Siento la presencia de la noche,
como un pálido suspiro
que se desvanece,
siento su mirada penetrante
en lo más profundo de mis venas
y me contagia…
de sueños, de misterios.
Siento como se eleva mi cuerpo
hacia el altar de tus deseos
allá tan lejos,
donde solo llegan los recuerdos
y acariciar es un acto de desvelo.
Siento la presencia de la noche
y sueño con la magia de tu cuerpo.
Jerez, 26 de Marzo de 2011
Texto agregado el 27-03-2011, y leído por 113
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