La buena tarde se ha abierto
¡ven! No tardes.
Mi frente acaricia el manso viento
Y este blando acercamiento
Presta al dulce sueño de un enamoramiento.
¡hermosa! Tu alma inocente
abre asi a mi puro amor;
y entonces veras cuán grato
es gozar del perfume de la flor.
Texto agregado el 24-03-2011, y leído por 67
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