SOLEDAD 181 palabras
¡Me siento tan solo!
En un instante llegaré al vértice;
De la tristeza por tu olvido:
Esta soledad que taladra.
Tus manos, no acarician mis sienes
Pensativas, tus divinos dedos,
No juegan en los rizos de mi frente.
Están latentes en mí, tus palabras;
Tus juramentos;
Cuando decías…
“Te amo, no quiero pensar en tu olvido.
No te quiero lejos de mis sueños”.
Hoy, te encuentras,
Con el alma henchida de ternura,
De otra ternura simulada.
¿Eres feliz? Si que lo eres.
Soy feliz, porque te amo,
Desde antes de saberte;
Te amé cuando llegaste.
Lloro, porque aún te amo.
Si vienes: ¿no podría amarte?
Si que te amaría.
Estoy inmensamente señero,
Amando el frío de tu ausencia;
El alba, para mi, no es un poema,
Es un desastre brotado de la aurora.
Tu silencio me oprime,
Se estremece la tierra.
Los eneros narcisos,
Me acompañan,
Sobre las dormidas aguas
De mi enfermo lago.
Sólo, los lívidos rayos de la luna,
Fulguras, florecidos con tristeza,
Desde el crepúsculo in exorado,
Amante de la melancolía.
Reinaldo Barrientos G.
Rebaguz
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