Abril. 2001. En la distancia, un abrazo.
En este mundo diverso, los extremos opuestos, son lo único que guarda semejanza con su contra parte, es una realidad.
Una intensa luminosidad, ciega, no permite ver, así como la más absoluta oscuridad.
Los seres humanos, por nuestra esencia, transitamos entre Eros, el instinto de vida, el principio vital de conexión, y Thanatos, Hypnos y Hades, los hijos de la noche y la oscuridad asociadas a la muerte.
Como reflejo de esta dualidad, nuestras manos y los pies que llevan nuestros pasos, son a la diestra y la siniestra.
Se nos ha dicho que nacemos con tendencias naturales a la virtud y la maldad, impresos en nuestro mapa genético.
Que debemos actuar contra la perversidad.
Tengo una teoría que me da vergüenza comentar.
Hasta hoy, no he conocido a quien no se pueda querer, si se le trata y comprende.
No creo en la absoluta virtud, como tampoco en la más completa maldad.
Sostengo que las personas tomamos el buen o mal camino, no por elección, sino por necesidad o influencias que nos afectan y aun no entendemos, por nuestras circunstancias y por antecedentes.
No comprendo por qué el bombardeo de la propaganda moral, siempre esta tratando de persuadirnos, de que hay que odiar y temer a otr@s, cuando vivimos en un mundo tan pequeño.
Yo pienso que las bajezas, son también parte del mundo, y que debe alcanzarlas, la bondad del amor.
Creo que, a veces, el enemigo se encuentra en nuestro interior, en esa persona que se refleja cada vez que se mira al espejo, que es victima de si mism@, por su óptica, sus miedos, sus prejuicios.
El ser humano, es la obre por excelencia, que ha pesar de nuestra condición corrompida, somos lo más grande que existe sobre la tierra, grandeza que puede ser motivo de perdición.
No debo, creo yo, actuar contra quienes somos conciderad@s, inmorales, pervertid@s, pervers@s, indign@s, infames, depravad@s, lacras, malvad@s, maldit@s, pecador@s, deshonest@s, sino con ell@s, por ell@s, por nosotr@s.
Trabajando para que se haga el milagro, así como el agua se convirtió en vino, para que, por la ley infinita del amor, la vileza se transforme en dignidad.
La tarea, consiste en ayudar, aun en la debilidad e imperfecciones, a que actué en el mundo esa ley que hará, que al final de los tiempos, nos encontremos en eterna unión en el amoroso espíritu del Creador.
Aunque seguramente, mi teoría no agradara a quienes piensan que por considerarse: Normales, rect@s, justos y decentes, están salvados.
Y quienes somos: Anormales, rar@s, extravagantes, según la óptica de un mundo binario, por haber nacido divers@s, estamos condenad@s.
Desde BC, mi rincón existencial, donde descubro que todo es decisión, aunque toda decisión, es evidente.
Conmoción violenta que arrebata y destruye la noción de la vida al contemplar y reconocer el aspecto dinámico de la realidad.
Realismo que investiga las consecuencias, para descubrir las causas.
Porque, cuando se niega la responsabilidad, inicia una sensación de seguridad, falsa, sustentada en justificación.
El realismo, sustenta su fuerza en la responsabilidad.
El realismo lo es, por la manera en que la acción transcurre, no por el retrato de un ambiente.
En la distancia, un abrazo. Andrea Guadalupe.
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