“Intervención o no Intervención, este es el dilema”
¿Es justificable la intervención armada de organismos internacionales, como la ONU, la OEA o la OTAN, en los casos de gobiernos dictatoriales que pretenden perpetuarse en el poder, arremetiendo contra los derechos civiles, políticos y humanos de sus ciudadanos, llegando a cometer crímenes de lesa humanidad?
Para poder contestar esta difícil pregunta es necesario analizar bien, cuales son las atribuciones de los gobernantes de un país y cuáles son las funciones y atribuciones que deben cumplir las entidades internacionales garantes de los derechos de los individuos y de las sociedades civiles. Otra pregunta que es necesario analizar es si la Soberanía nacional puede ser usada para que algunos gobernantes inescrupulosos puedan escudarse detrás de ella.
El hombre es un animal social, y como tal, para sobrevivir y garantizar la continuidad de la especie, necesita vivir en contacto con otros seres humanos, formando: grupos, clanes, sociedades, ciudades y países. Para hacer que esta vida en común funcionara fue necesario crear cierta organización. Se concibieron: reglas, leyes, normas políticas, éticas. Luego fue necesario escoger los lideres que garantizaran el respecto y el funcionamiento de dichas Leyes en forma justa para todos los ciudadanos. Estos dirigentes o gobernantes. (Gobernantes son empleados públicos con poderes especiales para dirigir el País en nombre de los ciudadanos) En la práctica se estipula un contrato entre Gobierno y Sociedad Civil; los ciudadanos dan al gobierno el poder y los medios para dirigir los destinos de la Nación, y el Gobierno se compromete en hacerlo en la manera más eficiente posible y siempre en el respecto de los derechos civiles y políticos. Este acuerdo entre las partes está reflejado en el Acta de Constitución Nacional.
En el momento en el cual él o los conductores de los destinos del País salgan del ámbito Constitucional y usen el poder, otorgado por los ciudadanos, para erigirse en dictadores, en su propio beneficio y tratar luego de perpetuarse en el poder, están cometiendo un delito contra la sociedad, y por tanto deberán ser castigados como cualquier criminal. Si para alcanzar su objetivo dirigieran su fuerza y poder contra el pueblo indefenso, asesinando y vejando, estarían dando motivos suficientes para la intervención de poderes supranacionales en defensa del ciudadano y de la Constitución.
Esto nos lleva a la segunda quistión ¿Es legítima una intervención de organismos internacionales sin vulnerar ¨La Soberanía Nacional¨?
Por Soberanía Nacional, debemos entender la Soberanía de los habitantes del País, el ciudadano es el verdadero Soberano. Por tanto si la intervención fuera para restablecer los derechos de los paisanos, y para dar la posibilidad al pueblo indefenso de cambiar democráticamente sus gobernantes, la intervención no lesionaría la Soberanía, más bien contribuiría en restablecerla.
La intervención de ser necesaria, y en la medida de lo posible no debería ser armada. La violencia sólo genera violencia y no resuelve los problemas de defensa de la población. Las Organizaciones Internacionales, deben intervenir con la política, aplicando las medidas de coerción y convencimiento necesarias, sin llegar al extremo de aplicación de la fuerza.
Es evidente que en la forma como están, hoy, reglamentadas estas organizaciones, no tienen el poder suficiente para lograr los resultados deseados. Existen tribunales internacionales contra crímenes de lesa humanidad, hay asociaciones que pretenden proteger la libertad de expresión, la democracia, los derechos humanos. Las organizaciones existen, lo que en realidad falta es el poder, ninguna o casi ninguna de las decisiones de los tribunales y de las Organizaciones internacionales es acatada por los Gobiernos Dictatoriales. Las naciones firmantes de los múltiples protocolos y acuerdos deberían someterse a dichas decisiones o sentencias, lo malo es que todos los déspotas encuentran maneras muy elegantes para evadirlas (mientras estén al frente del gobierno). Un ejemplo muy indicativo es el de un país de Latinoamérica que ha negado en varias oportunidades el ingreso de una comisión de la OEA para investigar denuncias sobre los derechos humanos y nunca le ha hecho caso a sentencias o advertencias de organizaciones internacionales. Falta voluntad política para hacer que las decisiones de los tribunales internacionales, sean de obligatoria aceptación de todas las naciones.
Es por esto que vemos como la ONU y OTAN deciden intervenir con la fuerza en algunos casos como el de Libia; parafraseando aquel cómico que decía: “Sin querer, queriendo”. Una intervención sugerida por la incapacidad material de hacer respectar una Resolución. Llegando al absurdo de bombardear para proteger los civiles, atacar la fuerza sin intervenir dejando que los mismos Libios completen su revolución (con un numero incontable de víctimas civiles inocentes). Al final de la revolución, gane quien gane, saldrán los países beligerantes a garantizar sus propios mercados y a buscar los contractos para la reconstrucción del país y… todos felices….menos los muertos.
Sin duda la intervención es aceptable, pero es necesario cambiar las reglas del juego y hacer que la misma sea efectiva y menos traumática. Gandhi ha plenamente demostrado que usando la política y la paz con ¡FIRMEZA! Se pueden liberar los pueblos sin el uso de las armas.
Fredo Nedi
28/3/2011
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