LOCURA

Era un día ardiente de un cálido verano, sentada frente al mar, observaba las olas en su ir y venir, éstas eran altas, furiosas, golpeaban las rocas, sus aguas de un azul profundo, reflejaban el cielo sin nubes. Eran las seis de la tarde, el sol brillaba aun con fuerza, muchos bañistas se divertían con las olas, gritaban los niños, reían los adultos, todo era feliz.
Tarde de verano, ella solo miraba el horizonte infinito, sentía la brisa en su rostro, su corazón apretado de furia y dolor, su mente no razonaba, las horas pasaban, y poco a poco la playa se quedó desierta, tan solo las gaviotas cantaban a su lado, era un lamento de llanto por lo perdido.

Miraba ensimismada el vuelo de las aves, quiso volar como ellas muy lejos y olvidar el sufrimiento de la vida, del amor, del abandono.

Se tendió en la arena, que se humedecía, fija la mirada en el cielo, con los oídos llenos del ruido del mar, era ensordecedor, la furia del agua iba y venía, el viento comenzó a se un poco más fuerte, ya estaba un poco helado.

Y ella esperaba, ¿qué esperaba?, a su gran amor, o tal vez a la traición, a la deslealtad, la tristeza, el odio, al olvido.... no lo sabía... pero esperaba, las horas avanzaban, ya casi la noche caía, estaba frío...ya nadie estaba en la playa, en su soledad, soñaba, gritaba, lloraba, aún podía sentir el canto de las gaviotas, y a lo lejos el oleaje todo lo inundaba,,, y allí estaba, loca de desesperación, de tristeza, soñaba con un mañana mejor, pero de pronto recordó que ya no habría mañana, su mente se nubló y sollozando corrió hasta el mar, entro en las aguas, no sentía el hielo, no veía las olas, no sentía la humedad en su cuerpo, caminaba, seguía, hacia el encuentro de las olas, abrazando el agua, la locura llegó y se sumergió hasta el fondo toda cubierta de agua, envuelta en su manto maravilloso, ya había olvidado el nombre de a quien esperaba, la noche todo lo cubrió, y nadie le vio, solo muy tarde apareció una figura, buscaba entre la arena y las rocas a nadie encontró, y entonces recordó que el amor solo se da una vez, y entonces también su corazón latió de prisa, el sudor corrió por todo su cuerpo, el estomago subió hasta su garganta, el temor le cubrió y comprendió que la había perdido para siempre, también su mente se nublo, y entonces comenzó a reír a grandes carcajadas y entre risas cayeron lagrimas que se fundieron con el mar...