abrí los ojos frente a mí el universo seguía adelante con sus manchas y montañas era mi hogar donde todo es natural la vida se esconde de la muerte como la luz de la oscuridad sin embargo ambos están por nosotros como una madre a su hijo... seguí mis pasos sin descanso hasta tocar las manos de dios era dulce saber sentir que dios era yo y yo era dios y tu eras dios así como todo el universo cuando abrí los ojos por la primera vez... en un valle lleno de amor una canción brotó de la mar era una palabra infinita lleno de tanta paz que me puse a cantar la melodía del amor... y en esta noche donde brilla la oscuridad escribo sobre lienzos albos llenos de instantes y gotas de cristal sobre las manos de dios...
Texto agregado el 24-03-2011, y leído por 206 visitantes. (3 votos)