Yacen inertes las flores casi marchitas petalos de porcelana vieja y rota tallos de lamentos torcidos raices de rencores torpes y agudos El viento sopla y augura tristes tiempos trae con su brisa las finas gotas de llantos lejanos de penas ajenas y solitarias copos de nieve nieve sucia y oxidada con sabor de sangre añeja sangre pavorosa y horrenda nieve roja y negra Caen los petalos y rozan un epitafio que ya sin conviccion se borra de mi lapida.
Texto agregado el 24-03-2011, y leído por 229 visitantes. (3 votos)