Aqui no queda màs que la magìa
de una muchacha desconocida, y fragil,
su costumbre de recoger el aroma
de las tiernas flores
a orillas de un manso rio
y caminar por los puentes
al final del crepùsculo, y su extraño corazòn,
semejante a un àrbol fuera del universo.
Texto agregado el 24-03-2011, y leído por 93
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Lectores Opinan
24-03-2011
La última frase le da lo mágico a lo que transcurría como lugares comunes. NeweN
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