Cartas para un amigo lejano II.
El llanto de un olvido.
Sobre el diáfano cielo azul,
en cristalinos arroyos y verdes prados,
aún te veía y recordaba,
Y durante mucho tiempo
Por mas que quería,
olvidarte no podía.
¿Qué paso de repente con nosotros?
que el ayer, hoy y el futuro ya no existía,
por qué tu recuerdo de mi mente se borraba
por mas que retenerlo quería?
Un manto de olvido todo lo cubría,
y ahora que de nuevo te añoraba
tus recuerdos ya no regresaban,
tan solo tu rostro en el horizonte se dibujaba,
y al querer retenerlo
de mis manos se escapaba.
La vida, como otras tantas veces,
al destino con ambos jugaba,
y hoy solamente mi triste llanto
en las nubes resonaba.