Síntesis del Libro: ESTADOS UNIDOS-Intervenciones del poder Imperial en cuarenta países del mundo - Guenther W. Roppel- ediciones Aurora- 2005

Nicaragua siempre estuvo en la mira telescópica de las autoridades estadounidenses, la verdad es que desde el año 1854, sin autorización del congreso gringo, la marina destrozó San Juan del Norte en retaliación contra unas agresiones a oficiales y a favor de un pesado millonario de nombre Cornelius Vanderbilt.

En 1855 apoyaron a un tal William Walker en la presidencia de Nicaragua, y como éste no congeniaba con Cornelius, en el año 1857 los marines desembarcaron en esas tierras. Lo cierto del caso es que fueron repetidas las invasiones entre 1867 y 1900. Esta intervención se repitió en 1909 con apoyo de los Ingleses. Desde 1912 hasta 1933 Nicaragua seguirá soportando la ocupación militar made in USA. Lo cierto que la Guerra Civil va a estallar en el año 1926 después que un ciudadano de nombre Adolfo Díaz era impuesto a la fuerza y apoyado por 2000 marines. Eran los tiempos del legendario General Augusto César Sandino quién asumió la defensa de su país luchando contra la hegemonía y la intervención norteamericana.

El control era total: Aduanas, Ejército, Policía, Juntas de Elecciones, todos eran controlados por funcionarios imperiales. Luego en el año 1933 asciende el ciudadano Sacasa a la presidencia, se retiran los soldados gringos y Augusto Sandino hace las paces con el gobierno de turno. Ese fue su craso error, después de cenar y devolverse a su casa es asesinado de manera vil y preparada. Fue una eliminación planificada por Anastasio Somoza.

A partir de 1936 este mismo individuo quién para la fecha era el jefe de la Guardia Nacional tomó el control del país. En 1956 luego de una época de terror es asesinado por el mismo karma de la vida y su hijo Luis Somoza asume el poder, que once años más tarde hereda su nieto Anastasio Somoza II. Total, una cruenta y sanguinaria dictadura familiar de 43 años, hasta que en Julio 1979 los sandinistas lo sacan del poder.

Para nadie fue una sorpresa que el heredero huyera nada más y nada menos que a los Estados Unidos, Miami, con una enorme y descarada fortuna estimada en mil millones de dólares. Ni tampoco el apoyo que los imperialistas le dieron al Régimen de los Somoza.
El presidente Jimmy Carter estaba detrás de estas jugadas, y cuando una comisión de derechos humanos del congreso estadounidense bloqueó la intervención, las autoridades israelitas fueron utilizadas como una carta debajo de la mesa para continuar con el control de Nicaragua.

Por esto siempre será sospechosa esa extraña cualidad reciente de este expresidente norteamericano haciendo visitas reiteradas como intermediario diplomático, por ejemplo, a la isla de Cuba. ¿Será una reconversión espiritual o ideológica? Carter maniobró con la Organización de Estados Americanos para enviar una supuesta fuerza de paz, evitando que los sandinistas hicieran avances militares. La idea era reorganizar la Guardia Nacional leal al imperio en las fronteras nicaragüenses. En el fondo era una lucha ideológica y hegemónica contra el proyecto marxista de los sandinistas (El eterno fantasma criminalizado.)

Se fue la pulga comesangre y llegó la garrapata, en 1981 el Presidente Ronald Reagan presionó al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial, para que cesaran los préstamos a Nicaragua, se terminaron los programas de ayudas y se redujeron las importaciones hacia el valiente país de centroamérica. Vino la época militar de los Contras, tropas entrenadas de la vieja Guardia Nacional, o nicaragüenses matando nicaragüenses; la CIA norteamericana movía hábilmente sus tentáculos. Los mercenarios contras que sistemáticamente destruían el país de Nicaragua se entrenaban en Florida y California, y operaban desde Honduras, El Salvador, Costa Rica. Durante estos tiempos grises y cruentos asesinaron a cientos de líderes comprometidos con el Sandinismo.

El Congreso Norteamericano suspendió la participación de la CIA en estas operaciones, y el astuto y deleznable Reagan transfirió el control de la intervención al Consejo Nacional de Seguridad. Mientras tanto los sandinistas aparte de defenderse de estas atrocidades alfabetizaban a los nicaragüenses y les daban acceso a tratamientos médicos. Profundizaron en los problemas de la propiedad de la tierra e hicieron esfuerzos a nivel nacional en la agricultura. En los años 80, los mismos organismos como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo reconocían los esfuerzos de las autoridades sandinistas. Todo esto está debidamente documentado en sendos informes de la época.

En 1984 la CIA dinamitó tres puertos importantes, este caso fue llevado a instancias internacionales y aunque se falló a favor de Nicaragua los soberbios EE.UU se negaron a acatar la decisión de la Corte Internacional de Justicia. En 1986 un ciudadano de nombre Eugene Hasenfus fue derribado por los sandinistas y después de la investigación emergió el nombre de Oliver North quién dirigía las operaciones de los contras desde su oficina del Consejo Nacional de Seguridad. North un teniente coronel del Cuerpo de Marines estuvo directamente implicado en el escándalo de Irán-Contra, donde se dió a conocer que de manera ilícita se vendieron armas a Irán para poder financiar a los contra-revolucionarios o contras durante la presidencia de Reagan.

Otro plan macabro de intromisión directa fue develado en 1984; los corderitos norteamericanos infiltraban comiquitas ilustradas donde enseñaban a la población a derribar cables de alta tensión, meter basura en los tanques de gas, atascar los retretes, dar falsas alarmas, amenazar a funcionarios por teléfonos, ausentarse de los sitios de trabajo excusando enfermedades, etc. etc.
Desde los años 1983, el Grupo Contadora, México, Panamá, Colombia y Venezuela hacían esfuerzos por negociar la Paz, y detener la carnicería de miles de asesinatos en esa guerra civil auspiciada por los hilos del Imperio. Después de largas conversaciones los mismos EE.UU con el buena gente Ronald Reagan a la cabeza se negaron a reconocer el tratado.

Como emblemático transcurrió el caso del General Manuel Noriega, ahora de 77 años, extraditado a Francia donde cumple otra condena por lavado de dólares hasta el año 2017; el otrora presidente de Panamá en ese momento se negó a renunciar al poder porque era parte votante en el grupo Contadora, cayó inmediatamente en desgracia. Pasó de ser un buen agente de la CIA a narcotraficante enemigo de los EE.UU. Atrás quedó la operación Causa Justa, los marines norteamericanos invadieron el 19 de diciembre del año 1989, con la autorización de Bush padre. Fue detenido en enero de 1990 y hasta el año pasado había pagado una condena de 17 años en cárceles estadounidenses. Después de una masacre en esa navidad contra el pueblo en dos semanas se perdieron entre 3000 a 5000 panameños.

En 1984, los sandinistas ganaron las elecciones, triunfo reconocido por cientos de observadores internacionales. Se estiman en 150000 el número de víctimas de manera atroz de esos interminables conflictos en centroamérica. El presidente Reagan tenía tanto odio y llegó a ser tan desfachatado que incluso decía que él era un contra. Todos los logros de los sandinistas en el gobierno han sido ocultados o desviados por los grupos mediáticos imperialistas.

El triunfo de Violeta Chamorro en 1990 se hizo bajo enorme presión de los organismos de seguridad norteamericanos, si hubiesen ganado los sandinistas es muy seguro que la estrategia de los CONTRA hubiese continuado.

Después de los triunfos de Alemán en el 96 y Bolaños en el 2001, ambos del partido liberal, los Sandinistas vuelven de nuevo al poder en el 2006. No es de extrañar que en el país del Barranquero, el Madroño y el Sacuanjoche como símbolos nacionales la oposición acusa de nuevo el montaje de fraude electoral.

Síntesis del Libro: ESTADOS UNIDOS-Intervenciones del poder Imperial en cuarenta países del mundo - Guenther W. Roppel- ediciones Aurora- 2005