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Inicio / Cuenteros Locales / nidhoggnaglfar / LightShade -Cap 1-

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–Capítulo 1–

Trabajo en equipo

–Nida despierta, Nida...
–¿Qué? ¿Firion?
–No, soy yo, Nid.
–Pero solo Firion me llama así...
–Desde hoy también te llamaré así.
–Está bien, a cambio me dejarás dormir más.
–¿Estás de broma? Llevas durmiendo una semana, ¿para qué dormir más?
–¿¡Qué!? ¡Por qué nadie me despertó! ¡Tengo que levantarme! Los demás deben estar furiosos, sal ahora, necesito vestirme, ¡por qué nadie me despertó!
–Ajaja, te crees todo lo que te dicen. La verdad es que ayer fue tu cumpleaños y ahora no estamos ni a medio día, son las 10 de la mañana.
–¡¿Por qué me haces esto?! Te gusta burlarte de mí ¿cierto?
–Lo dije para que te despertaras. No parecías muy cooperativa cuando lo intenté, y para reírme, creo que principalmente para reírme.
–Infeliz –intenté golpearlo–, pero ¿que demon…? –Cuando juraba haberlo alcanzado, ya no estaba ahí.
–Muy lenta compañera, si quieres golpearme tendrás que esforzarte más –dijo su voz desde mi espalda.
Increíble, era asombrosamente rápido, ni vi cuando esquivó mi golpe y se movió para quedar detrás de mí.
–Ya es hora de que te levantes. Si no lo estás para cuando vuelva, traeré al anciano para que te obligue.
Dejando de lado la amenaza me dispuse a levantarme. Al salir de la casa me encontré con Firion y Stella, él llevaba una mochila enorme en la espalda, y discutía con Nid acerca de viajar ligeros, Stella en cambio parecía más calmada que ayer. El pueblo estaba reunido para despedirnos.
–Deberías llamar a Vidofnir, le daría mucha pena irse sin despedirse –dijo Nid ignorando a Firion.
–Tienes razón. ¡Activo el pacto!, “Qizoku pi uhpu”, “Luz de esperanza que en el cielo se esparce ¿Vidofnir podrías presentarte?
Una vez que Vidofnir estaba aquí, la gente del pueblo se arremolinaba alrededor para despedirse.
–Me gustaría tener esa capacidad de atraer gente –se quejó Stella.
–Si no fueras una arpía la gente se te acercari… –Últimas palabras de Firion.
Después de noquearlo, Stella se sentó sobre él como si fuera una silla. Pasado un tiempo Vidofnir terminó por desaparecer, y a su vez Nid regresó.
–¿Listos para partir?
–Sí, totalmente lista.
–Claro –respondió Firion algo aturdido.
–Pues vamos, pero antes. Fosfirion devuélveme la roca y toma esta que es roja –Firion estaba encantado, Stella parecía que se moría–. Ahora viejo, esto es para usted y el pueblo, véndala al mayor precio posible y reparta el dinero entre todos. Un pequeño agradecimiento por los 2 días que he pasado aquí.
–Muchas gracias, con esto podremos completar las reparaciones que realizamos hace poco.
Después de esta despedida partimos, dejando atrás Brisnoa y la mochila de Firion que fue remplazada con un pequeño bolso de viaje.
–Entonces, ¿viajaremos sin rumbo o qué? –Firion preguntó–. No es que me queje pero preferirá saber a dónde voy.
–Claro que tenemos rumbo, el viejo me dio este mapa. Recorreremos todas las ciudades de Eucarias. Tenemos que recolectar la mayor cantidad de pactos de alto rango y es bastante probable que encontremos algunos en estas ciudades.
–Entonces, ¿a dónde vamos?
–Primera parada, Celcadiz la ciudad en las montañas.
Mientras hablábamos llegamos al pie del bosque. Después de avanzar un poco por él, Nid comenzó a hablar.
–Debemos cruzar el bosque y llegaremos, será un día o dos dependiendo si descansan.
–¿¡DIAS!?
–Claro, acamparemos al anochecer y continuaremos mañana.
–¿Pero no hay animales peligrosos en el bosque? –Firion se me adelantó en la pregunta.
–¿No era eso lo que querías? Stella debe estar aburrida de no hacer nada en todo el día, además si vences a un animal peligroso del bosque podría considerar que no eres una simple carga… que coincidencia, aquí viene uno.
Entre los árboles se sentía algo, una especie de gruñido.
–Firion, idiota ¿qué esperas? ¡Realiza un pacto! –le gritó Stella.
–Ehm, si, si enseguida.
–Oye Fosfirion. Espero que no la hagas usar algún pacto elemental de fuego, no sería muy inteligente quemar el bosque con nosotros dentro.
Por la cara de Firion parece que era precisamente lo que iba a hacer.
–¿Estás de broma? ¡Es la única forma de combatir que conozco!
Los gritos habían atraído a más animales, el aire se sentía pesado. Desde los arbustos salió un Rinoceroso enorme, media como 2 metros de alto, el cuerpo completamente cubierto de pelo plomo, amenazándonos con el cuerno que tenia sobre la nariz.
–¿Que harás Fosfirion? ¿Harás que Stella luche contra eso si usar pactos elementales?
Firion se veía frustrado, sabía que Stella no tenía oportunidad de ganar contra un animal de esa envergadura.
–Stella, intentémoslo.
Abrió el grimorio y gritó; “Activo el Pacto”. Nid miraba atentamente, parecía estar analizando cada cosa que hacia Firion.
–“Yohke xo qqupu” –“Cetro de llama”. Exclamó sin buscar ninguna pagina, sobre el libro abierto apareció una especie de fosforo, y al mismo tiempo que desaparecía, el mismo objeto se materializaba sujeto por la mano derecha de Stella, solo que ahora tan largo como alta era ella.
El Rinoceroso se abalanzó sobre ella atacándola, Stella usaba el bastón muy bien, diría que era una experta en ello. Lo usaba no solo para bloquear los ataques sino que también parecía usarlo como una extensión de su cuerpo para evadir, sosteniéndose con el bastón clavado en el piso. Pero algo andaba mal, no podía moverse libremente, era bastante difícil para ella luchar e intentar evitar que el fuego que emanaba del bastón tocara algo combustible.
–Guau, un bastón ígneo, y es bastante raro. Que yo sepa esos emiten una llama del doble de su longitud, si puede disminuir su longitud, ¿podrá aumentarla? –Nid divagaba constantemente sobre lo que veía.
Entonces sucedió… Stella tropezó y el Rinoceroso embistió contra ella. Aparté la mirada, no podía ver lo que iba a pasar. Entonces oí a Firion gritar, volví la vista al escenario solo para ver una escena increíble. Firion estaba de pie con el Rinoceroso encima blandiendo su espada y protegiendo a Stella, la punta de su espada se asomaba por la espalda del animal muerto. Cuando me acerqué, pude notar que Firion estaba con los ojos cerrados y temblando.
–¿La salvé?
–Sí, Stella está bien –dije, estaba algo choqueada pero no estaba herida.
Y en el mismo lugar de antes estaba Nid con la bufanda puesta sobre su rostro, en su mano derecha había una cuchilla goteando sangre. Llevó su mano izquierda a la boca y con el índice levantado me dio la señal de que guardara silencio, al mismo tiempo se bajaba la bufanda. Ahora lo entendí, él mato al Rinoceroso, ¿pero a que venía de guardarlo en secreto?, luego le preguntaría.
–Parece que los demás animales huyeron al ver que su líder fue derrotado. Creo te subestimé, desde ahora te has ganado el respeto para que te llame por tu nombre. Y Stella no lo ha hecho nada mal, todos esos movimientos deben ser espectaculares para usarse junto a pactos elementales, diría que ambos tienen un nivel de espíritu rango alto, declaro oficialmente que no son una carga, deberían estar honrados –todo lo dijo con una sonrisa tranquila en el rostro.
Firion y Stella se quedaron mirándolo un instante, para después saltar sobre él gritando “¡¡Malditoooo!!”. Yo hubiera hecho lo mismo. En ese momento supe que él no dejaría que algo malo les ocurriese a mis amigos, así que por primera vez sentí verdadero aprecio de que fuera mi compañero. Depues de que corrieran para alcanzarlo en círculos sin éxito.
–Sigamos caminando, aunque la ciudad no se vaya a ningún lado si no nos movemos continuaremos enfrentando a diferentes tipos de criaturas. Mientras menos tiempo estemos en el bosque menos tendrán que pelear. Pero no se preocupen, del siguiente monstruo como ese que venga me encargaré yo personalmente, les dejare a ustedes los pequeños.
A ambos no pareció gustarle que los haya insultado indirectamente, pero a la vez se veían aliviados por no tener que enfrentar algo como el Rinoceroso de nuevo. Seguimos caminando hasta el anochecer.
–Este parece un buen sitio. Acamparemos aquí y saldremos mañana al amanecer, siéntanse libres de hacer una fogata, la mayoría de los monstruos peligrosos le temen al fuego. Montaré guardia hasta mañana y si sucede algo los despertaré. Ah, una cosa antes, quiero ganar algo de practica en terreno con alguna de las armas que anoté en tu libro Nida, ¿podrías dejarlo abierto mientras duermes y darme alguna de ellas?, si lo haces los despertaré con un genial desayuno.
Dudando de que algún monstruo sea parte de mi idea de “genial desayuno” abrí el grimorio.
–¡Activo el pacto! –puse la primera de las páginas de borde negro, solo había 2 pactos–. ¿Me estás tomando el pelo? ¿¡Dices que de todo el Libraco del maestro solo sacaste dos tristes pactos!?
–Los saqué por ser armas, en todo el libro eran los únicos pactos de rango alto que encontré, preferiría que llamaras la segunda, con la primera ya me familiaricé en usarla –Debía estar hablando de los cuchillos.
–Está bien aquí va; “Gionhe lao yekhu oq yioqe, kujvu qu hiokku” –“Viento que corta el cielo, rasga la tierra”–.
Sobre mi grimorio aparecieron unas pequeñas dagas con forma similar a una hoja, luego se materializaron en ambos brazos de Nid, eran metálicas a simple vista y parecían estar atadas a sus brazos por sobre la mano que sujetaba en puño un mango que tenia la cuchilla.
–Ohh, un pacto de cinco versos –Cinco palabras sin incluir los conectores (palabras de 3 letras o menos) –; el maestro solo nos contó de ellos pero nunca pensé que vería uno. ¿Crees que yo pueda usarlos?
–Con esa piedra sí, pero los dos que tengo son del mismo tipo. Armas cuerpo a cuerpo, difíciles de usar para defender. No es por subestimar a Stella pero su estilo de combate no viene con este tipo de armas y sería un desperdicio escribirlas en tu libro –Stella asintió con la cabeza mientras se recostaba en el piso mirando al cielo–. Mmm, katares... Ligeras, rápidas –decía mientras movía sus brazos cortando el aire– veamos que tan poderosas son…
Caminó hacia una enorme piedra que estaba a un costado y sin tocarla, hiso un corte horizontal con la mano derecha al aire próximo a la piedra.
–¡Ja! no pasó nada –se burló Firion–; deberías pedir la boleta de esa kajar o como se llame.
–Se llama Katar, y deberías prestar más atención a tus otros sentidos, no solo a la vista. Stella ya se dio cuenta de lo que pasó, y Nida debe haber notado algo aunque no sepa exactamente que es.
Era cierto, aunque veía que no había sucedido nada, escuché un pequeño zumbido cuando blandió el arma.
–Espero no equivocarme, tengo altas expectativas en ti.
–Pues me pareció escuchar algo… aunque tal vez me equivoque.
–¡Excelente!, tienes buen oído compañera, deberías aprender de ella Firion.
–Le das la razón solo por ser ella, si hubiera dicho no sé, que sintió un destello habrías dicho lo mismo.
–Por supuesto que no, y puedo probarlo. El sonido que Nida escuchó fue el aire, que al hacer el corte se expandió desde la punta de la Katar y alcanzó la piedra, mira.
Nid sujetó la piedra y comenzó a empujarla, tenía un corte horizontal a la altura del ataque realizado con anterioridad, era un corte perfecto, como el que hace un cuchillo caliente a la mantequilla.
–Y no solo eso –dijo mientras caminaba hacia atrás de la piedra–; mira lo que le paso a este árbol. –Lo empujó con la mano y se derrumbó, tenía el mismo corte que la piedra…
–No pensarás usar eso contra personas ¿no? –dije intranquila.
–No podría aunque quisiera, este corte solo afecta a objetos altamente firmes. El cuerpo humano y el de los entes es muy blando, esto también incluye a los animales o monstruos, lo que más puedo hacer es cortarlos con las cuchillas.
–Gracias, eso me reconforta mucho –dije sarcásticamente–. Despiértenme cuando vayan a salir mañana, buenas noches.
Firion también se acomodó para dormir. Me sentía extrañamente segura con Nid de guardia, así que no tarde mucho en caer dormida. Cuando desperté aun era de noche, Stella y Firion estaban durmiendo, de repente se escuchaba a Firion balbuceando una que otra estupidez, como “Stella devuélveme mi almuerzo” o cosas así. Nid estaba sentado en la piedra cortada con la espalda apoyada en la parte superior de la piedra, parecía una silla, aunque no se veía cómoda. A su lado tenía varios trozos de madera, debía tenerlos ahí para lanzarlos a la fogata que aun estaba encendida.
–¿Y? que te pareció el primer día de viaje.
–¿Como supiste que estaba despierta?, ¿tienes algún poder o algo?
–Na, solo presto atención a los detalles. Tu respiración cambió de un momento a otro, hace un segundo cuando dormías respirabas como Stella, intercambiando entre la boca y la nariz, ahora comenzaste a respirar sólo por la nariz, lo que significa que empezaste a una respiración consiente.
–¿Siempre tienes una respuesta para todo? –dije molesta.
–Generalmente si, para mí siempre hay una razón lógica detrás de cualquier cosa que pase, sin embargo acepto la verdad de que hay cosas que simplemente no tienen explicación o respuestas.
–Ya que estamos solos, me gustaría preguntarte porque salvaste a Firion y lo mantuviste en secreto.
–Primero que nada, gracias por no decirle. Segundo, lo salvé porque según mi criterio no merecía morir por lo que hiso. Arriesgó su vida he intentó luchar con un enemigo más fuerte que él para salvar a su compañera, si lo hiso por ella, estoy seguro que estaría dispuesto a hacerlo por ti. Y tercero, a veces esconder la verdad es lo mejor, desde lo que pasó parecen más unidos. En Brisnoa ella durmió en su cama y lo hiso dormir afuera. Pero míralos ahora, no pusieron ninguna queja, incluso podrían haber puesto tu saco entre ellos para que fueras una especie de muralla, pero ellos están de un lado de la fogata y tú al opuesto, ¿crees que esto hubiera pasado si supieran lo que en verdad pasó, que ambos no lograron vencer a esa cosa?
–Ehm, puede ser, bueno supongo que las cosas están bien como están, para qué cambiarlas.
–Exacto, si funciona no lo arregles. Ahora vuelve a dormir, el sol saldrá en unas horas, y aun no he matado nada que parezca comestible, ¿te gustaría comerte esto? –se dio la vuelta y tomó algo que tenia detrás de la roca.
Era un venoptero, una especie de siervo con patas que parecían ventosas y sin ojos, eran completamente ciegos. Carnívoros que cazaban con el olfato, venenosos, cortaban su propia cola que después de un tiempo volvía a crecer y esperaban que algún animal incauto se la comiera y muriera envenenado.
–Esa cosa es venenosa, si vas a hacer el desayuno sin saber nada de animales mejor despiértame antes de usar alguno para decirte cuales son comestibles.
–Está bien... tengo también este pero me pareció peor que el venoptero –dijo mientras sacaba un siervo común de detrás de la piedra.
–Ese es comestible y delicioso, deberías hacer ese.
–Tengo un horrible sentido respecto a animales, es muy difícil saber qué se puede comer y que no, ¿crees que un siervo para cada uno sea suficiente?
Pero yo ya estaba durmiendo profundamente, sin haber contestado su pregunta.

–Nida, el desayuno está listo. Stella y Firion ya empezaron, ¿será que lo que ocurrió ayer se repetirá todos los días?
Al despertar sentí un delicioso aroma en el aire, mire hacia la fogata solo para darme cuenta de que Firion y Stella estaban tumbados en el piso, con una mano en el estomago, parecía dolerles bastante.
–¡Nid!, no les abras dado el Venoptero ¿o sí?
–Claro que no. Solo comieron siervo, tú dijiste que no les haría mal, ¿habrá sido venenoso?
–Nidaaa –dijo Firion–; nos hiso comernos un siervo entero, has algo, castígalo o no sé.
–Pff, que niñita, solo les dije que se lo comieran todo o no los llevaría con nosotros a Celcadiz, se toman las cosas muy en serio, igual que tú.
–¡Oye!, no puedes andar por ahí engañando a la gente solo para que hagan algo que te haga gracia.
–Si puedo y en efecto lo hago, además esto no hubiera pasado si no durmieras tanto –dijo mirándome. ¿Si hubieras estado aquí me hubieras dejado decirles eso?
–Y sigues igual, ahora dices eso para que me levante más temprano ¿cierto?
–Impresionante, después de todo hay algo de mí en ti, acabas de responder como si fueras yo, supongo que no soy solo la materialización de la fuerza de tu espíritu.
–No molestes, era obvio que decías eso ¿entonces hoy llegaremos a Celcadiz?
–Solo nos quedan unas dos horas o tres si nos tardamos. Depende de si esos dos están posición de ponerse de pie, aunque no me molestaría dejarlos aquí…
Después de esto Firion se puso de pie enseguida, y ayudó a Stella a incorporarse.
–¡Estamos listos!, un estomago completamente lleno no podrá detenernos, ¿cierto Stella?
–Ciertooo...
–Antes de partir tengo un asunto que hablar contigo. Es respecto a Vidofnir, creo que deberías limitarte a llamarla cuando sea absolutamente necesaria, después de todo ella es la única que tiene habilidades curativas, y por cualquier cosa que ocurra no creo que pudiéramos darnos el lujo de esperar un día completo para llamarla. Entiendes a lo que me refiero ¿no? Siempre puedes llamarla al terminar el día cuando quede poco tiempo para el siguiente.
–Está bien pero con una condición, si estamos despiertos hasta tan tarde tendrás que aguantar que durmamos más.
–¡JA! Me atrapaste de nuevo, esperaba que aceptaras sin imponer nada, pero si lo pones así… Al que se quede hasta tarde, lo dejaré dormir media hora más.
–¿¡Qué!? Media hora no puede llenar el vacío de horas de sueño.
–Ese es el trato, tómalo o déjalo.
–Está bien, está bien.
–Si están tan cansados dile a Vidofnir que te lance hoja de sauce, así no estarás para nada agotada en las mañanas.
–Sí, lo haré.
–Entonces partamos.
Seguimos transitando por el sendero, después de dos horas caminando, Firion comenzó a preguntar:
–¿Cuanto queda?
–Mucho –contestaba Nid alegremente.
–Pero si dijiste que estábamos a dos o tres horas en el campamento.
–¿Entonces por qué preguntas si sabes?
Al pasar una media hora, empezamos a divisar lo que era el final del bosque, en la salida había un local comercial, con un hombre durmiendo en una silla. Nid se interesó en alguno que otro objeto, Stella miraba con brillo en los ojos distintos vestidos de seda que colgaban de un perchero.
–¿Señor?, podría atendernos –El hombre ni se inmutó y siguió durmiendo–. ¡DESPIERTA HOMBRE!
–¿¡Qué demonios!? Ahhh, clientes, ¿puedo atenderlos?
–Si gracias, ¿Cuánto cuestan estas cuchillas?
–Buen ojo amigo, ese es una de las piezas más refinadas de mi colección, el precio normal son 5000 fragmentos, pero podría hacerte un descuento de 500, serian 4500 fragmentos.
–¿Fragmentos?
–Es lo que usamos como dinero –le dije–; las rocas espirituales dependiendo de su tamaño tienen un valor, un trozo de roca espiritual del tamaño de un grano es equivalente a 100 fragmentos.
–Firion, muéstrale la roca. ¿Cuánto cree que valga una de ese tamaño?
–¡LE DOY TODA MI TIENDA POR ELLA!
–Pero yo solo quiero las cuchillas…
–Y yo este vestido, y también este, y este podría ser también.
–No podemos llevar tanta cosa Stella, espera, ese que tienes en la mano, el que se parece al que llevas puesto. Le hago un trato señor si nos sigue hasta el pueblo le daré una roca como la de él, e incluso le daré a elegir el color, por las cuchillas y el vestido, ¿le interesa?
–¡Incluso les haré de guía si me lo piden!
–Entonces arreglado, ¿le importaría decirnos su nombre?, decirle tendero no parece adecuado.
–Me llamo Zadus Fairtrade, y vengo de una larga familia de vendedores ambulantes –El hombre movió unas partes de su puesto, y como por arte de magia se transformó en un carro–. Estamos a 15 min a pie ¿partimos ya?
Mientras caminábamos me acerque a Zadus y pregunté acerca de algo que necesitábamos aprovechando que Nid estaba bastante adelante, así podría yo hacer mi parte y no dejarle todo el trabajo.
–Señor Fairtrade, ¿por casualidad no tendrá pactos de alto rango?
–Pues, déjame pensar… Puede que sí pero… No sé si debería, esas cosas son muy peligrosas como para vendérselas a cualquiera, y menos a unos jóvenes, sin ofender claro.
–Solo los estamos coleccionando amigo –le dijo Nid convincentemente desde adelante, seguía caminando con los brazos detrás de la cabeza–. Intentamos alcanzar el máximo potencial lo antes posible para cumplir su deseo.
–No juegues conmigo, para eso se requiere años. Si van a mentirme inventen algo mejor. Además si no son capaces de decirme la verdad, no veo motivo para anotar en su grimorio algo tan peligroso como eso.
–¿Y si decimos la verdad señor?
–Pues dila, pero intenta decir algo más creíble que el chico oscuro.
–Sostengo lo que él dice, él no miente.
–¿Entonces me dices que puedes lograr algo que a todo mundo tarda una vida, en poco tiempo y solo recolectando pactos? Está bien, puedes decir lo que quieras pero como no puedes probarlo, me reservo el derecho de no entregarte ningún pacto –no lo decía de mala manera, solo quería evitar darnos algo peligroso.
–Puedo probarlo.
–¿Cómo?
–Mire mi grimorio.
–Debo admitir que es muy raro que tenga tanto escrito en solo la portada, y que tiene dos colores diferentes, pero aun no entiendo que tiene que ver con cumplir tu deseo rápidamente, sin contar que no haya sido alterado...
–Pues, tengo una cantidad enorme de espíritu emanando de mi, así que para disipar lo que sobra tengo dos entes, el mío propio y el de mi poder –en ese momento Nid se detuvo durante un segundo, parecía de piedra, ¿habré dicho algo de más?, fue solo un momento, luego siguió caminando–. Solo me falta la parte que requiere conocimiento y entrenamiento para que cumpla mi deseo.
–¿Dos entes? Que historia más fantástica.
–Zadus –le interrumpió Nid–. ¿Estaría bien si te pagamos ahora y no nos acompañas a la ciudad?
–Pues… ya hice un trato, no puedo echarme para atrás aunque me convenga, es mi código de mercader.
–¿Si le probásemos que si tiene dos entes nos darías esos pactos?
–Supongo que sí, eso le daría sentido a la historia.
–Nida, pruébale que no mientes. Y esperemos que lo que hablaste de más no nos de problemas.
Después de leer el pacto y el llamado de Vidofnir, esta apareció, el mercader parecía muy asombrado.
–Que increíble, si no lo hubiera visto no lo habría creído –parecía más sorprendido con Vidofnir, que con el hecho de que tuviera dos entes–. Eres increíble, ¿qué clase de poderes tienes?, pareces muy imponente, en uno de mis libros leí que entre más impresionante es un ente, más peligroso y fuerte es, pero tú eres diferente, no me inspiras miedo, es mas… me dan ganas de abrazarte – al decir esto, fue caminando hacia ella con los brazos abiertos.
–¡Oye! Que le intentas hacer –le grité mientras Vidofnir se ponía detrás mío, y al mismo tiempo Firion y Stella delante.
–¿Q–qué estaba haciendo?, disculpe señorita creo que me emocioné, además parece un ángel, lo siento mucho –se frotaba la cabeza como cuando despertó mientras dormía.
–Más le vale que haya sido eso no más –dijo Firion en tono amenazante.
–¿¡Se divirtieron!?
–¡Ah! Volviste Nid.
– Claro que volví, y tengo la piedra para pagarle.
–Estupendo, continuemos entonces, ya casi llegamos.
–Ya era hora, me muero de hambre –dijo Firion.
–Pero acabas de recuperarte de un tremendo dolor de estomago, ¿por qué habré sido castigada con este compañero?
Mientras discutían, Nid me dijo que quería hablar de un asunto conmigo en privado, así que nos adelantamos un poco.
–¿El tendero ese se comportó algo extraño cuando vio a Vidofnir?
–Sí, ¿cómo lo sabes?
–Era un presentimiento, ¿Sabías que yo y Vidofnir tenemos habilidades únicas cada uno, de acuerdo a nuestra personalidad?, yo por ejemplo, puedo infligir la sensación de ser una amenaza, supongo que tendrá que ver algo mi actitud –en ese momento recordé que no hubo ninguna alteración en el después de haber matado al Rinoceroso, estaba tan calmado como ahora que hablaba conmigo–. Basta con liberar pequeñas cantidades de espíritu, es por eso que me ofrecí de guardia.
–¿A qué quieres llegar?
–Vidofnir no puede controlarlo, ella causa un efecto reconfortante, algo como paz o felicidad, en el pueblo debió suceder algo parecido ¿recuerdas?
–Sí, pero nadie se abalanzó hacia ella como este sujeto, parecía un loco.
–Sí, pues, eso es porque su efecto se dividió entre todas las personas, ahora le llego el efecto completo a él solamente.
–¿Y porque a Firion parece no afectarle?, eso también tiene respuesta ¿no?
–Nuestros efectos solo sirven con personas que no tienen a su ente materializado, o animales, que no poseen entes.
–No recuerdo que el maestro haya dicho eso.
–Es porque este efecto es diferente a los que te han mencionado, es parte de lo que se libera de tu espíritu, Vidofnir sin poder hacerlo lo emana en grandes cantidades. En resumen quería que supieras eso, tenlo presente a la hora de llamar a Vidofnir –parecía que cada día se agregaba una nueva condición–. Mira, parece que llegamos a Celcadiz.
Frente a nosotros había un umbral enorme con un letrero escrito en madera y con letras de la altura de una persona regular, “Celcadiz” se leía.
–¡Viva! ¡Llegamos! –dijeron Firion y Stella a la vez–. ¡Comida! –Firion– ¡Vestidos! –Stella.
Comenzaba a asustarme con los extraños rasgos en común, ambos empezaron a recorrer los locales de la ciudad por su cuenta y por caminos separados.
–Pues ya estamos aquí. ¿Quieren que les muestre la ciudad completa?, sus amigos parecen haber comenzado ya a recorrerla.
–No gracias, solo llévanos a donde podría haber algún maestro en pactos, lo que me recuerda a... Nida dejemos que escriba los pactos de alto rango. Aquí esta su roca, ya tenemos las cuchillas y el vestido se lo devuelvo, parece que Stella no mostró mucho interés en el. Supongo que acabaremos cuando nos lleve a algún maestro que conozca.
–Maestros no hay ninguno, lo siento.
–Entonces, fue un placer hacer tratos con usted, espero volver a encontrarnos y si encuentra más pactos recuerde lo bien que pagamos.
–Por supuesto, desde hoy prestaré más atención a ellos –Nid se acercó a él y le susurró algo al oído–. Claro, lo que digas. Y usted señorita... Le deseo mucha suerte y no se preocupe, logrará cumplir su deseo –Dicho esto se marchó.
–Los pactos de ese sujeto son de calidad por lo que veo, uno de rango 4 y otro de rango 6.
–¿Pero no necesitas utilizarlos? Digo como para entrenarte.
–No creo, ninguno de ellos parpadea, eso significa que soy capaz de utilizarlos.
–¿Que le dijiste antes?
–Solo que no parloteara sobre información innecesaria –dijo mirando en otra dirección, parecía no querer hablar del asunto.
–Si no hay ningún maestro en esta ciudad ¿No crees que deberíamos partir a la siguiente?
–Parece que hacer eso sería lo más lógico, aunque después de haber recorrido todo el camino hasta aquí deberíamos por lo menos buscar alguno, no perdemos nada haciéndolo.
–Sí, supongo… Hey, mira este cartel, dice que hay una competencia de lucha de materializaciones. El premio es un pacto de luz rango 6.
–No me interesan los pactos curativos...
–Hablo por Vidofnir, deberíamos obtener para ella también, recuerda que sus habilidades pueden ser tanto o más útiles que las tuyas –dije enfadada.
–Bueno, supongo que no estaría de más llenar su lado del libro, aunque preferiría sacar algún provecho de participar. Después de todo no creo que ella sea la que combata ¿o sí? Aunque me pregunto por qué el premio de una competencia de lucha es un pacto de luz… Está bien, solo por curiosidad participaré.
–Genial, además así podrás practicar con las armas del pacto, al parecer las katares tienen un espacio más, pueden aumentar su nivel 1 vez, y el primero tiene 1 espacio también... Además pienso que participar seria productivo, ¿deberíamos decirles a los demás? Quizá quieran participar también.
Después de un tiempo buscando, encontramos a Firion llevando muchas bolsas con Stella delante, parecía una niña en una dulcería.
–Oigan idiotas ¿qué creen que hacen?, no planearan llevar todo eso.
–Claro que no niño, cuando acabe lo enviaré todo a casa.
–Nida tiene algo que decirles así que detengan sus compras un momento.
–¿De qué se trata?
–Miren esto, ¿qué les parece? –Les mostraba el anuncio de la competencia–; si participamos ambos tendríamos el doble de probabilidades, y ese pacto podría sernos muy útil, podríamos utilizarlo para que Vidofnir controle mejor sus poderes, ya que es de alto rango. Sin contar que podría ser muy útil en nuestro viaje.
–Buen punto. ¿Qué dices Stella?, ¿ponemos a prueba nuestras habilidades?
–Claro, pero el chico este tendrá que hacer una nueva roca para mis futuros gastos, ¿qué dices? –parecía que solo esperaba la respuesta de Nid, su mirada fue directa hacia él.
–Además del pacto también hay un premio en dinero, más precisamente para el segundo lugar y tercero, 50000 y 20000 fragmentos si no mal recuerdo. Si no ganas no hay ningún problema en que te endeudes conmigo…
–¡Nunca! Ganaremos el primer lugar y te obligaré a pagarme una tienda completa, ¿¡cierto Firion!?
–Por supuesto, puedes apostarlo.
–Entonces que así sea. Si ganan el primer puesto correré con sus gastos, tanto en tiendas como en restaurantes –cuando Nid dijo eso a Firion le brillaron los ojos–; pero si yo gano, mmm, no volverás a comprar nada que yo considere inútil...
En ese momento la sonrisa de Stella se borró completamente, parecía comprender la gravedad del asunto.
–Oye Stella piénsalo bien, yo que tú me lo pensaría dos veces.
–¿De qué hablas Nida?, aunque tenga que pelear en tu contra no existe la posibilidad ni en un millón de años de que tu niñato nos venza. ¡Acepto! –Ambos se estrecharon las manos.
–Primero hay que registrarnos. Necesitamos encontrar el lugar de la competencia.
Después de recorrer un poco nos topamos con lo que buscábamos, era una especie de arena cuadrada rodeada por gradas. Aunque solo a primera vista, ya que el edificio era enorme. En la entrada había un hombre corpulento, sentado en una taquilla que decía “Inscripciones”, nos aproximamos al lugar.
–Venimos a inscribirnos, ¿tiene algún costo asociado? –El hombre nos miró como si no fuéramos nadie.
–No aceptamos críos, lárguense.
–Pero…
–Miren niños vayan a jugar a algún lado, para participar necesitan vencerme o mi aprobación, no cuentan con lo segundo, y lo primero lo descarto, lárguense –Stella se acercó a él y le dijo;
–¿Tengo que vencerte a ti o a tu ente?
–Ehm... a mí.
En eso Stella se agachó y dándole una patada en las piernas lo lanzó al piso, en ese instante Firion tenía la espada desenvainada amenazante a su rostro. “Sincronización Perfecta”, Nid disfrutaba del espectáculo.
–A–aprobados, los apruebo a todos.
–Niño me debes una.
–Jaja, para nada. Me ahorraste enviarlo al hospital.
–Serian 1000 Fragmentos la mujer, y 2000 el chico.
–¿Por qué tenemos que pagar más? ¡Es injusto!
–Aquí están los 2000.
–¡¿Por qué aceptas pagar más tan calmadamente?!
–Está escrito en las condiciones. Dependiendo del elemento del ente está la tarifa, mira justo aquí –apuntó a la hoja de inscripción. Era cierto todos los elementos costaban 1000 a excepción de luz, cuya tarifa era de 500 y sombra 2000.
–¿Por qué la variación de precios?
–Porque el precio indica la probabilidad de ganar, entre menos probable menos cobran, después de todo no estamos aquí para robar dinero a los que se inscriben –dijo el encargado.
–¿Entonces cuando comienza la competencia?
–Ya que están registrados ahora deben asignarlos, tanto el ente como su compañero entran a la arena, no hay restricción de a quien atacar, y el ganador es decidido de 3 maneras; Si ambos están de pie a los 15 minutos el publico decide. Si alguno derrota al otro hasta el punto que no pueda ponerse pie o si alguna de las partes se rinde la otra gana automáticamente, sin contar que es posible ganar por ausencia del oponente.
–¿Que pasa en el caso de que mate a alguien? –preguntó Nid.
–Chico, dudo mucho de que tengas la capacidad de hacerlo, pero si mataras al humano, quedas descalificado.
–Entonces se puede matar al ente…
–Ya envié sus datos, las peleas son continuas. Tienen derecho a entrar al sector de participantes, suerte en sus combates.
Nos dirigimos a la entrada para ver cómo estaba lleno de gente gritando. Mientras 4 personas en la arena peleaban, uno parecía manejar la tierra para atacar a una niña, la cual se defendía con torrentes de agua que emergían de sus manos, los dueños de los entes luchaban totalmente aparte de sus compañeros. Uno era un hombre enorme que agitaba una hacha de su altura, la otra una chica de complexión atlética y cabello azul, usaba una vara.
–Nid…¡¿Voy a tener que pelear?! –Noté que Stella sonrió, seguro contaba con eso.
–No seas tonta, solo intenta no desmayarte, tengo todo cubierto.
Seguimos observando el combate, la pequeña lo hacía bastante bien. A pesar de no verse muy fuerte era muy rápida, diría que ella tenía la ventaja... Sin embargo de un momento a otro el ente terrestre tomó un enorme trozo del piso y se abalanzó sobre ella. Aunque las reglas dijeran que no podías matar a la persona, si podías al ente. No podía mirar… aparté la vista un momento para evitar ver el horrible suceso. El público gritaba, cuando volví a mirar la niña estaba muy lejos, debía de haber evadido la piedra.
–“SE HA CUMPLIDO EL TIEMPO LIMITE DE 15 MINUTOS” –Se escuchó decir al juez de la pelea–; “ROGAMOS A LOS PARTICIPANTES QUE DEJEN DE PELEAR”.
Dicho esto ambos se detuvieron, ninguno parecía herido. Por lo que vi ambos evadían hábilmente lo que lanzaba el otro, y los golpes que asestó la chica no le hicieron mucho daño al sujeto, después de todo era solo una vara.
–“EMPEZAREMOS CON EL PROCESO DE ELIMINACIÓN POR PÚBLICO ¿QUIENES PIENSAN QUE EL GANADOR DEBERIA SER GARNGAR DEL CLAN TERRA? –Mucha gente se puso de pie, formando un alboroto con aplausos y gritos, pero no parecía la gran mayoría–; “¿QUIENES PIENSAN QUE LA GANADORA DEBERIA SER SANAE DEL CLAN TORRENTE?” –La euforia llenó al público, parecía que todos unánimemente pensaban que debía ganar. Después del griterío el juez continuó–; “SANAE DEL CLAN TORRENTE, AVANZA A LAS SEMIFINALES” –el público explotaba nuevamente en vitoreo y aplausos–; “EL SIGUIENTE COMBATE, FAZIRIO CONTRA FIRION. PRESENTARSE A LA ARENA EN LOS PROXIMOS 5 MIN”.
–Creo que nos toca, nos vemos luego.
–¿Respetaras el acuerdo niño? –Stella dijo fríamente a Nid.
–Sí, sí, vamos Nida no podemos ver esta pelea.
–Pero, ¿POR QUÉ?, ¡quiero ver como les va!
–Decidimos que no podíamos ver los combates del otro, así no tendríamos ninguna presión de utilizar cualquier forma de lucha, temiendo no poder utilizarla luego cuando peleemos entre nosotros. Así cualquier truco será sorpresa.
–Pero…, yo no pelearé, ¿por qué estoy dentro de eso?
–Porque aunque no pelees tendrás que evadir, que tenga todo cubierto no quiere decir que te lo ponga fácil. Deberás por lo menos intentarlo, yo solo evitaré que mueras o seas gravemente lastimada, pero no me importaría que aprendieras a luchar a base de golpes.
–Ehhh… ¿¡QUÉ!?
Después de unos 5 min de pelea verbal, llegue a la conclusión de que no podría hacerlo cambiar de opinión, justo en el momento cuando entraban Firion y Stella por la puerta.
–Somos Semifinalistas.
–Pan comido –opinó Stella.
–Ustedes son los siguientes, suerte. No pierdan ya que nosotros ya avanzamos.
–Toma Nida, preparé esto para ti. Está hecho de roca espiritual refinada, ya no tiene nada de espíritu, pero es más duro que el acero –Era un bastón un poco más corto que mi altura, tenía una roca en la punta y parecía hecho de madera, aunque por la textura, definitivamente era roca–. Úsalo para defenderte lo mejor que puedas.
Finalmente salimos a la arena. Se notaba la curiosidad del público, yo una chica de 16 años y un crio de unos 14 entrando a una arena de combate, la verdad no los culpo por extrañarse. Nuestro oponente ya había llegado, era un hombre enorme y musculoso, a su lado había otro tan alto como él pero delgado y cubierto de ropajes. El primero llevaba una espada gigante en la espalda y el segundo un cetro.
–Je, parece que nos tocará hacer de niñeras Valduin –dijo el musculoso.
–En efecto compañero.
–¿Ambas partes están listas? “¡Sí!” –Contestamos–; “EL PRESENTE COMBATE SERÁ ENTRE NIDAVEL DE BRISNOA, Y BARNOM DE LAS MINAS DEL ESTE” “COMIENZEN”.
–Nida, yo me encargo del ente, intenta aguantar un poco al grande. Si tienes problemas usa el pacto de la segunda de mis páginas –dicho esto comenzó a pelear con Valduin, pero no parecía hacerlo en serio ya que podía ver cada cosa que hacía, no se aproximaba en nada a la velocidad que había visto en él con anterioridad. Seguramente me estaba a poniendo a prueba como a Firion. El enorme sujeto se aproximó hacia mí con actitud amenazante.
–Jeje, Niñita, tu compañero pelea bastante bien, pero con esa habilidad que muestra nunca podrá vencer a Valduin y aunque pudiera tú no tienes oportunidad contra mi –cerró el puño y lo lanzó con fuerza contra mí, histérica cerré los ojos e inmediatamente puse el bastón que había recibido para “Bloquear” el golpe.
Sabía que aunque el bastón no se rompiera, ese golpe me haría volar por los aires, pero… no sentí ningún impacto, abrí los ojos solo para ver una escena increíble. El puño seguía ahí tocando el bastón pero, no se movía… era como si hubiera congelado el tiempo.
–¿Una verdadera obra de arte no?. Está diseñado para absorber impactos, transforma la fuerza bruta que recibe en pequeñas cantidades de espíritu que se acumula en la roca superior, mientras esa roca no alcance el máximo de espíritu, el bastón no se romperá, terminemos con esto Nida, utiliza el pacto del que te hablé.
Sujetando el bastón con una mano, tomé el grimorio con la otra y busqué la segunda página antes de que el gigante reaccionara. “Activo el pacto”, “Uqbuho pi jepzku” –“Álzate mi sombra”–, en ese instante mi atacante cayó de espalda al piso, al parecer por un golpe. Nid estaba sobre él apuntándole con un cuchillo. Tardé un poco en darme cuenta pero lo mismo ocurría con su compañero, el cual estaba en el piso con ¡¿OTRO NID?! De pie sobre él apuntando con un cuchillo de la misma manera.
–¡Me–me rindo! –dijo Barnom.
–“TERMINA EL COMBATE, NIDAVEL DE BRISNOA AVANZA A LAS SEMIFINALES” –Se escuchaban los aplausos, algunos parecían desconcertados preguntándose qué había ocurrido, hasta yo tenía mis dudas.
Mientras abandonábamos la arena, pregunté a Nid que era lo que había ocurrido.
–Ese pacto solo puede ser usado por entes de elemento viento o sombra, debido a que ambos elementos poseen una alta velocidad; divide mi materialización en dos formas con menor densidad espiritual, e independientes una de la otra. Aunque sea un pacto de rango bajo es bastante útil y raro.
Apenas entramos a nuestra habitación designada, Firion saltó desde su silla y preguntó.
–¿¡Pasaron, no estás herida, perdiste!?
–Con quién crees que hablas, aquí en frente tienes a los futuros campeones del torneo. Y si, pasamos –dijo Nid sentándose en la silla más próxima.
–Mientras no estaban nos informaron que las semifinales son mañana, y las finales pasado.
–Bien así podré entrenar un poco a Nida, con el bastón no necesitara fuerza, pero si habilidad.
–Ahora que lo dices, ¿no deberías decirnos que tiene de especial ese palo?, tu sabes que arma usa Stella, y también sabes que no es común, sin contar que me has visto usar la espada…
–Lo siento pero le di el bastón después del acuerdo, no debo ni tengo la menor intención de darte una ventaja, además de tu espada se tanto como lo que veo, al igual que tu vez el bastón.
–Rayos, que injusto.
–No le hagas caso Firion, necesitaran todas las ventajas posibles para poder vencernos. Basta con que dejes fuera de combate a Nida –¿Perdón?–; para ganar, es parte de las reglas. Si el humano pierde, ambos pierden, no así al revés, el ente puede perder y su compañero sigue en el juego.
–¿¡Que!? , Firion… ¿no pensaras mandarme al hospital o sí?
–Claro que no, te obligaré a rendirte. Prométeme que si no tienes escapatoria te rendirás, no quiero tener que lastimarte, pero si debo hacerlo lo haré –Lo decía en serio–. Estando claros en ese punto, te deseo la mejor de las suertes. Lo diría en plural pero Nid está durmiendo –dijo mirando a Nid que dormía sobre la silla–; y Nida, realmente preferiría no tener que pelear contigo pero si hay que hacerlo, ambos debemos dar lo mejor ya que sería un insulto para el otro tomarlo a la ligera, ¿Entendido?
–Por supuesto, no tienes que decirlo.
–Iremos a entrenar un poco para mañana, nos vemos más tarde –Y ambos desaparecieron detrás de la puerta que se cerraba.
–Me pregunto que debería hacer –pensé en voz alta–; supongo que dormir un poco no me haría mal.
–Dormir de noche no te hará mal, el día es para estar despierto.
–¿¡Y tú!? Mira quien lo dice, estuviste durmiendo todo este tiempo.
–¿Crees que me pondría a dormir en un lugar como este? Además lo que dijo Firion me da bastantes ideas.
–Entonces, estabas espiando.
–Que palabra más fea, yo diría recolectando información…
–Pero, ¿y el acuerdo?
–No es mi culpa que hablen frente a mí…
–Entonces, ¿acaso es culpa de ellos?
–Eso no fue lo que quise decir, pero sí, es su culpa –dijo sonriendo–; lo importante ahora es que aprendas a usar por lo menos en parte ese bastón tuyo.
–Oye si, tenía una pregunta rondándome en la cabeza. ¿Cómo lo hiciste?, digo, el bastón. Si utilizaras las rocas de cuando llamo a Vidofnir, necesitarías al menos una semana para hacerlo.
–Lo hice con rocas que encontré en el estomago del Rinoceroso, ¿por qué crees que solo atacaba a Firion?, no parecía que fueran su alimento, pero parece que ingerirlas conduce a un tipo de adicción. De todas maneras iba a morir, la cantidad de rocas que no podía digerir lo hubieran hecho tarde o temprano.
–¿¡Y qué demonios hacías abriendo al pobre animal!? ¿No te bastó con matarlo acaso?
–Solo era un poco de curiosidad sana, nada más.
–¿Que hice para merecer un ente así…?
–Bueno, ¿empezamos o planeas enfrentar lo que siga sin saber usar tu única arma? Por mi me da igual, pero si tu llegaras a morir, moriría contigo, así que intenta comprender mi situación.
–¡Oh! Gracias por aclararme lo importante que soy para ti.
–Sabes que bromeo, aunque en parte es cierto.
–Ok, ok, aprenderé a usar el estúpido bastón.
Después de varias horas, de “No lo tomes de la mitad, debes sujetarlo desde más arriba” o “extiende más los brazos a la hora de bloquear”, terminamos finalmente.
–Estoy agotada…
–Aun no acabamos Nida, falta lo final. Te enseñé a defenderte, pero eso que tienes en la mano no solo sirve para eso, salgamos.
Salimos de la habitación, y de la Arena, luego nos dirigimos al bosque.
–Creo que aquí está bien. ¿Primero que nada recuerdas lo que te dije de la piedra?
–¿Lo de que absorbía como espíritu los impactos físicos que recibía el bastón?.
–Bien, no tendré que explicarlo de nuevo, ahora te diré el resto. No solo lo absorbe, también lo libera, y esto es importante. Deberías liberar la presión en la piedra o se romperá y tu bastón no resistirá ningún golpe.
–Entonces, ¿tendré que liberar la energía acumulada después de cada batalla?
–No, debes hacerlo durante y después de la batalla. Si la cantidad de golpes que logras bloquear en el mismo combate alcanza el tope, perderás tu única defensa.
–¿Entonces si hubiera recibido otro golpe estaría roto?, ese sujeto era muy fuerte –dije mirando como brillaba la piedra.
–¿Hablas del gorila con el que peleamos?, ese tipo no llenaría la piedra aunque golpeara el bastón una semana completa durante todo el día.
–Entonces si tiene tanta resistencia, ¿por qué no solo lo descargo después de cada pelea?
–Ese hombre era un debilucho, solo músculos, no tenía casi nada de espíritu. Su fuerza bastaría para derribar un árbol, o mover rocas quizá, pero a lo que voy es que hay gente muy fuerte, tanto como para hacer que el bastón solo aguante uno o dos golpes, es por eso que debes aprovechar el poder de tu oponente en su contra, entre más energía almacene mas liberará.
–Como eres capaz... ¿De hacer cosas tan raras?... –hace tiempo que quería preguntarle eso, desde que creó por primera vez la roca espiritual.
–Te sorprendería saber lo que hace estar 13 años consiente en el vacio de tu alma –me dijo sin mirarme–; envidio a Vidofnir, ella durmió hasta que tu cumpliste los 16 hace 3 días, yo estuve despierto 13 años, disipando tu espíritu…
–Disculpa, yo no sabía nada…
–Na, el pasado es el pasado, con poder escapar del aburrimiento de ese sitio me es más que suficiente –Entonces por eso tenía esa actitud, viviendo solo durante 13 años–. Sigamos, golpea esa roca como si usaras una maza. Basta que la piedra espiritual toque la roca, la fuerza con que tú la impactes no afectará al resultado, si acercas lentamente el bastón tendrá el mismo resultado a que vayas corriendo y la golpees.
Tomé el bastón desde abajo y acerque la punta a la roca, la piedra espiritual brillo en un color blanco y dejó una grieta en la roca del porte de mi cabeza.
–Eso es lo que hubiera pasado si te hubiera llegado el golpe del gorila ese, en términos prácticos es como si él hubiera golpeado la roca.
–Entiendo, entonces si lo hubiera bloqueado dos veces, hubiera causado más daño al golpear esta roca ¿no?
–Bien, bien, aprendes rápido, la ventaja del bastón es que puedes acumular mucho espíritu y liberarlo en un solo gran impacto, pero también es su mayor debilidad porque no puedes liberar la energía parcialmente, si atacas y fallas el bastón perderá todo su poder y tendrás que alargar el combate, bastante simple.
–¿Y qué tanto poder puedo liberar usándolo? Digo, no vaya a ser que acumule mucho y me haga daño hasta a mí.
–El impacto es siempre hacia donde apunte la gema verticalmente, piensa en él como una lanza, la única forma en que podrías hacerte daño con él seria impactándote a ti misma o impactando el piso bajo tuyo, aunque eso podría ser una excelente maniobra evasiva ya que serías disparada como un cañón. Podrías intentarlo luego, pero ahora… Verás a lo que me refiero con que el impacto del bastón es solo en una dirección.
Sin que pudiera reaccionar, pateó el bastón con la pierna izquierda, la cual se detuvo al momento del impacto, no sentí nada del golpe aunque lo estuviera sujetando, de nuevo note la ausencia de impacto, el bastón lo absorbía todo. La piedra en la punta brilló intensamente.
–Lección final, impacta la piedra espiritual contra la misma roca –dijo seriamente cruzando los brazos–; y no retrocedas por ningún motivo.
La piedra espiritual del bastón ahora brillaba mucho más que antes, iluminaba tanto como una llama.
–¿Qué va a pasar? –temía preguntarle, pero lo hice de todos modos.
–Nada…, la piedra solo está a un cuarto de su capacidad espiritual.
Pues, si era solo un 25% de su poder no podía ser tan malo me dije inocentemente. Parándome frente a la roca, tomé mi bastón y lo empuñé como una lanza atacando a la roca. La punta del bastón lanzó un destello que casi me deja ciega, junto al sonido de una explosión que me dejo sorda unos segundos, después sentí como me caían algunas piedras y ramas encima. Cuando se disipó la polvareda me di cuenta de que la roca ya no estaba, ni los arboles detrás de ella, en cambio había un enorme cráter en el piso…
–¡JAJAJA! Nid se revolcaba en el piso riéndose. ¡Debiste ver tu cara! –dijo entre las carcajadas.
–¡MALDITO! ¿¡ACASO QUIERES MATARME!?
–Solo lo hice para que vieras lo que puedes hacer… –dijo alegremente–, además no te hiso daño.
–¿Pero no podrías haberme advertido? ¡Pude haber quedado ciega o sorda, sin contar que me diste un susto de muerte!
–Pero no estás ciega ni sorda... además siempre es bueno aprender con el ejemplo.
–Infeliz… ¡TE ODIO! ¡Cuando pueda mantener a Vidofnir materializada, la tendré todo el día y tendrás suerte si te llamo por 10 min!
–No… ¿¡No hablaras en serio!?
–¡Hablo en serio! –me di media vuelta y corrí fuera del bosque, seguí corriendo hasta llegar a mi habitación en la arena.
Apenas entré, caí de rodillas y rompí a llorar. Sin darme cuenta que Firion y Stella estaban ahí.
–¿Qué pasa Nida? ¿Por qué lloras?
–Cálmate, cálmate –decía Stella mientras me abrazaba–, ya pasó…
–¡NO! ¡No pasó!, ¡mientras siga teniendo a ese estúpido de compañero esto no dejará de pasar nunca!
–¿Y ahora que hiso? No me digas que te lastimó o algo, sabía que no podíamos confiar en él, así son todos los de elemento sombra, ¡uno no se puede fiar de ellos!
Ignorándolo, Stella me volvió a preguntar;
–¿Pero qué pasó?
–¡Pues me dio un susto de muerte!, ¡y lo único que hacía era reírse de mí!
–Ese bastardo…
Más tarde, cuando ya me había calmado, me fui directo a la cama, Nid no daba señales de vida, aunque en ese momento no me importaba. Cerré los ojos y me dormí profundamente.

Texto agregado el 21-04-2011, y leído por 64 visitantes. (0 votos)


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