desnudos esperamos la salida de la luna rosa
que emerja de la mar
cogidos de las manos, hombro con hombro
mirando al frente como los valientes
juntos, en los peñones santos
donde pisan las vacas
y acechan los chacales
donde rompen las olas con plegarias
susurrando nombres de enamorados
que antes lloraron allí
desnudos y ateridos
esperando la luna rosa
regalándonos su majestuosa presencia
nos besamos
nos abrazamos
nos fundimos sin pecado
nos sumergimos
jugamos con los oscuros peces
con sus destellos azules y verdes
tan juntos, tan jóvenes, tan desdichados
lloramos debajo del mar
y nuestras lágrimas se cogen las manos por los océanos
juntas por toda la eternidad
nos besamos por última vez
y nos despedimos para siempre
quizás algún día mis cenizas se reúnan con mis lágrimas
buscando amores de juventud
en alguna playa lejana