba la espada en el suelo.
–Esperamos unos segundos… –Balmung que comenzaba a brillar.
El brillo era cada vez más intenso, y al mismo tiempo Tyrfing emanaba menos aura. Hasta el momento que la espada dejó de emitir el humo completamente.
–¿Que fue lo que pasó?
–Balmung puede cancelar maldiciones, ¿recuerdan?, la resistencia a maldiciones que tiene se extiende en un radio para así proteger también al portador, en resumen la espada ya no está Maldita.
–¿Y por qué me necesitas a mi? –dijo Sanae, yo también me preguntaba lo mismo.
–Vaya, tu mente no es tan ágil después de todo…
–¡Oye!
–Disculpa, tiendo a decir lo que pienso, como iba diciendo te necesito por tu habilidad, la que llamaste maldición en Irias –Nid debía referirse a lo de absorber fuerza espiritual–. Necesito que absorbas la fuerza espiritual de la espada.
–¿Pero no sería peligroso?, digo ya alcancé mi máximo absorbiendo la piedra espiritual…
–Oye ahora que lo pienso, si Sanae absorbió la piedra entonces debería tener el máximo posible ¿no?
–En efecto, ella alcanzó el máximo posible, pero SU máximo… recuerda que todos tenemos uno definido. Por lo que puedo sentir en ella simplemente la energía espiritual que tiene se repone un poco más rápido de lo que le cuesta mantener a Sephi en este plano, sin embargo si llegara a pelear usando muchos pactos Sephi podría llegar a desaparecer cuando se agote esta reserva.
–¡Aun no me contestas!, si toco esa cosa ¿podría hacerme daño?
–Lo dudo ya que la maldición ya no está activa, lo único que harás será disipar la fuerza espiritual al piso, es como cuando a un vaso se rebalsa. El agua cae pero el vaso no se rompe –usó palabras entendibles, era un milagro.
Sanae se aproximó a la espada y la tocó, el piso en sus pies comenzó a sufrir daños aunque nada grave, después de unos 10 minutos el suelo debajo de ella ya era un pequeño agujero, pero luego de un tiempo este dejó de quebrarse.
–Listo, Sanae suelta la espada antes de que Nida enfunde a Balmung.
Luego de que Sanae soltara la espada, envainé a mi arma. Forgre le dijo a uno de los guardias que intentara tocar la espada, como era de esperarse no le hiso ningún daño.
–Vaya chico, ¿cómo sabias todo eso?
–Digamos que he leído muchos libros.
–Me muero de hambre –Firion se frotaba el estomago.
–Oh, mirad que tarde es, ya es hora de almorzar. Disculpen por haberlos mantenido ocupados en algo como esto.
Subimos las interminables escaleras hablando del asunto de la espada y de cómo Nid tenía la capacidad de rara vez equivocarse, a lo que nos respondió “Las cosas que suceden no son más que piezas, a veces elijes que piezas usar, y otras simplemente tienes que ver que encajen” luego de notar que la mitad de nosotros no entendió el mensaje, se puso a reír tanto como el primer día que lo vi en Brisnoa… A medida que pasaba el tiempo me daba cuenta de que no solo tenía características humanas, como sangrar, sino que lentamente comenzaba a actuar similarmente a uno.
Llegamos al comedor, por primera vez Forgre nos acompaño tomando asiento, al parecer quería participar en la conversación.
–Hoy acabamos chicos, espero que hoy sea tan emocionante como hace dos días. Aunque admito que Nidhogg es un excelente guerrero, me gustaría ver que sigan intentando vencerlo, cada vez que los veo pelear las palabras de Ellheim resuenan en mi cabeza y pienso que estaba en lo correcto, el arma y la persona es un todo que se enfrenta a un oponente en las misma condiciones, les diré las mismas palabras que hace dos días, ¡Esfuércense!
Forgre alzó su copa al igual que todos nosotros para luego beber de ella, finalmente terminamos de comer, descansamos unos minutos y nos dirigimos al jardín.
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