Quiero escribir sobre la noche que se duerme,
Pero el silencio me aturde, y las palabras se mueren antes de nacer, quiero escribir en mi huella perdida que aún me espera en los pasos floridos del atardecer, pero mis manos se niegan a romper las teclas, mis manos se niegan al papel que duerme inmaculado por días y días.
Quiero saber cómo salir de este reglón sin tiempo, sin fin, desierto de vida, se nubla la razón, y el corazón no tiene más sensibilidad, si la razón existe porque no puedo razonar.
Un mar sin sal, sin sol ni arena, un mar salado tristemente sin mí, se aleja de mis pensamientos, quiero retomar esa senda encandilada de comas, de verbos, de sabores, de agua tierra y sal, quiero regresar a mi antigua dualidad, ser como seria antes de no ser.
Las nubes me atraviesan sin razón, me escupen sin perdón, me abandonan sin razón, el amanecer aún ronronea su despertar, y mi voz se mescla en un juramento; esa acción explota dejando aún más dudas, más desasosiego a mi dolor.
MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI |