Como un tren inalcanzabe, como una meta mas allá del paraiso, como un sentido sin razón, como un verano sin sol. Como una gota de agua sin mar, como una guitarra sin tocar, sin ese quejío huidizo, que mañana tras mañana, nos hizo soñar.
Como una tarde sin otoño, como aquel otoño que nos nevó, como una voz chillona sin su "knocking on heavens door"
Ya no sueña aquel niño que un día soñó que soñaba, se despierta cada día, cuando la noche se acaba, entre flores, lamentos y algún olor a tierra mojada. Ya no le susurra el duende de la Porvera que cace animales en la madrugada, ya no le dice al oido cuales son los mejores bares... ya no vuela aquel niño que soñó que soñaba.
Entre el humo de este cigarro se ven las pasiones que quedan por vivir, situaciones sin sentido por las que merece la pena morir; nos queda una vida, una casa en la plaza San Andrés, un bodeguero negro que nos muerda las piernas al darle de comer, una fuente de ocho lados en el lado mas corto de un jardín que da al cuarto.
Jerez, 2 de Abril de 2011 |