–Capítulo 3–
Eclipse en combate
El sujeto era de cómo de mi estatura, bastante joven, llevaba una sotana blanca y un sombrero de cardenal. Su ente era similar a él, solo que emanaba un ligero brillo.
–Ahhh, así que la pagana será mi oponente. Un acto imperdonable andar vestida toda de blanco, incluso que tu cabello tenga ese color, y usar las fuerzas de las sombras para combatir –Alzó su cetro, tomó su grimorio y dijo–; expiaré tus pecados.
Rápidamente puse mi bastón en posición para bloquear su ataque, ¿pero?, mientras corría hacia mí se desplomó al piso, al mismo tiempo que su ente desaparecía.
–No tenemos tiempo para basura como él –dijo Nid a mi espalda, al darme vuelta vi como se bajaba la bufanda–; al parecer el juez tampoco notó que lo golpeé, debe creer que se tropezó… ¡JUEZ! Ese sujeto esta inconsciente, ¿va a declararnos vencedores o no?
–Esto... déjenme confirmarlo –Subió a la arena y examinó al tipo religioso ese–; en efecto, “NIDAVEL DE BRISNOA ES LA VENCEDORA POR DESMAYO DE SU OPONENTE” “DEBIDO A QUE SU SIGUIENTE OPONENTE FUE DESIGNADO COMO FIRION DE BRISNOA, QUIEN NO ESTÁ EN CONDICIONES DE LUCHAR, NIDAVEL PASA A LAS FINALES”.
En ese momento nos retiramos de la arena, entre los aplausos de algunos.
–¿¡Nid!? ¿Por qué hiciste eso?
–Era muy débil, además mientras menos sepa esa tal Shadis de nuestra habilidad estaremos en menos desventaja.
–¿Acaso no crees poder vencerla?
–El problema no es ese, el problema es vencerla evitando llamar la atención…
–Desde hace bastante tiempo me lo pregunto. ¿Por qué intentas tanto ocultar tu verdadera fuerza?, digo, por ahí debe haber mucha gente con tanto poder de espíritu como yo ¿no?, ¿acaso tiene algo que ver con lo que Vidofnir dijo que no nos decías toda la verdad?
–Sigo pensando que no debería decirlo, pero si, tu también deberías intentar ser menos llamativa.
–Está bien, pero solo si me dices la verdad que ocultas.
–Como digas, sigue actuando como lo has hecho hasta ahora, no será peor que decirte.
Luego tomó el camino en dirección a la habitación. Ignorando el hecho de que me había dejado sola, tomé el camino hacia la sala de cuidados. Apenas entré escuché a Firion decir;
–¿Cómo te fue?
–¿¡No deberías estar descansando!?
–Estoy mejor, el anciano me ayudó con Lodur. Me siento mucho mejor, aunque según él tendré que descansar unas horas más.
–¿Llamó a su ente? ¡Eso es fantástico! En cuanto a tu pregunta... Contra el primero no hubo problema, Nid lo acabó en un segundo. El segundo me tocaba enfrentarme a ti, así que gané por abandono. No puedo evitar sentirme mal por ello.
–¿¡Que dices!? Es genial, parte de esto es ganar sin la necesidad de pelear, diría que es la mejor victoria.
–Pero… fue porque tú estabas herido.
–Pues la verdad me alegra bastante no haber tenido que pelear contra ti, ganado o perdido me hubiera sentido mal.
–Supongo que tienes razón, aunque quedar en cama no sé si fuera una opción mejor.
–No te preocupes por mí, para mañana estaré apoyándote desde las gradas.
–Ahora que lo pienso, ¿Stella no debería estar aquí? –Al parecer no estaba, no me había dado cuenta.
–Pues ella…
–Está comprando ropa como si viniera el fin del mundo –oí la voz de Sanae en mi espalda.
–¡Sanae!, ¿cuándo llegaste?
–Pues ahorita mismo. Después de tu pelea, si podemos llamarla así, mira que desmayarse frente al oponente en pleno de un torneo… –Tampoco vio a Nid asestarle el golpe, me sentí mejor por no ser la única–; pero que se le va a hacer, como iba. Luego de que te declararan finalista me retiré a la ciudad para buscar información de la tal Shadis, ahí fue cuando vi a Stella comprando y comprando. Siguiendo con Shadis… al parecer ella no es de por aquí, nadie sabe nada de nada y los que parecían tener algo de información evitaban hablar, esa chica es todo un misterio.
–Ya veo... Maestro, ¿sabe algo de ella?
–No mucho, solo podría hacerme una idea según las peleas que observé en las que ella participaba. Se asemejan bastante a la que tuviste hoy, pero claro extendiendo su duración. Ella simplemente se quedaba quieta ahí y dejaba a su ente hacer todo el trabajo. Pero te aseguro que no es una debilucha, su estado de alerta, su postura y su expresión, parecía estar atenta a todo, si la situación se ponía difícil, no dudo que hubiera puesto manos en el asunto.
–Entonces debemos cuidarnos de ella y su Ente. Mmm, iré a hablar con Nid sobre lo que me ha dicho, tal vez tenga alguna idea. Que te mejores Firion.
–Gracias, y ojalá se les ocurra algo.
–Yo voy contigo Nida –Sanae salía de la habitación junto a mí.
–¿Y Sephiria?
–Se quedó durmiendo en tu cuarto, a pesar de ser una niña es bastante floja.
Luego de un rato caminando llegamos al cuarto, al entrar vimos a Nid echado sobre la cama como de costumbre. Sephiria no parecía estar en la habitación.
–Nid, ¿Has visto a Sephiria?, se supone que estaba durmiendo acá…
–Está bajo la cama, se escondió ahí apenas sintió que entraba –dijo acomodándose la almohada.
–Sephiria puedes salir, somos nosotras.
Pero nada salía desde debajo de la cama. Sanae y yo nos miramos. Nos acercamos a la cama para arrodillamos y echar un vistazo. En efecto, Sephiria estaba ahí acostada bajo la cama, mirando hacia el cielo raso. Parecía estar en su propio mundo.
–¿Ehhh? ¿Sephi, me escuchas? –Sin respuesta–; ¡SEPHIIII!
Le gritó tan fuerte que la despertó de su mundo, y no solo eso, también del susto levantó la cabeza y se la golpeó contra la cama. Después del golpe pareció volver en sí, primero me miró a mí, luego lentamente giró la cabeza para mirar a Sanae.
–¡Aaaaaaaaaaaaaaaahh! –Gritó.
Para cuando nos dimos cuenta ya había salido de la habitación corriendo.
–Sanae, algo anda mal con ella, deberíamos encontrarla.
–No hace falta Nida, solo déjala ser. En todo caso Nid, ¿no te dijo nada mientras estuvo bajo la cama?
–Nada de nada.
–Así que no tuvo el valor –murmuró Sanae.
–¿Valor?
–Ah, no, nada Nida, mejor contémosle a Nid lo que nos dijo el anciano.
Después de darle los detalles, Nid se puso a pensar.
–Entonces todavía podemos ganar, aunque tenemos solo una oportunidad ya que dependerá de que realice el mismo procedimiento que ha utilizado con anterioridad. Si lo que dice el viejo es cierto deberemos vencer a su ente juntos y de un solo golpe.
–Entiendo, así quedara ella sola y así solo tendremos que preocuparnos de una sola a la vez. ¡Nid eres un genio!
–No me alabes todavía, después de todo eso es una hipótesis. La probabilidad de que funcione es relativamente baja, un cinco en ciento diría yo.
–Pero… eso es muy bajo, ¿dices que no hay esperanza?
–Lo digo como una estimación, chicas. Lo más probable es que ganemos, tengo confianza en nosotros. El problema es que funcione ese plan ya que se me ocurren muchas formas, pero preferiría perder antes de usar la mayoría de ellas. Aunque ahora que lo dices…, una de ellas podría funcionar ¡tengo que ver las reglas!, vuelvo enseguida –salió corriendo del cuarto.
–¿Qué crees que tenga pensado?
–La verdad no se me ocurre, ¿pero a que se refería con que prefiere perder a usar alguna de ellas?
–Ehhh, pues... debe estar hablando de usar algún tipo de truco yo creo, jeje.
–Vaya, no parece del tipo honesto.
–En todo caso, ¿sabes por qué Sephiria actuó tan raro hace un rato?
–Ella siempre actúa así –dijo con una risa forzada.
–Bueno supongo que tú la conocerás mejor que yo.
–Por supuesto.
En ese instante se abrió la puerta, Nid entraba por ella.
–Tengo buenas noticias, hablé con el juez sobre una de las reglas. Desde un punto de vista es en contra, pero dijo que en nuestro caso no puede descalificarnos.
–¿De qué se trata? –dijimos ambas al mismo tiempo, Sanae parecía emocionada, tal vez imaginaba una estrategia fuera de serie.
–Haber como lo explico. Las reglas indican que sólo en las finales está permitido entrar con el grimorio abierto, esta medida permite ingresar con pactos activos, también se permite el pacto conjunto.
–¿Entonces podrías usar más de un pacto al mismo tiempo? ¿Pero qué ventaja te dará hacer eso?
–Aún no término.
–Perdón, continúa.
–Como iba diciendo, las reglas indican que no puedes recibir asistencia de un ente diferente al que pelea como tu compañero, pero más específicamente dice que “nadie puede asistir al competidor o a su ente”. No seré yo el que use el pacto conjunto, será Vidofnir...
Me contó detalladamente lo que haríamos, aunque parecía muy arriesgado.
–¿Y qué tal si falla? –Algo me decía que no podía subestimar a Shadis.
–Asumiendo que ambas son casi tan rápidas como yo. Hmmm, bastará que obligar a una de ellas a ir más lento...
–¿Y nosotras que hacemos?
–Supongo que podrán darse un descanso, o podrían practicar con sus armas. Hagan lo que quieran, mientras no hagan algo que nos impida pelear mañana tienen mi apoyo –Se puso a dormir sobre la cama. Salimos de la habitación. Comenzamos a hablar en el pasillo frente a nuestra puerta.
–¿Qué tal si entrenamos? Aun no he tenido la oportunidad de utilizar la vara de agua.
–Hablando de la vara, ¿no deberías andar con ella?
–La tiene Sephi, no se despega de ella.
–Creí que ella usaba esas campanas
Recordé haber visto un par de campanas celestes de tamaño de un puño, colgando desde ambos lados de su cintura.
–Estoó, si… pero supongo que le llamará la atención la vara, después de todo parece estar hecha de agua, jeje.
–Entonces tendremos que encontrarla si queremos entrenar, ¿donde crees que esté?
–Generalmente esta en el hall principal, se sienta a mirar cómo la gente va y viene.
Nos retiramos en dirección al Hall principal. Cuando llegamos vimos a Sephiria en uno de los sillones rodeada por 3 sujetos, parecía muy asustada.
–Vamos niña véndenos ese bastón, hace bastante tiempo que no veía una pieza de equipamiento tan rara, vamos véndemelo –decía uno de los sujetos.
Lo único que hacía Sephiria era agitar la cabeza en señal de negativa y sujetar fuertemente la vara.
–Oigan ustedes, dejen a Sephi en paz, esa vara no está en venta –Sanae les dijo violentamente.
–Rayos, no importa. Además quien querría esa penosa imitación de arma –el sujeto se iba junto a sus matones.
–¿Estás bien Sephi?
–S–si, querían quitarme la vara.
–Por eso es que no me gusta que andes sola. Ahora necesito que nos acompañes, iremos a entrenar con Nida y quiero que vengas con nosotros.
–¿Entrenar? –Se puso algo nerviosa.
–No te preocupes, no será nada a lo que te forzaremos. La razón es que Nid nos dio la tarde libre mientras descansa.
–Está bien, las acompañaré.
Habiéndonos puesto de acuerdo, nos dirigimos hacia el bosque, al mismo lugar donde entrenamos yo y Nid. Sanae al llegar notó el cráter que causé con mi bastón y comenzó a gritar.
–¿¡COMO!? No me digas que esto lo has hecho tú.
–Pues si...
–¡Es enorme! Si hubieras usado algo como esto en la arena me habrías mandado a cuidados intensivos, a veces me da un poco de miedo de lo que eres capaz…
–Bueno, es que la habilidad de mi bastón es absorber los impactos físicos transformándolos en espíritu que se concentra en la piedra espiritual de aquí, así puedo acumularlo y liberarlo al contacto.
–Ya veo, debió tomarle unos cuantos golpes de Nid llenar la capacidad de la piedra para causar un cráter como este.
–Pues si jeje –quizá si le decía que fue solo uno le daría un ataque–; parece que te gusta mucho ese bastón Sephiria.
–Puedes decirle Sephi, estamos entre amigas. Además yo te llamo Nida.
–¿Estás de acuerdo en que te llame Sephi? –Ella asintió con la cabeza–. Vaya, que tímida es…
–Es así desde que recuerdo... tampoco es que se haya materializado hace mucho, aunque últimamente parece más interesada en algunas cosas –dijo frotándole la cabeza. Sephi se puso roja.
–¡TOMA!, entrena y no me molestes.
Después de que Sanae recibió la vara. Sephi se alejó para luego sentarse a los pies de un árbol.
–¿Segura que está bien? No parece actuar normal y me preocupa.
–Debo admitir que últimamente actúa raro, pero no es nada de lo que debas preocuparte. Deberíamos empezar antes de que se haga más tarde.
–Tienes razón.
Luego de un par de horas de entrenamiento, en el cual constantemente miraba a Sephi que tranquilamente nos observaba desde donde estaba. Parecía preocupada por algo, me preguntaba que seria.
–Esta vara es genial, puedo hacer todo tipo de cosas con ella. Es muy flexible al usarla, pero muy fuerte al golpear. ¿De qué estará hecha…?
–Si tanta curiosidad tienes deberías preguntarle a Nid, después de todo el la hiso.
–¿El…la…HISO? –Ups…–. Había oído de armas extraordinarias pero ya no existen, las ultimas personas que tenían la habilidad de crearlas murieron hace unos años… El debe de usar otro método o conoce aquél. Ahora que lo pienso cuando él el usó era mucho más intimidante. Me pregunto por qué me la habrá dado… Debe confiar mucho en sus habilidades.
–No tendría sentido no habértela dado, recuerda que la hiso para eso. Supongo que la probó el mismo antes de dártela.
–El también hiso la tuya ¿no?, como alguien que lleva tan poco tiempo aquí es capaz de hacer cosas como esta…
–Ahora que lo dices, también tengo ganas de saber que se trae. Cuando nos conocimos ni siquiera sabía que las piedras espirituales son el principal medio de pago, aun debe ser un ignorante en los que respecta a este mundo. Incluso estuvo cerca de cocinarnos un Venóptero de desayuno. ¿Qué tal si regresamos y le preguntamos? –Sanae había recuperado toda su energía con la emoción–. Ojalá sea algo que pueda contarnos ya que todavía hay algo que según él no puede decirme, y Vidofnir lo apoya, me pregunto que será…
–Uuuu que misterioso, vamos que ya quiero preguntarle. ¡Sephi! ¡Vamos de regreso! –Sephi se puso de pie y se acercó a nosotras–. Ah cierto, toma –Sanae le entregó la vara. Al recibirla cambió totalmente, parecía feliz–. Vamos.
Cuando llegamos a nuestra habitación ya había anochecido, el cuarto estaba vacío. Sephi se acomodó a un lado del sillón y se puso a admirar la vara.
–¿Donde habrá ido Nid?
–Supongo que habrá salido a dar una vuelta.
–Sí, tienes razón. Generalmente no sé por dónde anda, debería dejar de preocuparme.
–¿Crees que pueda dormir hoy en su cama también? –Sanae me miraba esperando un sí.
–No lo sé, la verdad no me dijo nada acerca de eso.
–¿Acerca de qué? –escuchamos a Nid decir mientras entraba por la ventana.
–¡Nid!, me preguntaba si hoy también tendrías algo que hacer de noche, digo para poder usar la cama.
–Esta vez no, adelanté lo que iba a hacer esta noche mientras estuvieron fuera. Pero no tengo problema en dormir en el sillón –Se acercó al sillón, sentándose al lado de Sephi–. Es bastante cómodo después de todo, desde ahora me sentaré aquí en vez de las sillas esas, ¿Qué opinas tu Sephiria?
–E–esto, yoo, también creo que es muy cómodo –dijo sudando, creo que empecé a entender el motivo de cómo actuaba.
Me acerqué a ellos diciendo;
–Sephi ¿tienes algo que quieras decirle a Nid? –Sanae viendo lo que tramaba, me apoyó.
–Sí Sephi, deberías hablar con Nid acerca de eso que querías decirle.
–¿Tienes algo que decirme Sephiria? –dijo Nid mirándola de reojo mientras bostezaba, maldito insensible.
–Es–estoó, quería decirte que –Tragó saliva. Yo y Sanae esperábamos emocionadas, Sephi estaba más roja que nunca–; que–e me gust… –Estaba a punto de decirlo, Sanae parecía a punto de gritar–; ¡me gusta mucho esta vara que hiciste! –Sanae estaba tan desilusionada como yo.
–¿En serio?, entonces esto te alegrará. Escuché de ellas mientras hablaban en el pasillo que no te despegabas de la vara. Lo siento pero debes entregársela a Sanae, después de todo ella no podrá pelear sin ella y si la tienes todo el tiempo no podrá mejorar sus habilidades, ni perfeccionar su uso, pero a cambio hice esto para ti.
Buscó algo en el pequeño saco que llevaba atado al cinturón. Una vez que encontró lo que buscaba lo sacó de la bolsa. Eran un par de campanas, parecían hechas del mismo material que la vara, pero a diferencia de la anterior que se veía en constante movimiento, las campanas no. Estas parecían hechas de agua solida o hielo, aunque con el mínimo movimiento se notaba el movimiento del agua, sin que las campanas perdieran su forma.
–¿Pa–para mí?
–Sí, no es la gran cosa ya que está enfocado más para ser un arma defensiva, aunque podrías dominarla para que sirva eficazmente en forma ofensiva.
–¡Ohh! Campanas, y parecen estar hechas de lo mismo que mi vara –Sana se veía fascinada.
–Nid, esas campanas no está hechas de lo mismo ¿cierto?
–Si lo están, pero use un método distinto para que se quede en este estado.
–Am, es que a esas campanas no les sucede nada cuando las tocas.
–Por supuesto que no, estas están hechas exclusivamente para Sephiria –¡Bingo!, Sephi parecía temblar mientras miraba al piso–; la verdad es que no me veo usando campanas. Además no es muy dañino que digamos. Agregando que hacer dos armas iguales me parece una idea bastante aburrida, tengo que aprovechar mientras las ideas vienen y van.
Después de decir eso se las entregó, Sephi a su vez le devolvió la vara a Sanae. Estaba muy feliz con su nuevo accesorio, sin contar que era un regalo de Nid exclusivamente para ella…
–Cada vez se pone mejor –me murmuró Sanae al oído–. Antes que lo olvide, Nida y yo nos preguntábamos como es que sabes tanto, no solo eres muy fuerte, y tienes conocimientos sobre diferentes pactos, sino que también eres capaz de crear armas que solo algunos pocos alquimistas podrían lograr, ¿cuál es tu secreto?
–¿Mi… secreto?
–Sí, tu secreto –dijimos ambas al unísono.
–Tú –me apuntaba.
–¿Yo? ¿Eso qué significa?
– Significa que en los 13 años de estar consciente en tu alma, tuve acceso a todo el conocimiento que se esconde dentro de ti, incluso el que estaba ahí desde antes que nacieras. Al parecer eres descendiente de una rama de alquimistas. Aunque la información era muy antigua e inútil allá, en este mundo es posible utilizarla.
–¿Descendiente? ¿Sabes algo sobre mis padres? –se quedó en silencio unos segundos.
–Deduzco que murieron, ¿no deberías saber algo de ellos?
–Nunca los conocí y nunca me hablaron de ellos, en Brisnoa solo era una de tanto huérfanos que había, ¿entonces murieron?
–Probablemente. Entre los libros que encontré en tu alma había algunos que hablaban sobre ti, tenían una idea bastante actual, aunque tal vez hablaban de Vidofnir, la semejanza entre ustedes es asombrosa según ella. La mayoría de los libros esos estaban completos, escritos hasta la última página, sin embargo entre los que no lo estaban hubo uno que me llamo mucho la atención... El último pacto escrito estaba incompleto, a pesar de tener 12 versos.
–¿¡DOCE!? ¿En serio existen pactos de tal cantidad de versos?
–No Sanae, lo que digo es que existen pactos de hasta 13 versos, o por lo menos ese es el único. Ya que hasta ahí llegaba el libro. Asumo que los que lo escribieron intentaron usar el pacto incompleto y por lo que leí había una baja probabilidad de que funcionara. Debe haber sido muy importante la razón por la cual tenían que alcanzar el pacto aquél...
–Así que seguramente murieron...
–Lo siento Nida. Siento que tus padres hayan muerto.
–Ah, no te preocupes. Ya imaginaba que algo así les debió haber ocurrido, además no estoy triste, desde pequeña el anciano y Firion han sido mi familia.
–Nida… –Sanae estaba a punto de ponerse a llorar a mares. Intenté desviar su atención para evitar un escándalo.
–Entonces Sephi también debería poder ver en tu alma ¿no?, que dices Sephi. ¿Tienes algo que contarnos sobre Sanae?
–No, no sé de lo que habla Nid… no sé nada de la historia que acaba de contar…
–¿Acaso oí que lo llamaste Nid? Es genial que tomes tanta confianza... jejeje –de repente olvidó toda la pena.
Sephi, se puso roja nuevamente y rápidamente bajó la cabeza mirando sus zapatos.
–Ella puede llamarme como quiera, la verdad su actitud me agrada más que la de ustedes. Siempre chillando y alborotando, deberían aprender –Por supuesto que no se daba cuenta del efecto que tuvo lo que dijo.
–¿E–en serio? –Por primera vez Sephi le hablaba a Nid mirándolo directamente.
–Pues claro, se está mucho a más gusto sin gente gritando y causando alboroto en todo momento.
“MIRA QUIEN LO DICE, DESPUES DE HACERME JUGARRETAS DE MAL GUSTO”. A pesar de pensarlo no lo dije, además no quería arruinarle el momento a Sephi que sonreía mirándolo.
–Muchas gracias por darme esto Nid –dijo Sephi quitándose las campanas anteriores y poniendo las nuevas.
–¿Oye qué clase de cosa hacen exactamente esas campanas?
–Mejor que explicárselo, les mostraré ¿Sephiria, te molesta si intento golpearte?
–¿¡QUÉ!? No puedo permitir que hagas algo como eso, ¿EN QUE DEMONIOS ESTÁS PENSANDO? –grité.
–No te lo pregunté a ti, además si lo pregunto es por algo. Por supuesto que no le haré ningún daño, si no mal recuerdo fuiste tú la que quería saber que hacían las campanas.
–Perooo…
–Está bien –dijo Sephi mirando al piso–; co–confio en ti.
–Excelente, aquí voy.
Empuñó la mano y retrocedió un poco. ¡HIBA EN SERIO! ¡PAFF! Se escuchó un estruendo, ¡EL INFELIZ LA GOLPEÓ! “pensé”, pero… aparte de que Sephi estaba muy asustada, no estaba herida. Aunque la pared detrás de ella estaba quebrada superficialmente. El puño de Nid estaba detenido a unos escasos centímetros del asustado rostro de Sephi.
–Auch, me dolió más que cuando lo intenté este tarde, creo que la fuerza de espíritu de Sephiria aumenta aun más el poder de las campanas.
–¿Qué rayos fue eso? –Sanae dijo antes de que yo tuviera la oportunidad.
–¿Acaso no lo viste?, intenté golpearla y ella esta ilesa, aunque no puedo decir lo mismo del muro.
–Entonces… ¿Sephi es indestructible? –Ni yo hubiera llegado a esa conclusión, me recordó a Firion en cierto modo.
–Por supuesto que no, hago artefactos, no milagros. Y yo que quería saltarme la explicación, pero que se le va a hacer. Asumiré que tampoco notaron que la cantidad de agua que forma las campanas disminuyó. Como sea, mientras Sephiria tenga esas campanas cualquier ataque será bloqueado por una barrera de agua, sin embargo esto causara un consumo del agua que las compone. El agua se repone lentamente así que no crean que se volverán inútiles, también tienen el efecto de amplificar el poder de los pactos de elemento agua.
–Vaya, con que a eso te referías con hecho exclusivamente, pareciera que concuerda con sus habilidades.
–Sí. Deberían descansar para mañana, recuerda que aun debemos enfrentarnos a Shadis.
–Tienes razón, lo había olvidado.
Después de cambiarnos de ropa y acostarnos, noté como Sephi dormida caía sobre el regazo de Nid, el cual parecía bastante incomodo con la situación. Unas horas más tarde acepté el hecho que no podría dormir. Sanae dormía, lo hacía desparramada sobre la cama. Ahora que lo pienso hubo algo que Nid no me contestó…
–¿Nid estás despierto?
–¿Sucede algo? –Como lo imaginé, estaba despierto.
–¿Sigues atrapado? –Tenía que preguntárselo, era mi deber.
–Si te despertaste solo para burlarte, adelante ríete. Y si, aun tengo a Sephiria encima.
–Oye, antes cuando hablaste de lo que viste en mi alma, ¿Por qué Sephi dijo que ella no sabía de qué hablabas?
–Eso es porque no sabe de lo que hablo.
–Ja…, muy gracioso, ¿podrías darme una respuesta que no fuera la pregunta ahora?
–Es en serio, cuando un ente se desmaterializa, vuelve al estado de sueño en el cual estuvo hasta los 16 años.
–O sea que cuando un ente vuelve a uno, ¿vuelve a “dormir”?.
–Algo así pero se está consciente, puedes oír lo que hablan y sentir, pero más que eso nada. Es como ser inválido.
–Entiendo, ¿pero entonces como a ti no te afecta? O sea me dijiste que estuviste consciente los 13 años pero solo eso…
–Nida, si te lo digo, prométeme no decírselo a nadie.
–O–ok lo prometo.
–Yo... no puedo dormir, y tampoco pienso que debería hacerlo.
–¿En serio?, ¿entonces estás despierto todo el tiempo, no te cansas nunca acaso?
–La verdad es que no, ya que nunca tengo sueño tengo acceso a estar activo todo el tiempo. No es la gran cosa pero es lo que sucede...
–Supongo que tienes razón, espero que nos vaya bien mañana –No me parecía un gran secreto después de todo, así que decidí dormirme para estar repuesta al siguiente día.
–Lo mismo digo, deberías ponerte a dormir luego… –“grito ahogado”.
–¿Te pasa algo?
–Es Sephiria, ahora cree que soy su almohada y me tiene abrazado, de vez en cuando me aprieta. A pesar de ser una niña lo hace con bastante fuerza –Estas son las cosas que me hacen creer en la justicia divina.
–Bueno, hasta mañana.
–Hasta hoy.
Intenté dormir mientras pensaba en lo genial que sería despertarse antes que Sephi y ver como reaccionaria al verse así. Finalmente logré hacerlo.
Desperté de golpe con un agudo grito, cuando me di cuenta Sanae también había despertado y Sephi estaba de pie mirando a Nid.
–Hasta que te despertaste –Nid se veía más cansado que molesto, ahora que recuerdo debe haber estado despierto toda la noche junto a Sephi.
–¡LO SIENTO!
–No tienes que disculparte, gracias a ti me ahorré la tentación de ir a vagabundear por ahí, es más, te lo agradezco. Volveré antes de la hora del encuentro –Salía por la ventana. Al mismo tiempo murmuraba algo como “que niña más rara”.
Me encontraba de muy buen humor al igual que Sanae, mientras desayunábamos Firion apareció. Se veía en plena forma.
–Buenas Nida, Buenas Sanae.
–Oye y esos modales, aun no saludas a Sephi –lo regañó Sanae.
–¿Sephi? ¡Ahhh! Sephiria, no te reconocí con esa sonrisa de oreja a oreja, ahora te vez mucho mejor. Jaja, no me hagas caso. Buenas Sephi, ¿supongo que puedo llamarte así?
–Yo creo, no me molesta.
–Uuuu Sephi, últimamente estás mas sociable, ¿por qué será…? –dijo Sanae entre risas.
–No me molestes, si estoy contenta no es tu problema.
Después de eso no habló más. Le contamos a Firion sobre nuestro plan, estaba bastante sorprendido.
–Ojalá yo pudiera utilizar las reglas a mi favor.
–Aunque aún nos falta una parte, Nid anda en eso. Todo depende de que logre encontrar el pacto.
–Supongo que tienes razón, ¿pero y si llegase a no funcionar?
–Me dijo que ya tenía planeado algo, por eso no estoy preocupada.
Después de hablar un rato, Stella que tenía muy claro que se traía Sephi con Nid, disfrutaba de cada cosa que contábamos.
–Bien hecho pequeña, no apruebo tus gustos pero buen trabajo –le dijo en un tono de admiración y burla, Sephi la miró y apartó la vista.
Una vez que terminamos fuimos a esperar al Hall principal. Hoy había mucha más gente que los otros días, personas de todas las edades, aglomerándose para ver el combate.
–Saludos –escuchamos.
–¡Zadus! –exclamamos yo y Firion viendo al tendero que se nos acercaba acompañado de Nid.
–Veo que me necesitan más pronto de lo que esperaba, pues Zadus Fairtrade está aquí con los mejores productos, para sus mejores clientes.
–Lo encontré rondando por allí, menos mal que no se fue de la ciudad –dijo Nid algo aliviado.
–Nidhogg ya me explicó todo, si me permitiera su grimorio señorita.
–Con gusto –le entregué el pesado libro, sin olvidar abrirlo antes.
–No importa cuántas veces lo vea, sigue siendo esplendida su combinación de colores –Escribió algo con mi pluma y luego me lo regresó.
–¿Cuanto seria Zadus?
–Por supuesto que gratis, es lo máximo que puedo exigir por algo tan básico como eso. Mejor ahorra para cuando obtenga los de rango alto.
–Como digas, gracias.
–Siempre es un placer hacer negocios con ustedes chicos, ahora si me disculpan debo partir.
–Adiós Zadus –le dijimos los demás.
–Que hombre tan agradable –Sanae lo veía por primera vez.
–Lo conocimos en la orilla del bosque, le compramos una que otra cosa. Es buena persona.
–Después de pagarle una piedra espiritual por un par de cosas, cualquiera es así de amable –dijo Firion en voz baja.
–Por lo menos tuviste la delicadeza de no gritarlo esta vez –le dijo Nid molesto.
–Esto, disculpa, debo aprender a mantener la boca cerrada.
–En fin, parece que estamos listos, ¿recuerdas el plan no?
–Claro que sí.
Arreglamos los detalles finales mientras esperábamos el momento del encuentro, para cuando escuchamos que teníamos que presentarnos, ya habíamos preparado todo.
–Suerte Nida te estaremos animando desde las gradas –dijo Firion.
–Suerte Nida y a ti también Nid –dijo Sanae, golpeando ligeramente a Sephi con el hombro.
–Sí, Suerte Nid.
–Jo, primera vez que alguien me desea suerte, deberías aprender de estas chicas Firion.
En ese momento nos separamos. Al entrar en la arena notamos que había una enorme cantidad de público gritando. Cuando llegamos al centro solo pudimos ver al juez fuera del área de combate, Shadis aun no llegaba. A los minutos de estar en la arena, alguien se acercó desde el otro extremo... Entonces la vi. Era joven, un poco mayor que yo, diría unos 17 o 18 años. Usaba una túnica larga y negra, era bastante delgada aunque se veía fuerte, aunque más que nada ágil, su cabello era largo y negro azabache, sus ojos eran de un color purpura. A diferencia de ella, su ente llevaba un peto en el pecho y una corta falda pegada al cuerpo, calzaba unas botas que le llegaban a las rodillas, todo el conjunto negro. Su cabello era igual al de Shadis pero sujetado para formar una larga coleta, sus ojos eran rojos y lo que me pareció más llamativo, llevaba una bufanda idéntica a la de Nid solo que esta no ondeaba constantemente. Apenas apareció el público comenzó a gritar “¡Shadis!, ¡Shadis!, ¡Shadis!”. Al parecer yo no era la favorita, aunque no los culpaba ya que mis últimas batallas gané sin siquiera pelear.
–“BIENVENIDOS AL ENCUENTRO FINAL DEL TORNEO DE ENTES DE CELCADIZ, HOY LUCHARÁN POR LA VICTORIA, PRIMERA FINALISTA “SHADIS CLOUDE” VIAJERA DE ORIENTE, JUNTO A SU COMPAÑERA SAKI, EN CONTRA DE LA SEGUNDA FINALISTA “NIDAVEL , MMM”” –Se detuvo y llamó a uno de los jueces secundarios, después de su conversación, se aclaró la garganta– “NIDAVEL NAGLFAR” –el público se silenció al escuchar mi nombre, se oían bastantes murmullos–; “DEL PUEBLO DE BRISNOA, JUNTO A SU COMPAÑERO NIDHOGG. EL COMBATE DE HOY NO TIENE LIMITE DE TIEMPO, ADEMÁS DE QUE SE LES HA PERMITIDO ENTRAR CON SUS GRIMORIOS ABIERTOS, COMIENZEN” –Yo y Nid nos pusimos en guardia, pero Shadis no hacia ningún movimiento, nos miraba con una sonrisa en el rostro.
–Hija de los Alquimistas…, así que después de todo era cierto. Y tú debes ser Nidhogg, el antiguo dragón que dará inicio al Ragnarok... Saki, acábalos.
–Si ama –De inmediato cubrió su cara con la bufanda y desapareció, lo siguiente que vi fue a Nid frente a mí bloqueando el ataque usando las katares de viento.
–Veo que no bastará solo con Saki –Shadis se descubría dejando ver una pequeña ballesta en sus manos–. Esto se pondrá interesante.
Era rápida, no tanto como su ente pero bastante, aunque no lo suficiente como para hacerse “Invisible”. Nid seguía luchando contra Saki, según lo que veía ella estaba un poco en desventaja, él ya había logrado cortarla un par de veces sin esforzarse mucho, “Que novedad”. Al mismo tiempo Shadis giraba alrededor mío lanzando proyectiles desde su ballesta. Algunos los alcanzaba a bloquear usando mi bastón, y los otros…
–¿¡Un escudo de luz!? ¡Eso va en contra de las reglas! ¡Un ente de elemento sombra no puede usar ese tipo de pactos!, ¡juez haga algo!.
–Es perfectamente legal. Su propio ente lanzó ese pacto en ella, yo soy testigo. Continúen.
El plan funcionaba de maravillas. Antes del encuentro llamé a Vidofnir e hice un pacto conjunto para utilizar el pacto “Zukkoku xo mqapuj” o “Barrera de plumas”. Mientras tenga el grimorio abierto la barrera continuará funcionando y bloqueando impactos, según Nid podría durar bastante tiempo. Sin embargo no era muy útil fiarse de ella porque no deja moverse con mucha libertad al que la usa.
–Ama esto no funciona, puedo evadir algunos de sus golpes, pero no me da tiempo de dañarlo –decía Saki que se veía en apuros.
–Tendré que terminar con esto yo misma –Se acercó a mí y puso su ballesta apuntando a mi cintura–. Si no fuera por las reglas, apuntaría a tu cabeza ¿me harías el favor de rendirte? A esta distancia no creo que tu escudo te proteja.
En ese momento Nid me gritó “Ahora Nida, ¡hazlo!”. Acerqué mi mano a la piedra espiritual del bastón con la intención de tomarla, confiando en que no me haría daño. ”Si tú misma tocas la piedra, el bastón estallará en un radio alrededor tuyo, sin embargo el precio de esta técnica es que la piedra espiritual que tenga se romperá, pero descuida, no te hará daño”. Esas fueron sus palabras y confío en que sean ciertas, además de que Nid lo había golpeado para aumentar la fuerza de la explosión.
Al momento de tocarlo sentí un estallido y lo único que pude ver fue a Shadis siendo impactada por la inmensa explosión.
–¡AMA! –Shadis se ponía dificultosamente de pie, imaginé que no podría caminar.
–¿Qué esperas Saki? Acaba con ella, no pierdas tu tiempo con Nidhogg. Derrótala a ella y acabará el combate –caía de rodillas, usaba todas sus fuerzas para mantenerse erguida esperando a que Saki le diera la victoria.
–¡Maldita!, pagarás por lastimar a mi Ama –Saki desaparecía. Nid apareció frente a mí bloqueando el ataque. Estaba totalmente frenética.
–Nid, ¿qué se supone que hagamos?, parece que no va a parar… –Ya comenzaba a asustarme, cada vez veía menos lo que ocurría, se movían increíblemente rápido.
–Y yo que no quería hacer esto –Lo oí decir algo inquieto–; pero si no hay otra opción...
Subió su bufanda hasta cubrir su nariz, de la misma forma en que Saki lo había hecho con anterioridad y como lo había visto antes hacer en contadas ocasiones. Sin moverse del lugar, apareció otra bufanda en su mano, al mismo tiempo que Saki caía al piso, apenas respiraba y se sujetaba el cuello con ambas manos, estaba asfixiándose.
–¿No me digas… que intentaste ahogarla? –No hubiera imaginado que eso era el plan de emergencia.
–Claro que no, solo le quité la bufanda. Eso pasa cuando uno no la usa y se mueve a esa velocidad.
Shadis al ver lo que sucedía, comprendió que Saki no podía ganar y se desplomó en el piso. El juez se acercó a Shadis y comprobó su estado.
–“LA BATALLA HA CONCLUIDO, FELICITACIONES A LA NUEVA CAMPEONA DEL TORNEO, “NIDAVEL NAGLFAR” Y NIDHOGG” –El lugar se llenó de aplausos, pero no decían mi nombre. Por alguna razón se pusieron a gritar “NAGLFAR” repetidas veces–. ¿ALGO QUE DECIR ANTES DE RETIRARSE?
–Ehm, no nada... jeje
–“AHÍ LO TIENEN, EL TORNEO SE DA POR TERMINADO, LA GANADORA DEBERÁ PRESENTARSE MAS TARDE PARA TOMARSE UNA FOTOGRAFIA PARA EL MURAL DE GANADORES”.
Dejamos el lugar entre los gritos de “¡Naglfar, Naglfar!”. Al llegar al gran salón vi que preparaban la escena de la fotografía, era una lástima que Vidofnir no pudiera salir en la foto. Después de tomármela junto a Nid nos dirigimos a mi cuarto, apenas entré vi a Sanae que estaba parada dentro de la habitación, como esperando a que llegara.
–¡TE APELLIDAS NAGLFAR! ¡Ahora todo tiene sentido!
–¿A qué te refieres?
–¿No es obvio?, tus padres deben haber sido Mjollnir y Ellheim Naglfar, ambos Alquimistas. Ellos hicieron grandes avances sobre los grimorios, investigaciones sobre el espíritu y manejo de piedras espirituales, fueron los últimos Alquimistas con vida conocidos.
–¿Tan importantes fueron? –la verdad no me parecía tan sorprendente, digo, nunca los conocí. Saber algo acerca de ellos no cambiaria mi vida.
–Pues claro, la mayoría de los pactos que se usan fueron legados por ellos, algunos de 2 a 5 versos, y casi todos los de 8 a 10 versos, que es el máximo conocido…
–13, el máximo desconocido –le corrigió Nid.
–Así que por eso todos los del público gritaban mi apellido…
–Lo más extraño es que no recuerdo haber oído que tuvieran hija, quizá era un detalle obviado… desaparecieron sin dejar rastro hace 13 años aproximadamente.
–Yo tengo 16, si fueron mis padres debieron hacer una parada por Brisnoa cuando tenía 3 años. Tal vez solo es una coincidencia.
–Puede ser, pero Naglfar es un apellido muy raro y siempre ligado a alquimistas a través de libros. Al parecer Nid decía la verdad con lo de que tu alma está llena de ellos…
–Recién ahora me creen. Y pensar que pierdo mi tiempo intentando explicarles las cosas.
–¡Yo te creí! –Sephi saltó de su silla con el puño en alto.
–JA, así deberían ser, incrédulas. A pesar de que ella no puede recorrer el alma de Sanae a su antojo, me creyó.
–Oye Nid, ¿no dijiste que hace 13 años tú llegaste? –Me pareció algo curioso, al decir esto comenzó a sudar como un cerdo.
–Sí pero es solo una coincidencia, y si no lo fuera no tengo idea de por qué es –Lo dijo rápidamente, muy distinto a como hablaba normalmente, me pregunto si tendría que ver con algo que no quisiese contarnos.
–Cambiando de tema Nida –interrumpió Firion–; ¿te dieron el pacto rango 6 de luz?
–Sí, lo tengo anotado aquí. Aunque aun no sé lo que hace, es uno que nunca antes había visto.
–Déjame echarle un vistazo, creo haberlo visto antes… "Tokixuj lao junun, uan uq zekxo xo qu paokho hon wo, qogunhuho c qaytu " –“Heridas que sanan, aun al borde de la muerte ten fe, levántate y lucha”–; hmmm, ya recuerdo, es un pacto de resurrección.
–¿Puedo revivir gente con él?
–Por supuesto que no, se te ha pegado hacer preguntas estúpidas como Firion.
–¡OYE! No digas cosas innecesarias.
–Según lo que sé, solo sirve para salvar a alguien que está al borde de la muerte, una vez que la persona es salvada por el pacto no puedes volver a utilizarlo en ella de nuevo, aunque no especifica la situación y tiene miles de restricciones para ser solo un pacto de invocación, es mencionado como “El pacto de la Valkiria”.
–Es genial, valió la pena participar en el torneo creo yo.
–Como digas, te aviso que mañana partiremos. Ya no nos queda nada que hacer aquí.
–¿Y a donde nos dirigiremos ahora?
–Según el mapa deberíamos pasar por Irias, está a unos 4 días de aquí pero podemos parar en un pueblo que hay de paso.
–¿Entonces partiremos mañana en la mañana? –decía Sanae emocionada.
–Ojala tuviera ese gusto por viajar –le dije.
–Todo es parte de nuestro entrenamiento, ¿cierto Sephi?
–Claro, lo que digas. –Estaba jugando con las campanas. Generalmente no ponía mucha atención, con excepción de a Nid claro.
–Ya es bastante tarde, iré a mi cuarto. Hasta mañana –Firion se marchaba junto a Stella.
–¿Cómo es que el aún tiene cuarto si perdió?
–Es porque le pagamos una habitación, recuerda que puedo hacer piedras espirituales.
–¿Lo que dijiste donde esos bandidos era cierto? Pensé que lo decías para distraerlos o algo.
–Nadie me cree...
–Yo te creo –dijo Sephi sentándose en el desocupado lugar de Stella.
Nid comenzó a ponerse nervioso, y no lo culpaba después de lo que había pasado la noche anterior. Sanae se acercó a mí y me susurró; “Que buena jugada, Sephi es lo máximo”.
–Esto… Sephiria. No me malinterpretes pero después de lo que pasó esta mañana…
–¡Ah!, lo siento –Se puso de pie y tomó un cojín de otra silla, volvió a sentarse junto a Nid poniendo el cojín entre los dos.
–Ahora que estamos separados, no sucederá de nuevo –dijo sonriendo.
–Esto… ¿por qué a mi…? –dijo agachando la cabeza. Sanae y yo nos cambiamos y acostamos.
Con las luces apagadas, la luna iluminaba toda la habitación. Una media hora más tarde, Sanae dormía igual que al día anterior. Había un extraño ambiente de pena en la habitación.
–¿Nid?
–Ya van dos noches...
Esta vez me incorporé para ver la situación. Era lo mismo que al día anterior, solo que esta vez tenía la cabeza apoyada sobre la almohada mientras abrazaba a Nid por la cintura.
–¿Por qué Sephiria insiste en hacerme esto? –dijo mientras se movía un poco, Sephi reaccionaba abrazándolo con más fuerza.
–Deberías intentar ver no solo con tus ojos...
–¿Acaso crees que soy ciego? Sé la razón pero no la entiendo –Movió sus manos detrás de su espalda buscando algo, tal vez una manera de soltarse.
–Hay que ver… Por más aptitudes que tengas, esto me hace pensar que tienes la edad que representas, sigues siendo un niño después de todo ¿Por qué no solo la despiertas?
–Porque no me parece correcto. Y respecto a eso de actuar como niño ¿De qué hablas? –Empezaba a frustrarse.
–De nada, buenas noches –Me acomodé para dormir, lo cual logré casi al instante.
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