… ¿Qué clase de mundo es este? ..

Las naciones imperialistas siguen usando el poder para avasallar, invadir y esquilmar a otros países menos aventajados en lo militar. En nombre de la democracia y la libertad la matanza de miles y cientos de civiles, ajenos a los conflictos sigue su marcha. Las corporaciones que venden armamentos y componentes militares son las primeras beneficiadas en esta locura.

En México por ejemplo, como protagonista la droga, al igual que en otros sitios en mayor o menor escala, un diablo escapado de un manicomio de diablos arremete contra los mismos hermanos mexicanos. Los cárteles tienen el control del país. El asesinato sistemático está presente a cada momento.

Siguen existiendo países en el orbe donde sus habitantes se están muriendo de hambre o sucumben por enfermedades mortales, muchas de ellas creadas en laboratorios para vender a futuro preparadas medicinas que les harán ganar millones de dólares.
Las inundaciones siguen haciendo de las suyas en ciento de países persistiendo una alerta permanente sobre las agresiones de las mismas corporaciones al sistema ecológico mundial con los desechos tóxicos, el descontrol de las emisiones de gas y del dióxido de carbono.

El efecto invernadero incrementa lentamente el desborde de los polos con las inevitables inundaciones a gran escala y los desbarajustes de tormentas y ciclones.
Gobiernos despóticos todavía ignoran las necesidades de las mayorías organizadas, se trabaja institucionalmente para cúpulas que esquilman los tesoros, mientras tanto sendos movimientos colectivos reclaman las verdaderas justicias, y libertades.

Una parte retrógrada de la humanidad aún no quiere reconocer los derechos de las mayorías populares, que son los que en definitiva deberían marcar los lineamientos de los tiempos. Ellos son los que deberían imponer los conceptos de política y soberanía. El privilegio de clases y cúpulas se trata de imponer una vez más con el desprecio hacia millones de seres humanos.

Organismos internacionales de la información a nivel mediático se niegan a develar la falsedad del sistema capitalista, cientos de intelectuales de un sector de las sociedades caen en la tentación de la irresponsabilidad al no admitir las luchas de las grandes mayorías por una sociedad mejor. La búsqueda de un mundo distinto, siguen conscientemente avalando y perpetuando la dominación de las minorías hacia el poder popular. Estos intelectuales falsos desatienden la época actual y tienen la desfachatez de predecir el futuro a favor de los grupos dominantes.

En Occidente no reconocen que existen otras culturas donde las creencias religiosas no son las mismas, al menos son diferentes; esas multitudes sufridas se resisten a ceder el pulso del poder de las tendencias que se creen hegemónicas y soberbias. Se oponen a nuevas formas de colonialismo. A nivel mundial las religiones todavía no han protagonizado los movimientos universales para unir sinceramente a la misma humanidad.

El planeta gira silencioso, sin embargo de tiempo en tiempo pone su alerta de manera dramática en lo efímero de la existencia; sólo somos un punto vagamente pequeño en el universo. La no correcta utilización de la energía nuclear, algo que siempre nos ha desbordado en seguridad es algo real, estamos y seguimos jugando a la ruleta rusa. La especie humana debe acudir a su más profunda humanidad para intentar salvar estos tiempos.

Hay una enorme contradicción de época entre los conocimientos adquiridos a través de millones de años de evolución por nuestras culturas y la manera tan irresponsable como conducimos las sociedades a nivel político planetario.

Pareciera que no tenemos la suficiente madurez espiritual para seguir creciendo en armonía con un planeta que está siempre vivo, en medio de una existencia universal de la que nada sabemos con certeza.

Esta es la gran paradoja de la realidad, la misma vida nos desborda, no sabemos vivir con nosotros mismos. Estos son años de violencia, de crímenes, de desesperanza, el ser humano persiste en vampirizar al mismo ser humano, el lema es aniquilar al otro.

Me imagino que vendrá otra edad diferente, la era del reencuentro y de la salvación de nuestra diminuta y soberbia raza.


… ¿Qué clase de mundo es este? ...