Al leer lo último
que escribiste,
vienen a mi mente,
los recuerdos de
una canción,
que te la dediqué
con mi propia voz
junto al río.

Aquella noche,
tu y yo juntos,
en ese lugar
que es como
un reino de fantasía,
al que no puedo volver.

Junto al río,
esa canción, las notas,
flotaron en el ambiente
aquella noche tibia,
sin imaginar que al día siguiente
iba a perderte para siempre.

Tanto explicarte,
tanto pedirte que
me escuches, que
me conozcas mejor,
tanto te supliqué,
ya no estaba en ti.

Tan solo una
oportunidad mas
en medio de mis conflictos
estaba dispuesto a luchar
contra todo lo que se
oponga a nuestro amor,
aunque tu no me creas.

La decisión de dejarte
fue la mas dolorosa,
la canción ya no flota
en el ambiente,
está en el fondo de
aquel río y en ese lecho
mis esperanzas reposan.

La música se hundió
para siempre sin esperanzas
de que algún día
salga a flote.