Soy la bestia:
Un cascaron antiestético,
Fealdad intolerante,
Como mi soledad.
(cada soledad,
se parece a su amo)
Deforme lobo nocturno
Con los ojos llenos de noche;
Me alimento de tinieblas,
Enfermo de reproches.
La belleza me ha encarcelado,
Al ser libre de mí.
Todos me laceran
Me castigan, me envenenan…
Y en lo oscuro, oscurece mi llanto.
Hay días que vago por la luz,
Buscando mariposas claras;
Jugando a ser normal.
Nunca he marchitado una flor,
Más, al verme
Ninguna me da su olor.
Un día con los ojos cerrados,
Me sentí bello;
Acaricié mi alma,
Anduve jardines, me sonrió la luna,
Sentí el roce leve de una piel…
Al abrir la mirada nuevamente;
Saltaron mis ojos al suelo.
Hay madrugadas en que visito
Los parques, las tumbas, las calles…
Y hablo con las ausencias
De muertos y dormidos.
He bailado con el fuego,
Con sus hilos dorados,
Y al agarrarle las caderas;
Algo que creo como un beso,
He sentido en mis manos.
Yo soy la bestia,
Aunque sé que no serán;
Los quiero como a hermanos.
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