–Capítulo 6–
La raíz del Yggdrasil
El ambiente era nocturno aunque no pensaba que fuera de noche, nubes negras cubrían completamente el cielo y un silencio de ultratumba se apreciaba. Estábamos a la orilla de un pantano, a lo lejos se veía una enorme mansión que era casi tan grande como la biblioteca universal, pero muy diferente estructuralmente… Estaba muy deteriorada y las pocas ventanas que tenía estaban cubiertas por cortinas negras rasgadas.
–Los esperaré aquí chicos, intenten no tardar mucho ya que este lugar me pone los pelos de punta.
–Gracias por traernos. No se preocupe, volveremos pronto.
Comenzamos a avanzar hacia la mansión por un estrecho camino de tierra que separaba el pantano en dos y hacía de “puente” a la entrada. Cuando llegamos a la puerta escuchamos una voz muy extraña.
–Creí haber dejado claro… que solo sería la alquimista y su ente… –Era una voz fantasmal diferente a cualquier cosa que había oído.
–Seguiremos caminos separados, estamos cumpliendo los términos de la carta –gritó Nid hacia la puerta.
–Mmm… Está bien… mientras cumplan las condiciones…
Las puertas empezaron a abrirse lentamente junto al crujido de la madera que las sostenía. Apenas entramos comenzaron a cerrarse de la misma misteriosa forma en que se abrieron.
–Hasta luego y suerte –dije a los demás.
–Igualmente.
Yo y Nid subimos las escaleras mientras que los demás seguían por la planta baja. El lugar era horrible, las paredes estaban manchadas de lo que parecía sangre, huesos tirados por doquier, tanto humanos como de animales. Me sentía tan intimidada por el tétrico ambiente que caminaba pegada a Nid.
–Sabes, deberías tener tus emociones más bajo control. No puedes tener miedo solo por el ambiente, hay cosas mucho peores que paredes que gotean…
–¡Lo–lo siento! –Pero seguía pegada a él.
–Me pregunto si iremos en la dirección correcta. Hmmm, probaré algo... –dijo en voz baja– ¡Se que estás ahí, muéstrate! –Silencio–; que mala perdedora eres, después de que es tan fácil saber que nos sigues, Akira Liat…
Al momento en que termino la frase, de la nada apareció una chica usando un traje de sirvienta completamente negro y algunas tonalidades blancas.
–¿Como supiste que te seguía?, y peor, hasta me nombraste.
Era una chica bastante joven, cabello largo y rojo con ojos del mismo color que expresaban una intensa seriedad.
–Tú eres la sirvienta que vi la primera noche… Respecto a tu pregunta, a decir verdad no lo sabía, pero ahora que te mostraste lo sé.
–¿¡Cómo!? , ¡Pero incluso me nombraste, no me tomes por tonta!
–Es cierto, simplemente comencé a hablar. Si había alguien siguiéndonos, nos escucharía. Y si no había nadie, no hubiera pasado nada. Con respecto a tu nombre, si lo piensas es bastante simple ya que no es común que la dueña de la mansión atienda invitados… conociendo eso y aplicando el descarte, lo más probable es que fueras tú –Akira estaba sin palabras, miraba a Nid con incredulidad–. Nos preguntábamos si íbamos por el camino correcto, ¿lo estamos?
–Infeliz… –dicho esto desapareció de la misma manera que apareció anteriormente.
–Esta gente no acepta perder. Bueno sigamos, por lo menos ya sabemos cómo es una de nuestras anfitrionas.
–¿¡Como se te ocurrió eso!?
–Es lo mismo que hice con Sanae cuando se hirió Vidofnir, solo que más elaborado…Jajaja, solo bromeo. Olvidas que puedo sentir la fuerza espiritual, y la de esa mujer es bastante alta. De todas maneras hay que tener cuidado, estos lugares en ruinas no son muy seguros. Podría derrumbarse bajo cualquier circunstancia, aunque me preocupa más que hubiera una trampa o algo.
A medida que avanzábamos cada vez se hacía más oscuro, ninguna trampa hubo durante el camino, ni tampoco algún signo de derrumbe.
–Hm ¿será que nos quiere ilesos hasta que lleguemos?
–Espero que Firion y los demás estén bien…
–Yo no contaría con eso, y ustedes tampoco lo estarán. Si quieren continuar deberán pasar sobre mí –Oímos la voz de Akira mientras salía desde un rincón.
–Sí es lo que quieres… –Nid tomó impulso y avanzó rápidamente hacia ella. Akira se puso en guardia solo para ver a Nid que saltaba sobre ella–. Listo, puedo pasar, ahora te toca Nida.
–¡No solo te burlaste de mí antes, sino que ahora lo repites! NEMHAIN, ¡ELIMÍNALO! –Nid se puso la bufanda y apareció junto a mí.
–Atenta Nida…
Una sombra bastante extraña se movía rápidamente desde Akira hacia nosotros, aunque más precisamente directo a Nid. Alcanzó a bloquearla para después notar que había desaparecido. Ambos nos veíamos mirando en todas direcciones esperando saber desde donde vendría el próximo ataque, Nemhain se acercaba, atacaba y se retiraba rápidamente de forma continua.
–No será… fácil… matarlo… –Lo que supuse era su voz, parecía más un murmullo con eco, era la misma voz que nos recibió en la puerta.
–No merecen ni ver a mi Ama, morirán aquí mismo… Activo el pacto "Uyuzu yen ja gixu, uyuzu yen ja uqpu, paojhkuho, jepzku xo Mórrigan" –“Acaba con su vida, acaba con su alma, muéstrate, sombra de Mórrigan”. Pacto de 7 versos, recordé el compendio y rápidamente lo abrí.
–¡Nid! quizá esto te ayude; Nemhain: Fracción del fantasmal Mórrigan, deidad de la guerra irlandesa que combate sin razón y con locura a sus enemigos.
Después de leer en voz alta, Nid pareció recibir un golpe, ya que se llevó la mano al costado.
–No podemos verla, es como dice ahí –Se movía continuamente evadiendo golpes que no veía y bloqueando otros.
Piensa, Piensa, me decía a mí misma. ¿Cómo vencer a un enemigo invisible…? Mientras pensaba dirigí mi vista a Akira, la cual no parecía feliz con lo que hacía, incluso tenía una mirada de decepción. En ese momento escuché en mi cabeza “No ataques a su puño si puedes alcanzar su cuerpo”. Espera… si había una forma, lo que oí tenía algo de razón…
–¡Nid!
–¿¡Qué!?
–¡Ataca el único blanco visible que tienes! –Nid comprendió de inmediato. Volvió a subir su bufanda para luego aparecer detrás de Akira.
–No hay nada que no tenga un punto débil... –golpeaba a Akira en el cuello detrás de la cabeza. Esta cayó al suelo desmayada, al mismo tiempo la oscuridad empezó a disiparse. Nid se agachó y comenzó a registrarla.
–¿¡Qué le estás haciendo!?
–Busco esto –me mostró su grimorio Negro, sacó una cuerda del bolso.
–¿Qué tienes en mente?
–Observa.
Comenzó a atar el grimorio a la espalda de Akira, preocupándose de que ningún rastro de la cuerda pudiera ser visto por delante.
–Listo, sin su grimorio no debería ser un problema en el futuro.
–¿Crees que no se vaya a dar cuenta?
–Aunque así sea, no sé cómo se las arreglará para quitárselo –dijo riendo.
La dejamos ahí y seguimos avanzando. Luego de unos 15 minutos caminando bajamos unas escaleras y llegamos a una gran habitación circular donde la oscuridad era casi total. Solo había unas pocas antorchas iluminando el sitio. Al fondo se veía una figura cubierta por una capucha, al vernos se puso de pie.
–Bienvenida, Nidavel Naglfar. Gracias por aceptar mi invitación, mi nombre es Selene Cruetelli, Señora de esta Mansión. Un gusto poder conocerte en persona.
–Cumplimos nuestra parte. ¿¡Donde está Sephi!?
–Está ahí… –señaló a un rincón.
Sephi estaba atada en el lugar señalado. Apenas Nid dio un paso en su dirección un enorme monstruo se interpuso.
–Me tomé la libertad de esperarlos con mi invocación personal, espero que no les moleste.
El monstruo era una mujer con torso de serpiente.
–Lamia, sujétalo –Rápidamente el monstruo intentó sujetar a Nid, pero este se movió tan rápido que no pudo atraparlo–. Si yo fuera tu dejaría que lo hiciera. –Selene sujetaba un cuchillo apuntando al cuello de Sephi. Ni siquiera me percaté del momento en que se movió a esa distancia–; también supongo que sabes que ocurrirá si te colocas la bufanda.
–¿Pero la dejarás ir?
–Por supuesto...
Nid se acercó al monstruo y este lo envolvió completamente. Selene tomó a Sephi de las cuerdas en su espalda diciendo; “Ve pequeña te dejo ir”, y la lanzó hacia delante.
–¿No quieres irte?, bueno, que pena...
–¡Oye eso es injusto! –le grité.
–Cumplí mi parte… No hay nada que no tenga un punto débil… son tus palabras ¿no? Por más rápido que seas, si no puedes moverte es inútil. Además debo admitir que tienes bastante fuerza, pero el agarre de Lamia es algo fuera de tu alcance.
¡Tenía que hacer algo! Apenas acerqué la mano al grimorio me di cuenta que no estaba, Lamia lo sujetaba con su cola.
–Esperaba más resistencia de parte de ustedes… Vencer a Akira no es tarea fácil, tener amigos los hace débiles y fácilmente manejables –miraba a Sephi que se retorcía intentando zafarse.
–¿¡Por qué nos hiciste venir aquí!?
–Inicialmente solo quería tu sangre. Nunca pude beber la de tu padre, y no solo eso sino que también escapaba fácilmente de cualquier artimaña que le preparaba, hasta que llegó un momento en el cual murió y desistí de lograrlo... Sin embargo por fin podré beber su sangre, aunque no sea de él precisamente. Pero lo más importante. Te quiero a ti…, sabes qué es esto ¿no? –dijo mostrándole una pequeña rama a Nid. Apenas la vio comenzó a esforzarse aun más en zafarse–. Esto es lo que se llama raíz del Yggdrasil, es un objeto único en el mundo y me costó mucho conseguirlo, por lo que hace diría que valió la pena. Debería forzarte a adoptar tu forma final, y no solo eso... Ya que no lo has logrado por ti mismo aun, perderás la conciencia en el proceso y te convertirás en alguien violento, estoy intrigada por tu verdadera forma… –En ese instante Lamia presionó mas a Nid asfixiándolo, el cual desmayó segundos más tarde–. Alquimista, te daré la oportunidad de presenciar el caos que hará tu compañero, antes de eliminar tu existencia.
–¿Por qué hace esto?
–¿Por qué, dices? Porque me encanta el Caos, la gente luchando por su vida, las villas incendiándose, quiero destruir este condenado mundo solo para ver un mañana brillante en un mundo donde valga la pena vivir, eso es lo que quiero, ¡y el proceso empieza hoy!
De un momento a otro Lamia soltó a Nid que cayó al piso inconsciente. Esta se puso rápidamente entre Selene y una… ¿bola de fuego?
–Eso no pasará, mujer desquiciada –gritaba Stella.
–¿Más insectos?, Lamia acábalos.
Lamia embistió en dirección a Firion y Stella, que pesar de hacer su mejor esfuerzo..., no estaban a la altura de Lamia, aunque soportaban sus ataques apenas, no podían dañarla.
–¡Activo el pacto! “Paojhkuqo anu hapzu xo uvau, ne mokpihuj lao kojmiko, Leviathan” –“Muéstrale una tumba de agua, no permitas que respire, Leviathan”.
Mientras aparecía la enorme serpiente acuática en la que Sephi se convertía, Selene comenzó a notar el agua que iba subiendo.
–Qué manera de insistir críos... –Caminó derecho con la mano frente a ella, hasta que llegó a la parte donde se encontraba la pared que sostenía el agua. La golpeó con su puño derecho rompiendo la barrera por completo. La serpiente comenzó a atacarla, pero ella no tenía problemas en detenerla con una sola mano–. Basta de juegos “Xamqiyu ha waokbu” –“Duplica tu fuerza”.
Luego de eso Firion y Stella cayeron derrotados. El mismo destino se llevó Sephi y Sanae.
–JAJAJA, todos veréis el comienzo del fin, será un honor para vosotros ser los primeros en ser sumidos en el caos –Caminaba hacia Nid con la pequeña rama en la mano, me puse de pie para proteger a mi compañero–. Quítate, no tengo tiempo para perderlo con una persona que ni siquiera sabe pelear, Lamia… –Me sujetó de la misma manera que había hecho con Nid, no podía mover ni un solo musculo.
–¡Déjalo!
–Ni que fuera a hacerlo solo porque me lo pides –Alzó la rama–. Muestra tu forma, Dragón inmortal de Nifelheim, renace y atormenta el mundo de los vivos –soltó la rama sobre él.
Apenas la rama hiso contacto con su cuerpo su bufanda comenzó a ondear tan rápidamente como cuando usaba mi pacto. Una enorme raíz salió del piso envolviéndolo para luego llevarlo bajo tierra. “Silencio”... El tiempo corría lentamente, solo podía ver el agujero por donde Nid había sido absorbido, la verdad no sé cuánto tiempo pasó pero Selene comenzó a gritar;
–¿¡Es–eso fue todo!? ¿¡Nada más!? ¡TANTO TRABAJO PARA NADA!, ¡Y encima perdí la raíz del Yggdrasil, demonios! –Estuvo un tiempo gritando y maldiciendo, para luego volverse y mirarme–. Bueno por lo menos tengo un premio de consolación. Espero que sepa tan bien como imaginé… –comenzó a acercar su boca a mi cuello.
Cerré los ojos pensando en que solo me podría salvar un milagro... Para mi suerte ocurrió uno, aunque nada satisfactorio. De repente comenzó a temblar, aumentando de magnitud periódicamente.
–¿¡Terremoto!? –Selene cayó al piso.
Desde el punto donde la tierra había succionado a Nid, comenzó a salir algo… Una enorme pata escamosa abría la tierra desde adentro, la segunda pata comenzó a salir junto a la primera, luego se alzó la cabeza de un enorme Dragón cuyo rostro tenía algunas rasgaduras. Las enormes alas negras y rasgadas apenas cabían en la habitación, la cola la tenia enrollada ya que chocaba con una de las paredes. Era completamente verde en diferentes tonalidades, aunque apenas visibles ya que eran muy oscuras. Todo el cuerpo cubierto de escamas que tenían la consistencia de lo que parecía acero. Sus rojos ojos color sangre miraban a su alrededor, y en su frente… Aunque apenas se veía estaba la pequeña raíz del Yggdrasil, reposando.
–¡Magnifico!, ¡sencillamente MAGNIFICO! Es tal y como imaginé, ¡el comienzo del Ragnarok inicia Hoy! –reía Selene desquiciadamente.
El Dragón ya completamente presente comenzó a mirar lentamente a su alrededor. Cuando fijó los ojos en mí no pude evitar sentir una enorme sensación de pánico.
–¡Ohh! Inmortal dragón de antaño. Yo, Selene Cruetelli te pido humildemente que conviertas este mundo en el infierno del que vienes.
El dragón la miró directamente unos segundos, para luego emitir un potente rugido que casi me dejó sorda. Lamia desaparecía en ese instante dejándome libre para alcanzar mi grimorio.
–¡NIDA! –Firion y los demás me llamaban desde la puerta–. ¡TENEMOS QUE SALIR DE AQUÍ!
–¿¡Pero y Nid!?
–¡SI TE MATA NO TENDRAS NINGUNA OPORTUNIDAD DE HACER ALGO!
Corrí hacia ellos justo cuando el Dragón lanzaba el un ataque contra Selene. Lo último que vi de ella fue como se desmaterializaba…
–¿¡Viste eso!? –gritó Sanae mirando hacia atrás mientras corríamos.
–Sí, rayos. Si nos alcanza con su boca estamos perdidos.
Oímos de nuevo un rugido a lo lejos, se escuchaba como el Dragón avanzaba.
–Parece que nos está siguiendo…
–¡Sigan corriendo! –exclamó Sanae, sujetando la mano de Sephi.
No pude evitar mirar hacia atrás… y lo que vi me aterró como nada que había visto antes. El enorme dragón nos seguía, su cabeza avanzaba por el pasillo sin dejar espacio libre y destruyendo todo, aunque lo que hacía realmente era desmaterializar todo lo que tenía contacto con su boca. Avanzaba muy rápido, obligándome a creer que no lo lograríamos.
–¡Se está acercando!
–¡¡¡No quiero morir!!! – Sin querer dejó caer a Flippy e instintivamente se detuvo para recogerlo.
–¿¡Sephi QUÉ HACES!? –gritó Sanae.
Todos nos volvimos, solo para ver al Dragón abriendo la boca directamente hacia nosotros, este era el fin… o eso creímos. Se detuvo de golpe frente a Flippy, las paredes cerca de su boca abierta comenzaban a desintegrarse. Lentamente cerró la boca y se acercó al animal de peluche, después de tocarlo con la punta de su nariz fijó su mirada en Sephi y luego en cada uno de nosotros individualmente, sus ojos cambiaron de color a verde, para luego volver al rojo. El Dragón cerró los ojos y comenzó a golpearse la cabeza contra ambas paredes al mismo tiempo que las destruía.
–Es nuestra oportunidad, corramos –dijo Firion.
Sephi recogió a Flippy y se nos acercó.
–Nid sufre…
–Tenemos que detenerlo aquí o seguirá arrasando con todo, no podremos escapar para siempre –dije–; esto debe acabar aquí y ahora.
–¿¡Pero cómo lo detenemos!?
Miré con atención al Dragón notando un ligero detalle. La raíz en su cabeza emanaba un brillo cada vez que sus ojos cambiaban de verde a rojo…
–¡Stella! ¿Puedes atacar su frente?, necesito que quemes esa cosa que tiene.
–Puedo hacer algo mejor que solo atacar su frente –sujetó el bastón frente a ella con las dos manos–; ¡INFIERNO!
La cabeza del Dragón comenzó a ser rodeada por fuego, pero este no lo quemaba, incluso ni siquiera se inmutaba. Pero cuando las llamas alcanzaron la raíz en su cabeza esta comenzó a quemarse, incinerándose casi al instante. Sin la raíz en su frente la enorme cabeza se tumbó en el piso.
–¿¡Lo hicimos!? –grité. El dragón yacía tirado en el suelo, parecía estar muerto.
–¡Waaaahh! –Sephi comenzó a golpear a Stella con sus puños–; mataste a Nid, lo mataste, asesina.
–¡Miren!
La figura del dragón comenzó a desmaterializarse. A medida que su cabeza desaparecía dejaba notar el cuerpo de Nid tirado en el piso. El lugar comenzó a colapsarse o más bien nos dimos cuenta de que aquello era lo que estaba ocurriendo.
–¡Tenemos que salir lo antes posible!
–¡No podemos dejarlo!
–Lo tengo cubierto –Firion corrió y colocó a Nid en su espalda–. ¡Vamos!
Corrimos por los interminables pasillos evadiendo los enormes agujeros que se formaban, además de evitar las caídas de material desde el techo. Hasta que finalmente y luego de mucha suerte llegamos a la puerta principal.
–No se abre –Sanae la empujaba tomando impulso–. ¿¡Que hacemos!?
El lugar se estaba viniendo abajo con nosotros dentro, y la enorme puerta no cedía por más que la empujábamos.
–¡No lo lograremos!
–Déjenmelo a mí –oímos a nuestra espalda, Akira se encontraba tras de nosotros–. Salgamos –abría la puerta.
Unos minutos luego de salir, el sitio se vino abajo completamente. Se escuchó un tremendo estruendo y para cuando miré a mi espalda la mansión había desaparecido entre humo y trozos de materiales que eran consumidos por el pantano.
–Gracias, pero ¿Por qué nos ayudaste? –pregunté apenas, ya que intentaba recuperar el aliento de tanto correr.
–Primero que nada, muchas gracias por matarla –Se veía increíblemente feliz.
–¿Matarla?
–A Selene, eso explica que ya no sienta su presencia junto a mí. En todo caso aunque no lo hayan hecho, es definitivo que ella ha muerto.
–¿Pero no era tu Ama?
–La odiaba, me forzó a hacer cosas horribles durante años y siempre viví con miedo hacia ella. Lo que me pregunto es como habrá muerto, nunca conocí nadie que pudiera durar ni un minuto en su contra.
–Nosotros tampoco terminamos de entender lo que pasó, pero creo que se le escapó de las manos lo que planeó hacerle a Nid.
–¿Tu ente? Lo único que me ordenó fue que lo eliminara, no sabía que tenía algo planeado para él.
–Chicas, está despertando –Firion dejaba a Nid ponerse de pie.
–¡Nid esta vivoooo! –Sephi golpeaba a Stella con Flippy.
–¿Cómo te encuentras?
–Siento como si me hubieran pisoteado…
–Lo mismo dice la mansión acerca de ti –dijo Firion riendo. Nid miró en dirección a los restos del enorme establecimiento.
–¿Qué rayos pasó?
Le explicamos detalladamente lo que había ocurrido, según nos dijo no recordaba nada desde que se desmayó.
–¿¡Uso la raíz de Yggdrasil en ti!? Realmente destruiste todo. Una fiesta así debió dejarte una resaca terrible… –Reía Akira.
–¡Buenas chicos! –El conductor salía de entre unos árboles–; ¿Como les…? ¡Ahhh! ¡Akira! ¡Akira! –salió corriendo por donde había entrado.
–Tsk… Creo que tendré que hacerme de una nueva imagen… lo primero será buscar ropa nueva. Mi… ¡mi grimorio!, ¿¡donde está!? ¡NOOOOOOOO!, ¡se me quedó en la mansión! –Se volteó a mirar la mansión derrumbada, el libro seguía colgado a su espalda.
–Que te dije Nida…
Firion no podía aguantar la risa, supuso inmediatamente lo que ocurría.
–AJAJAJAJA, muy buena Nid, de verdad que eres un maestro.
–¿Que les hace tanta gracia?
–Tienes tu libro en la espalda –le dijo Sephi inocentemente.
Akira rápidamente intentó tomarlo con sus manos, pero no lo alcanzaba. Esto hacía gracia a muchas escalas, hasta yo solté una sonrisa al ver la situación. Sephi caminó hacia ella para quitarle el libro de la espalda y entregárselo.
–Gracias pequeña, oye tú, ¿tienes algo que ver con esto? –Se agachaba frente a Nid mirándolo a la cara.
–No tengo ni la menor idea.
–No me digas… –se sentía la tensión en el aire–. Entonces… ¿a qué se dedica su grupo?
–Solo viajamos recolectando pactos y entrenando.
–Así que es eso, mmm –seguía pensativa–. ¿Entonces recorren el mundo o algo así?
–Sí, algo así.
–Entonces iré con ustedes, siempre he querido recorrer lugares.
–Oye, ¿Qué te crees autoinvitandote así? –dijo Nid.
–Disculpa pero no escucho cuando me habla gente menor a mí –No podía evitar que me agradara.
–¿¡Cómo dices!?
–Digo que eres un NIÑO, NIÑO –se puso a tararear, era completamente diferente a la asesina que vimos antes.
–Ah, como sea, si los demás están de acuerdo… –Lamentablemente para él, todos estábamos de acuerdo.
–¿Y donde piensan ir ahora?
–Teníamos pensado volver a Irias, tenemos un asunto allá todavía. El hombre que espantaste nos iba a llevar.
–Sigue ahí –Akira y Nid dijeron lo mismo, y al mismo tiempo.
Sanae miró a Sephi y le dijo;
–Sephi, parece que tienes competencia, esos dos son idénticos.
–¿Dijiste algo chica azul?
–¡Nada!
–Me alegro –Tenía una expresión seria, como cuando peleó contra nosotros–. Oiga señor, prometo que no le haré daño, por si no se ha enterado Selene ya no existe.
–Us–ustedes, ¿¡acabaron con ella?! –el conductor salía poco a poco.
–No solo con ella, también con la mansión –Estaba alegre ahora, tenía una actitud muy inestable.
–Increíble…
–¿Nos llevará a Irias o no?
–Sí, sí, discúlpeme –El conductor desapareció unos minutos y luego salió de los arbustos manejando el carro¬–. Suban.
Estando dentro del carro, el conductor cerró la puerta. Sentimos como comenzábamos a movernos..., y pensar que unas horas antes todos teníamos los ánimos caídos. Aunque no fuera una victoria nuestra, para mi contaba como una.
–Entonces... ¿tú limpiabas esa casa enorme? –Firion rompió el hielo con una estupenda pregunta.
–¿A qué te refieres?
–Pues, tus ropas…
–¿Qué tienen?
–Es lo que normalmente usan las mujeres, tú sabes, que se encargan de limpiar y servir.
–Siempre he usado esto, pero nunca he hecho nada de lo que dices… Apenas llegue a Irias planeo comprarme ropa nueva.
–Yo te ayudaré a elegir –Stella decía muy feliz.
–Oigan, ahora que lo pienso ¿Cómo hacen todos ustedes para conservar sus entes materializados? Selene lo hacía pero tardó mucho en encontrar el objeto que necesitaba, ojala hubiera tenido la oportunidad de llevarme esa roca antes de que la mansión se viniera abajo…
–Nosotros tenemos las propias –Firion y Sanae mostraron sus piedras, la de Firion brillaba, pero la de Sanae no, debía estar conservándola por gusto.
–Son las rocas de Selene, o muy parecidas… ¿y qué hay de ti? –me miró intrigada.
–Pues yo…
–Ella no las necesita, puede mantenerme materializado sin ellas –respondió Nid.
–Hm, supongo que debes ser muy fuerte para lograr eso, después de todo tu ente venció a Selene –dijo sin apartarme la vista.
Conversamos durante todo el viaje sobre cosas que habían sucedido, desde cuando llamé a Vidofnir, hasta que llegamos a Irias, sentía que no solo habíamos ganado una nueva amiga, sino que también una poderosa aliada.
El carro se detuvo un momento, al parecer habíamos llegado a la puerta de entrada a Irias. Luego de un rato comenzamos a movernos nuevamente.
–Ya estamos en Irias y parece ser de mañana –dije moviendo una cortina.
–No importa, planeo dormir todo el día en mi habitación –Sanae babeaba mientras tomaba a Flippy como si fuera una almohada.
–¡Déjalo, él nos salvó!
Unos minutos después el carro se detenía y el conductor abría la puerta dejando ver lo que nos esperaba. Valiant estaba a un lado del carro esperando y detrás de él una multitud de guardias, todos sonriendo.
–Me alegra que haya vuelto Nidavel. Las fuerzas armadas de Irias están aquí solo para recibir a aquellos que con valor y fuerza vencieron a la Vampiresa Selene junto a su mansión maldita… –Apenas bajé del carro noté como la infinidad de guardias alzaron sus lanzas.
–¡SALUDEN!–se escuchó, y todos al mismo tiempo golpearon el suelo con la base de sus lanzas. El proceso se repitió para cada uno de nosotros, hasta que…
–¡ES AKIRA LIAT! –gritó Valiant, los guardias se arremolinaron alrededor del carro con las lanzas apuntando hacia ella.
–¿Y esta bienvenida? quiero una como la de ellos.
–Akira Liat, quedas bajo arresto por conspirar contra la paz de diferentes ciudades, incluyendo Irias, junto a la fallecida Selene Cruetelli.
–Oh vamos, no pueden dejar el pasado en el pasado, ¿por esta vez? –Nadie bajó las armas–. Pues… –tomó su grimorio y dijo–. ¡Activo el pacto! “Wiqe qohuq”–“Filo Letal”.
Comenzó a materializarse una enorme hoz en su mano izquierda mientras sostenía el grimorio con la derecha.
–Acabaré con ustedes uno a uno hasta que se aburran –Sonrisa maligna–. Así que espérenme, cuando termine seguiremos viajando –Sonrisa feliz.
–¿Cual es su problema? –me preguntó Sanae.
–No lo sé, pero esto lleva lo inestable a nuevos límites…
–¿Seguiremos viajando? –Valiant estaba atónito–. ¡Mantengan posición! –Valiant se nos acercó–. ¿Qué significa esto?
–Pues… es una larga historia.
La verdad no era tan larga, unos minutos después de decirle lo que ocurría, Valiant nos miraba confundido e incrédulo.
–Entiendo, pero no puedo dejar que lo que hiso en el pasado sea perdonado así como así, aunque ahora esté con ustedes… Deben entenderme chicos pero lamento decirles que debo ordenar que la arresten.
–Nid, haz algo.
–¿Qué quieres que haga? –Podía notar que le daba igual la situación de Akira.
–Hazlo, o haré que cada noche después de que llame a Vidofnir aparezcas con Sephi abrazándote.
–¡Esta bien! –Se acercó a mí y me quitó la parte de la capa que me cubría el frente.
–¿¡Que haces!?
–Ayudo a Akira –Luego de decir eso tomó el bastón que me había dado, el cual guardaba bajo la capa–. Ejem, Valiant.
–¿Qué sucede ahora?
–Sí le entrego este objeto, que nadie nunca ha analizado y dudo que tenga registros de él, ¿dejaría ir a Akira?
–Mmm, admito que se ve bastante extraño, pero es solo a simple vista –debía considerarlo un simple trasto.
–Golpéelo.
Valiant dudó un momento, pero luego alzó el puño y golpeó el bastón con todas sus fuerzas. Como era de esperar su puño cerrado se detuvo tocando el bastón.
–Dios… no sentí nada, simplemente se detuvo… –se miraba el puño.
–¿Acepta el trato o no?
–¿Cómo? –Valiant se comía el bastón con los ojos.
–A la 1… a las 2… a las…
–¡Está bien, Acepto! –Nid le entregó el bastón–. Retiren las armas soldados, esta joven fue manipulada por la vampira, es por eso que aquellos que la vencieron la trajeron con ellos, me lo han explicado todo.
–¿Lo compraste? –pregunté mientras me despedía de mi arma.
–Sabía que su obsesión por el conocimiento serviría alguna vez.
–Pero, ¿y mi bastón?
–Tengo pensado hacer un arma ofensiva para ti, después de salir de la mansión tuve la sensación de que necesitabas una forma de pelear tu sola –“Con una persona que no sabe pelear…”, las palabras de Selene resonaron en mi cabeza.
Los soldados dejaron de apuntar a Akira, que luego de cerrar su grimorio y desmaterializar la hoz, se le dio la bienvenida que nos dieron a nosotros.
–Rompan Filas –Los soldados volvían a sus puestos.
Valiant se acercó a nosotros diciendo;
–Iré a informarme acerca de esto, siéntanse libres de hacer lo que les plazca chicos, se lo han ganado. Además tienen permiso para comprar lo que quieran ya que nosotros correremos con los gastos, disfruten de lo que queda de su estancia –Partió en dirección a la biblioteca, a examinar su nuevo juguete.
–Somos libres, y aun es de mañana –dijo Firion.
–Yo me voy dormir hasta que nos vayamos de la ciudad –Sanae tomaba a Sephi del brazo–, y tú vienes conmigo.
–Nosotros acompañaremos a Akira, le conseguiremos algo que le quede bien –dijo Stella.
–Supongo que también iré –Hace tiempo no iba de compras.
–Disculpen pero Nida viene conmigo –Nid me tomó del brazo y apenas alcancé a despedirme. Nos dirigimos a la biblioteca.
–¿En qué piensas?
–Cuando lleguemos hablaremos de ello.
Después de recorrer la gran cantidad de pasillos, noté que nos dirigíamos a los dormitorios. Una vez ahí entramos a mi habitación, él tomó asiento en uno de los sillones.
–No acostumbro a hacer esto así que ponte cómoda –Me lancé sobre la cama y me coloqué mirando hacia donde estaba él–. Veamos, primero que nada quiero saber si es cierto que quieres pelear, siento como que así fuera pero no lo he escuchado de ti.
–Sí Nid, quiero luchar, cuando tú estabas en el piso no pude hacer nada para ayudarte, y las palabras de Selene siguen rondando por mi cabeza...
–¿Selene?, ¿Qué fue lo que dijo?
–Dijo que no tenía la menor intención de enfrentarse a alguien que no sabía pelear…
–Hm, entiendo, ya que hemos dejado esto claro pasemos al siguiente tema. ¿Qué clase de arma quieres?
–¿Me vas a dar a elegir?
–Esa la idea, yo la elegí con anterioridad y aunque te adaptaste a usarla bastante bien, no parecía el arma correcta para ti.
–¿Y cómo piensas encontrar la adecuada?
–Intentemos algo… –tomó un papel y una pluma–. Te preguntaré algunas cosas e intentarás responder lo antes posible, así podremos saber qué es lo que en verdad quieres, las respuestas sin pensar son las más acertadas para decir lo que uno piensa.
–Me parece bien.
–¿Cómo quieres que acabe un combate?
–Lo más rápido posible.
–Bien, ¿De entre las armas que has visto, cuál te parece más sorprendente?
–La de Akira, me impresionó lo brillante de la hoja, se veía imponente con ella.
–Bien ¿Crees necesario defenderse, o piensas que lo mejor es evadir?
–Evadir, prefiero no lastimarme, y si puedo evadir algo, es mejor que gastar energía defendiéndolo.
–Me gusta como piensas, bien ¿Habilidad o fuerza?
–Habilidad.
–Bien ¿Lejos o cerca?
–Lejos.
–Bien ¿Proyectiles o cuerpo a cuerpo?
–Cuerpo a Cuerpo.
–Mmm, te contradices, dices lejos pero cuerpo a cuerpo.
–¿Puedo cambiar alguna? –aunque fuera una respuesta sin pensar, tenía razón, me contradecía.
–No, no, no te preocupes, hallaré algo. Bien, ultima pregunta ¿Dañar o matar?
–Dañar.
–Hm, interesante. Eso es todo, veamos qué es lo que quieres. Quieres ser rápida…y así evadir, quieres alcance… pero contacto directo, quieres habilidad… antes que fuerza, quieres ganar dañando… no matando. Hm, me pregunto si… Jeje, tienes la fuerza espiritual de tu madre, y los gustos en lucha de tu padre… Terminamos, eres libre de hacer lo que quieras. Vuelve después de las diez de la noche y tendré lista tu arma.
–Entendido –Salía de la habitación–; y gracias –vi la sonrisa de Nid mientras cerraba la puerta.
Después de salir de la biblioteca, me puse a buscar a Akira y compañía. Luego de una media hora buscándolos, finalmente di con ellos. Se encontraban en una tienda de vestidos. Apenas entré al lugar vi a Akira que llevaba un largo vestido rojo… curiosamente me recordaba a los gustos de Stella.
–Hola Nida –dijo ella apenas me vio–. No te molesta que te llame así ¿no?
–Claro que no, ¿y cómo van? –Stella quería transformarla en ella parece.
–No le gusta ningún vestido de los que le he traído…
–Quizá debería probarse otras cosas, además de preguntarle qué color le gustaría usar.
–¡Negro!
–Pues ¿y si buscas algo tu?
–¿¡Puedo!? Creí que uno debía ponerse algo que eligieran para uno, Selene eligió el “traje de sirvienta” para mí –No podía dejar de sentir pena por ella.
–Puedes elegir lo que quieras para usar, y de la tienda que prefieras.
–Haber… –comenzó a buscar entre la ropa–. ¡Me gusta este!
Sostenía en las manos un atuendo muy, como decirlo… “revelador” el atuendo era un sujetador negro, con unos pantalones cortos que seguramente le quedarían como segunda piel y del mismo color. Una pequeña chaqueta color purpura que parecería usarse abierta y una larga capa que hacia juego con la chaqueta.
–¿Estás segura?, no dejas mucho a la imaginación con eso… –dije intentando comprender como una tienda podía vender algo como aquello.
–Sí quieres andar desnuda ahórrate el comprar eso –dijo Stella, vaya que era directa.
–Pero esto me gusta. ¿Cuánto cuesta señor?
–Un millón de fragmentos –contestó el vendedor tranquilamente.
–¿¡QUÉ!? –gritamos yo y Stella a la vez–; ¡Debe estar bromeando! ¡Eso debe tener menos tela que cerebro tiene Firion!
–¡Oye!
–No bromeo, su amiga tiene muy buen ojo. Ese atuendo está hecho para optimizar las habilidades del elemento sombra, además es tan duro como una escama de dragón… y tan ligero como una pluma.
–Sí, y la capa está hecha de hilos elementales de sombra, miren –Usando una cuchilla cortó la capa, la cual se volvía a unir lentamente.
–Ohh, no sabía eso… Bueno como vendedor que soy, les mantendré el precio inicial.
–Me lo llevo, voy a ponérmelo.
Unos minutos después Akira salía del probador con su nueva ropa. Tenía que admitirlo, se veía muy atractiva, además que ahora me daba cuenta que poseía una envidiable figura.
–Deja de babear idiota –Stella golpeó a Firion.
–Ahora necesito algún accesorio para el pelo, no me gusta llevarlo suelto. Gracias –dijo mientras salía de la tienda.
Mientras caminamos junto a ella, yo miraba como la mayoría de los hombres se detenían a observarla, Stella golpeaba a Firion continuamente, y Firion… bueno, babeaba, era un chico después de todo.
–Oye Nida ¿te gustaría algo con propiedades?
–¿Propiedades? –Ni idea de que hablaba.
–Como mi ropa nueva, que aumente alguna de tus habilidades o tenga afinidad elemental.
–Claro, pero me gustaría algo que lleve más tela si no es mucha molestia –Lo siguiente que vi fue a Akira frente a mí.
–Pero Nida, tienes una bonita figura –me miraba de arriba abajo–; deberías sacarle provecho.
–¡Yo la apoyo! –esta vez Firion fue noqueado y sepultado con las cientos de bolsas que llevaba…
–¡Lo que me pongo es mi problema!
–Ohh, te vez genial así de roja…
–¡Cállate! –realmente empezaba a molestarme.
–Sí, si veré si hay algún vestido blanco con propiedades, vaya que eres aburrida…
–¿Algún problema con que sea aburrida?
–Ninguno, ninguno –Entraba a otra tienda.
Entré a la misma tienda con Stella atrás arrastrando a Firion.
–Buenos días, ¿puedo ayudarlos?
–Sí, por favor, busco pinzas para el pelo.
–Tenemos una gran variedad, ¿de qué precio busca?
–Lo más caro posible –contestó Akira.
–Ahhh, busca calidad señorita. Esto es lo que puedo ofrecer –El dueño de la tienda puso sobre el mostrador una caja.
–Mmm, quiero estos –sacó de la caja unas pinzas con forma de araña, o más bien un circulo negro con patas, eran bastante infantiles–; ¿Cuánto cuesta?
–Ciento cincuenta mil fragmentos –pensé en ir personalmente a verle la cara a Valiant cuando le llegara la cuenta…
–Me los llevo –Luego de ponérselos a ambos lados, descubrimos que estilo le gustaba. Su largo cabello fue sujeto a ambos lados por las arañas, dejando dos largas coletas apuntado hacia los lados–. Mira Nida aquí hay algo para ti –me mostró un traje de ángel, bastante similar al que ella llevaba puesto solo que blanco y con alitas.
–Te dije que ¡NO!
–Era una broma… este sí, ¿Qué te parece?
No estaba nada mal, era bastante similar al que tenía yo puesto, solo que tenía unas pequeñas alitas en la espalda.
–¿Tiene Propiedades?
–Sep, déjame ver. Hm, aumenta el efecto de usar pactos curativos, alta resistencia a ataques de elemento sombra. Y otorga la capacidad de volar.
–¡LO QUIERO! ¿Cuánto cuesta?
–Cincuenta mil fragmentos –respondió el encargado.
–¿Tan barato? –digo comparado a las demás cosas que habíamos visto.
–Sí, es que por alguna razón todas las chicas que se lo han probado al salir del probador lo devuelven, como nadie lo compraba decidimos bajarle el precio, costaba quinientos mil fragmentos cuando lo trajimos.
–Me lo llevo –esta vez pagué yo con dinero que traía, me sentía mal de dejar en la pobreza a Valiant.
–Gracias por su compra.
Fui al probador y me lo puse, se veía bastante bien, abrí la cortina y pregunte que tal me veía.
–Te queda genial –dijo Firion.
–Fue hecho para ti –dijo Stella.
–Te cubre mucho –dijo Akira.
–Me pregunto cómo es que se hace para volar…
–¿Así que sabe de la habilidad del vestido?, si quiere volar debe concentrarse en ello, sienta que es ligera –dijo el encargado mientras llevaba una cajas a la parte trasera.
–Probemos...
Cerré los ojos y comencé a concentrarme. Sentí como el vestido comenzaba a elevarse, enseguida abrí los ojos. Parece que funcionaba... Pero el vestido se elevaba, no yo. Intenté sujetarme a él pero fue inútil, caí al piso en ropa interior.
–Ese sí que es tu estilo –me miraba sonriendo Akira.
–Nida, no pensé que tuvieras tan buena figu… –Stella lo golpeó.
–No te preocupes, si ese golpe no lo mató, lo dejara con amnesia. Por lo menos sabemos la razón por la que nadie lo compraba. El vestido vuela, pero después de todo eres humana y tienes peso que el vestido no puede soportar.
Me volví a poner mi ropa, bastante avergonzada y decepcionada. Tuve que llevarme el vestido porque ya lo había pagado al contado. Luego utilizamos el tiempo que quedaba para buscar unos zapatos para Akira, después de muchas tiendas decidió quedarse los que tenía. Emprendimos camino a la biblioteca, Firion y Stella se fueron a dormir luego de que llegáramos a las habitaciones. Al parecer si tenía amnesia ya que no volvió a hablar del asunto del vestido. Ya que aun no eran las 10, acompañé a Akira a su cuarto.
–Woah, ¿voy a dormir aquí?
–Sí, ¿es muy distinto a donde dormías antes?
–¿Distinto?, antes dormía en el piso en una habitación de 3 metros cuadrados –corría hacia la cama.
–Lo siento...
–¿Por qué? –Curiosamente me recordaba a la actitud de Nid.
–Pues, nadie debería dormir de esa manera…
–No era tan malo, pero tampoco era bueno –Akira saltó a la enorme cama.
–¿Qué edad tienes?
–17 años.
–¿En serio?, actúas como si fueras más joven…
–Supongo, es que pedí el deseo de alargar mi vida así que rejuvenecí un poco, aunque no sé tal vez simplemente sea así.
–¿¡Ya alcanzaste el máximo potencial!?
–Sep, Selene uso la raíz del Yggdrasil en mi apenas cumplí los 16, y luego me hiso entrenar todos los días solo la invocación personal –Rebotaba sobre la cama.
–Eso… es terrible.
–No importa, me siento feliz de que todo allá pasado. ¿Quieres ver a Nemhain?
–¿Tu ente? –la voz fantasmal se vino a mi mente.
–Sí, la última vez no creo que hayan podido verla. La llamaré.
Tomó su grimorio y comenzó a recitar; “La guerra comienza, y es difícil tratarla ¿Nemhain, podrías acabarla?” La habitación se volvió oscura, solo se veía un poco de luz que venía de la lámpara en el techo. Un extraño sonido a vacío lleno el ambiente.
–Nemhain, eso ya no es necesario. Desde ahora quiero que aparezcas tal cual eres.
–Como… quieras... –La misma voz fantasmal de la mansión.
La oscuridad comenzó a reunirse en un rincón de la habitación, desde el rincón que estaba completamente oscuro una mujer salía de las sombras, detrás de ella la oscuridad se disipaba. Ahora entendía porque a Akira quería vestirse así. Nemhain era una mujer de unos 20 años, dejaba ver solo su ojo izquierdo que era color purpura y el otro era cubierto por su largo y negro cabello, llevaba en el pecho un peto purpura y debajo una prenda que parecía ropa interior negra. A diferencia de Akira ella llevaba una capa mucho más corta, purpura y atada a su cintura y ligeramente transparente.
–Me alegro de que ya no estamos atadas a esa ambiciosa mujer –Hablaba con voz normal, lentamente, diferente a la fantasmagórica aunque seguía emitiendo un ligero eco, hablaba sin mover los labios–. ¿Qué haremos desde hoy Akira?
–Viajaremos con ellos, ¿No es genial?
–Me agrada la forma en que elijes tu ropa...
–¡Nida!, ¿Estás aquí? –Nid abría la puerta del cuarto de golpe, por alguna razón Nemhain se puso de pie y comenzó a observarlo. Nid se quedó en la puerta mirando hacia nosotras, se puso completamente rojo y se dio la vuelta, similar a lo que paso el otro día en la mañana–. Di–disculpen, no sabía que se estaban cambiando.
–Nid date la vuelta, acostúmbrate porque ellas se visten así.
–¿Hay algún problema con mi ropa? –Akira tomo los cordones del sujetador y los movió de arriba abajo.
–No, no hay nada de malo, pero por favor no vuelvas a hacer eso.
–Hola, peleas muy bien –Nemhain lo miraba, era difícil decir que pensada ya que su rostro no mostraba emoción casi.
–¿Quién eres tú? –le preguntó toscamente.
–Oh, discúlpame, soy Nemhain.
–Nidhogg, mucho gusto. Necesitaba hablar con ambas, Nida y Akira –Al oír el nombre de Nid, Akira miró a Nemhain.
–¿Si?
–Akira, me preguntaba si podrías escribir el pacto que usaste en la mañana contra los guardias en el grimorio de Nida.
–Claro, dame acá –le entregué el libro abierto junto a la pluma–. Oh, está bastante lleno –en efecto, Valiant había hecho un gran trabajo recolectado pactos. Luego de escribir el pacto, me devolvió el grimorio.
–Y lo otro, Nida el asunto de las 10 ya está listo.
–¿Lo llevas contigo?
–Sí
–Veámoslo, Akira tiene un buen ojo para cosas raras, solo mirando algunas prendas sabía lo que hacían.
–¿En serio?
–Puedes creerlo Dragoncito.
–¿Dragoncito? –no le hiso mucha gracia.
–Ajaja.
–Entonces veamos, creo que estaba por aquí –comenzó a hurgar en el bolso–; aquí está.
Comenzó a sacar lo que parecía una espada, y sacaba, y sacaba…
–¿Como haces eso? –dije apuntando a su bolso.
–Es una conexión entre mi y tu alma, puedo guardar objetos sólidos en ese mundo, es como materializarlos pero desde y hacia ese lugar –mostraba el interior del bolso, en el cual había un pequeño portal similar al que usaba cuando se materializaba–. Aquí la tienes –Me entregaba una espada tan larga, que diría que era de mi estatura o quizá más.
–¿Estás loco?, ni siquiera podría cargarla –Akira dejó de saltar en la cama, cayendo recostada y con la cabeza al borde de la cama, sujetada por sus manos y apoyada por sus codos.
–Oye Dragoncito eso que tienes ahí, solo puedo decir… ¡Guau!
–Sigo pensando que es muy grande para mí.
–No lo creo mira toma –La lanzó en mi dirección, con la enorme vaina y todo. La recibí con las manos esperando una tonelada, pero no fue así. La espada… no pesada nada, era como si no tuviera nada en las manos–; ¿Lo ves?
–Dragoncito, ¿puedo, puedo? –insistía Akira.
–Hm, adelante, y preferiría que no me llames así.
Akira se puso de pie, se agachó y tomó mis piernas con ambas manos, luego las juntó y sujetó.
–¿¡Que rayos haces!? –Me levantó del piso sin ningún esfuerzo y comenzó sacudirme como si fuera un bate.
–Ajaja, esto es divertido, podría apalear a alguien usándote, me pregunto si Stella me dejaría probarte en Firion.
–Como te abras dado cuenta, eres tan liviana como la espada…, también tiene el efecto de aumentar la velocidad con que te mueves, debido a lo que ya mencione. La hoja es irrompible, y el impacto para alguien que recibe un corte de ella no es para nada liviano –explicaba Nid.
–¡Akira suéltame! –me movió unos segundos más para luego dejarme en el piso.
–¿Crees que pueda manejar esta...?
–Espada larga, aunque es más larga que una normal, es el arma de Ellheim y solía llamarla Balmung.
–¿Es la espada de mi padre?
–Sí, la reconstruí con la información conjunta de la biblioteca universal, y lo que recuerdo haber leído en los libros de tu alma. Se coloca así –Nid sujetó la espada envainada a mi espalda–; y para retírala solo debes empuñarla y tirar de ella –Intenté hacerlo, luego de sacar la espada por primera vez, vi lo increíble que era. De repente me pareció muy pesada y me obligó a sujetarla con ambas manos.
–Creí que habías dicho que no pesaba nada…
–La empuñadura la hace ligera, pero ahora tampoco pesa tanto, es para facilitar su uso ya que no es nada fácil usar algo con peso inexistente.
–Hm, entiendo –sonaba bastante lógico.
–Oye Nida. Ya que con Balmung eres ligera, tal vez puedas volar con la ropa nueva que te elegí.
–¿Qué ropa? ¿Acaso compró ropa como esa para ti? –señaló a Akira.
–No seas tonto, es un vestido blanco.
–Ams –parecía aliviado.
Luego de cambiarme de ropa, indiqué a Nid que pasara.
–Mmm, Que traje mas… extraño –dijo examinándolo–; no es ropa normal eso es seguro, siento espíritu proveniente de el –Nid lo miraba de cerca.
–¿Sientes algo en el mío?–Akira saltó de la cama, cayó frente a Nid y tomando su cabeza la colocó cerca de su cuerpo– ¿Y? –ignoraba el hecho de que Nid se movía como loco intentado que lo soltara.
–¡Suéltameee! –insistía moviendo las manos.
–¿No sientes nada?, que raro, quizá más cerca… –lo siguiente que vi fue a Nid con la cara hundida en Akira–; ¿Ahora sientes algo?
–¡SI, SI!, tiene un gran espíritu o lo que sea, ¡Ahora suéltame!
–Nid deberías controlar tus emociones… hay cosas más embarazosas que tener la cabeza pegada a una chica –sabía que algún día podría responderle lo que me dijo en la mansión, jeje.
–Ja, muy graciosa...
–Yo solo puedo saber que hacen los objetos a simple vista, pero tú puedes ver si poseen alguna cantidad de espíritu ¿cierto?
–Podría decirse que sí, es una manera de decirlo. Aunque no solo objetos.
–¿Y puedes medirlo?
–¿Medirlo?, ¿podrías explicarte? –Estaba distraído, de repente miraba a Nemhain.
–Tú sabes, por ejemplo, mmm, con un número, no sé… decir que yo tengo cantidad de espíritu 5 mientras Nemhain tiene 7, algo como eso.
–¿Dices como etiquetar y determinar un rango? –volvió a retomar la conversación, me pregunté qué miraba en Nemhain, no creí que le atrajera que digamos… por lo visto normalmente le avergonzaba la gente que se vestía así.
–Sí, eso mismo.
–Ahhh, pues si, si puedo hacer eso.
–¿En serio Nid?, porque no lo habías mencionado antes –pregunté.
–Pero sí recuerdo haber dicho que la fuerza espiritual era mi departamento… ¿cuando fue? A da igual. ¿Por qué te interesa tanto?
–Siempre he querido saber quién es más fuerte entre Nemhain y yo.
–Cada vez que entrenábamos, el combate terminaba en empate –señaló Nemhain.
–Pues veamos –Nid se paró mirando frente a Akira, aunque a una prudente distancia –Mmm, del 1 al 100, tu serias, mmm, setenta… y cuatro.
–Jeje, tengo mucho, ¡genial!
–Ahora tu –Nid hiso lo mismo pero ahora mirando a Nemhain– no puedo así…
–Quizá tengas que acercarte mas, como recién conmigo… –señaló Akira.
–No, no, funcionaria si se pone de pie… –Nid argumentó rápidamente. Nemhain se puso de pie con los brazos cruzados, flotaba en el aire.
–¿Así está bien?
–Sí, dame un momento. Hm, ochenta… y dos.
–¡ME GANÓ! O tal vez… quizá le gustas Nemhain, y dijo eso para declararte su amor –Sus ojos brillaban.
–Puede ser…, pero no se equivoca en que mi fuerza espiritual es mayor que la tuya.
–¿Podrían parar de decir idioteces? –Nid se enojo bastante, abandonó la habitación dando un portazo.
–¿Cual es su problema? –preguntó Akira.
–Al parecer no le gusta que lo molesten con esos asuntos, deberías ver como intenta evitar a Sephi a toda costa. No sé porque pero evita tener algún tipo de relación amorosa, es como si las detestara.
–Con que es eso… –quizá hablé demasiado.
–Entonces Nida, ¿con ese vestido puedes volar?
–Ojalá, déjame intentarlo –me concentré en volar como lo había hecho la tienda. Comencé a flotar, pero esta vez junto al vestido–. ¡Estoy volando! –grité emocionada.
–Yo diría que estas flotando… como yo –La verdad era que si, más que volar flotaba.
–¿Y ahora?, ¿Cómo me muevo…?
Seguía flotando en el mismo punto, intente mover las piernas pero seguía estando en el mismo sitio, a pesar de hacer como que caminaba.
–Sí es similar a como lo hago yo, debes sentir que te mueves, como si desearas avanzar.
–Es como cuando caminas Nida, tú no le indicas a tus piernas que se muevan, lo haces inconscientemente.
Seguí sus consejo e intente moverme, milagrosamente funcionó.
–Vaya, lo hiciste al primer intento, si practicas lo suficiente podrás lograr moverte rápidamente mientras flotas, además de esto…–Nemhain empezó a flotar y moverse en todas direcciones, me recordaba a Sephi como Leviathan… o a un fantasma.
–Ahora que no está Dragoncito, ¿me dejarías ver a Balmung?
–Claro.
–Woosh, con solo verla puedo ver lo que hace, supe que te haría ligera. Pero hay algo que no puedo ver, y sé que hace algo más, aunque es bastante raro ya que me cuesta bastante… Mmm.
–¿Hace algo más?
–Sep. Intento darme cuenta de que es... Mmm, Nemhain, levanta una mano, ¿te molesta si te intento cortar con la espada?
–Para nada, adelante –dijo levantando una mano, el parecido a Nid en como probaba las cosas era sorprendente.
–¡No lo HAGAS! –grité pero era demasiado tarde.
Akira empuñó la espada con ambas manos, y tomando impulso la deslizó cortando el aire en dirección a la mano alzada de Nemhain. Cerré los ojos, no quería ver algo tan horrible.
–No paso nada…–oí decir a Akira.
Abrí los ojos, y vi como la mano de Nemhain seguía en su lugar.
–Es extraño, sentí que me cortó pero… –Nemhain desapareció.
–Entonces era eso.
–¡Akira!, Nemhain se esfumó.
–Se canceló el llamado –dijo mostrando su grimorio–. Mira… “La guerra comienza, y es difícil tratarla ¿Nemhain, podrías acabarla?”.
Nemhain apareció de nuevo en la habitación, sentada sobre el borde de la cama.
–¿Qué pasó? –preguntó confundida.
–La espada no daña a entes, simplemente cancela el llamado, me parece una efectiva manera de acabar combates sin pelear…sigue habiendo algo mas, pero no logro imaginar que sea… tal vez después nos enteraremos.
Luego de que me devolviera la espada les dije que ya era muy tarde, me despedí y partí a mi habitación. Apenas entre, note a Nid que estaba sentado.
–Creí que me dejarías dormir a solas…
–Tenemos que hablar –estaba muy serio.
–Si es acerca de tu encuentro cercano con Akira, lo siento, aunque si, deberías controlar el ponerte colorado por cosas así…
–Como sea; me preguntaba si habías notado un cambio en el grimorio.
–¿Cambio? –La verdad lo veía igual que siempre.
–Entonces no lo has notado…, revisa la última página –Abrí el grimorio, y me fui directamente a la ultima pagina como indicó Nid… había algo escrito–. ¿Lo has visto?, tienes el pacto de invocación personal único.
Encabezando la pagina, estaban las palabras; “Yenjapo oq ukzeq xo qu gixu, jezkogigo c uhekponhu u qej gigej, Nidhogg”, a su lado parpadeaba en rojo la frase; “Consume el árbol de la vida, sobrevive y atormenta a los vivos, Nidhogg”.
–¡Oh!, el pacto que te convierte en ese…
–Sí Nida, el Dragón –tal vez fue mi imaginación, pero creí ver a Nid temblar ligeramente.
–Esta parpadeando, significa que no puedo usarlo…
–No exactamente…–se veía preocupado–, lo que debería preocuparte es que parpadea en color rojo.
–¿Y eso que significa? –era cierto, cuando no se podía usar simplemente parpadeaba.
–Tengo mis ideas, pero son solo suposiciones. Pregunté a Valiant sobre esto pero dijo que no tenía la menor idea de lo que estaba hablando, incluso cuando le hable de la raíz del Yggdrasil me dijo que solo era una leyenda… Lo que de verdad me importa ahora es saber que significa ese color, en el peor de los casos podría repetirse lo que sucedió en la mansión Cruetelli.
–Quizá Akira sepa algo, me dijo que Selene había usado la raíz en ella.
–Entonces ella debe saber que significa, deberíamos preguntarle –Nid se puso de pie.
–¿Ahora? –era muy tarde.
–Mientras antes sepamos mejor.
Lo seguí por el poco iluminado pasillo hasta que llegamos a la habitación de Akira. Nid tocó la puerta, pero nadie contestó.
–Debe estar dormida.
–Entonces la despertamos… –dijo seriamente y abriendo la puerta. Apenas la abrió dijo–; ¡Tienes razón!, mejor le preguntamos mañana –Daba media vuelta y corría a su habitación. Sospeché el por qué del cambio de opinión tan repentino, de todas maneras me asomé para confírmalo.
Akira dormía sobre la cama, me recordó a como lo hacía Sanae. Pero la diferencia entre Akira y Sanae, era que esta ultima ¡USABA ROPA! Las sabanas de la cama cubrían a Akira solo de la cintura para abajo… Rápidamente cerré la puerta, quedando dentro del cuarto.
–Akira, despierta…
–Déjame dormir más, Ama...
–¡AKIRA!
–¿¡AH, qué pasa!?
–Lamento despertarte, pero tengo dos cosas importantes que decirte.
–¿Y no podías esperar hasta mañana…? nunca había dormido en una cama... –volvió a acomodarse.
–Primero que nada, aunque aceptemos tus gustos en ropa, y lo poco cubierta que vayas por la calle, algo que no podemos permitir es que duermas así…
–¿Pero, que tiene de malo?, ¿Cómo puede estar mal mi ropa si no llevo puesto nada?
–ESE ES EL PROBLEMA, no puedes andar por ahí así, aunque sea mientras duermes.
–Ams, entiendo, ¿entonces que debo usar para dormir?
–Hm, espera un segundo –corrí a mi cuarto y regrese lo más rápido que pude–. Usa esto, si no te gusta mañana buscaremos algo –le entregaba uno de mis camisones de dormir.
–Hm, no me gusta mucho, pero si lo tengo que usar solo cuando duerma, no te molestes en buscar algo más –Se lo ponía. Aunque era más alta que yo, le quedaba bastante bien, después de todo a mí me llegaba hasta los pies–. Desde ahora intentare recordar usar esto cuando duerma.
–Excelente, ahora lo segundo –Saqué mi grimorio y lo abrí en la última página–. ¿Sabes algo sobre esto?
–Hm, ¿No debería ser el pacto que convierte a Dragoncito en Dragonsote?
–Sí, eso ya lo sabemos, me refiero a la traducción que brilla en rojo y parpadea.
–Eso también me pasó a mí, el día que cumplí 16.
–¿Qué significa?
–Significa que puedes usarlo, pero que sucederá lo mismo que me contaste que ocurrió en la mansión. Cuando yo usaba mi pacto personal Nemhain desaparecía y comenzaba a atacar en todas direcciones, Selene los evitaba fácilmente, pero me hacia bloquearlos y evadirlos por mi cuenta, ese era mi entrenamiento. 6 meses después de hacer el entrenamiento todos los días, la palabra dejo de brillar y parpadear.
–¿Y entonces?
–Nada… simplemente podía usarlo como un pacto más.
–¿Entonces puedo usarlo ahora? –pregunté, aunque era más que nada por la posibilidad de hacerlo.
–Puedes, pero no deberías… recuerdo que a veces la situación se ponía muy mal, Nemhain estuvo cerca de matarme en muchas ocasiones.
–¿Y qué pasaba?
–Pues, Selene intervenía.
–No era tan mala parece –le dije alentándola.
–Y luego me ataba y dejaba sola en el subterráneo sin comer hasta el día siguiente –Al parecer si lo era–. Mi punto es que si el Dragonsote se sale de control tu no tendrás una “Selene” que intervenga, antes pensaba que nadie podía siquiera dañarla, y Dragonsote acabó con ella de un solo ataque. Además si ahora lo invocas no será forzado y no podrás quemar la raíz para volverlo a la normalidad.
–¿Y si cierro el grimorio?
–También pensé en eso, pero nunca funcionó.
–Gracias, ahora estoy más tranquila, me gustaría poder pagarte de alguna forma.
–Me diste este extraño atuendo, con el es suficiente.
–No, el favor nos lo has hecho a nosotros –excepto a Firion, pensé–. Ya sé, ¿te gustaría una piedra espiritual?, sería como el símbolo oficial de que eres parte del grupo.
–Entonces…¿¡Podría tener a Nemhain todo el tiempo conmigo!?
–Exacto, preguntaré a Nid si te damos una mañana.
–Genial, me dormiré ahora mismo para que llegue mañana –dicho esto acomodó la cabeza en la cama.
–Jeje, hasta mañana Akira –Pero lo único que oí al salir fue un ligero suspiro, debe haberse dormido al instante.
Me puse en marcha a mi cuarto notando la puerta de Sanae que tenía un letrero colgado en la perilla. “Prohibido pasar, bellezas durmiendo, si entra tiene riesgo de ahogo” y debajo un dibujo de Sephi cabalgando a Flippy, no pude evitar sonreír. La puerta de Firion no tenía nada, al igual que la de Stella. Lo que me sorprendió fue que la habitación de Nid, también tenía un letrero colgado… “Si desea entrar, favor de vestirse de forma decente, y en actitud seria. Atte.: Nidhogg” Definitivamente era de él. Toqué la puerta ya que sabía que no dormía.
–¿Quién es? –oí desde dentro la voz de Nid.
–Soy yo, Nida –contesté.
– ¿Vienes con Akira?
–Estoy sola, si no me crees intenta sentir espíritu –luego de unos segundos abrió la puerta de golpe–. ¿Cuál es tu problema con ella?
–Pues… es difícil de explicar.
–Tengo tiempo, no tengo sueño –dije sentándome en su cama.
–La razón especifica no puedo contártela, pero debo admitir que siento un tipo de…
–¿Vergüenza? –le respondí, aunque no fuera una pregunta.
–Esto… no exactamente, simplemente las evito, es una costumbre que me hice…
–Pero eso no tiene sentido, ¿Cómo te formaste una costumbre si desde siempre has sido así?, no veo razón para ello.
–Eso viene de la razón que no puedo contarte, y como son las cosas no podré decírtelo –increíble… ni que contarme alguna cosa le hiciera algún daño.
–Bueno…, en todo caso te alegrará saber que logré que Akira usara ropa para dormir, de todas maneras prefiero tu actitud a la de Firion, el se hubiera quedado babeando mínimo unas horas.
–¿Entonces hablaste con ella?
Le expliqué con todo detalle lo que me había contado.
–Si entendí bien, mientras la traducción este en rojo y parpadeé el pacto de invocación será peligroso.
–En resumen, si.
–Hm, entendido, entonces deberíamos enfocarnos un poco más en lograr que no brillen esas palabras, seguramente cuando seamos capaces de usar ese pacto alcances el máximo potencial. Pero una cosa Nida… Quiero que jures que jamás usaras ese pacto, aunque no brille es probable que ocurra lo mismo de la mansión.
–Pero Akira dijo que luego el pacto actuaba en forma normal… –comenzaba a perder la ilusión de llamar al gigantesco Dragón.
–Solo te pido que lo jures, ¿podrías hacerlo?
–Ok, está bien, juro que jamás usare ese pacto –De todas maneras no quería matar a nadie usándolo.
–¡Gracias! Ahora deberías irte a dormir ¿no crees?
–Sí, pero antes quiero saber si puedes darle una piedra espiritual a Akira.
–¿Para qué si su ente es invisible? –Al parecer no recordaba a Nemhain.
–No lo es, desde ahora cada vez que la llama se materializa de forma normal, creo que es una de sus habilidades, esa de ocultarse en las sombras.
–Ahm, claro, mañana mismo le daré una.
–¿Tienes guardadas?, porque prefiero no llamar a Vidofnir que aun debe estar recuperándose.
–Por supuesto, debo tener alguna negra por ahí… –abrí la puerta para irme–. Espera un segundo… ¿Como es su ente?
–Es la mujer que viste más temprano, la del peto y que flotaba ¿no recuerdas?
–Ahhh, es cierto, Nemhain se llamaba, creo que hoy tengo la cabeza en otro lado –Lo había notado hace bastante tiempo ya.
–Buenas noches Nid –Cerré la puerta tras de mí.
Al llegar a mi habitación me cambié de ropa y me lancé a la cama, estaba agotada y terminé durmiéndome unos pocos minutos después.
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